A nadie le gusta hacerse mayor. Pero es inevitable. Se producen cambios en nuestro organismo, y no hablamos solo de las canas, las arrugas, o la barriga cervecera.
Con la edad algunas funciones corporales cambian, sin que eso implique que tengamos alguna enfermedad: se tiene el sueño más ligero, cuesta más dormirse, se va más veces al baño a orinar, se ronca más, o aparece el síndrome de las piernas inquietas.
Todo esto hace que la calidad del sueño se reduzca: se descansa peor, y eso pasa factura durante el día. Por suerte, hay formas de reducir estos efectos negativos.
La web ActiveBeat ha consultado a varios médicos y terapeutas, que nos ofrecen estos 7 consejos que ayudan a dormir mejor, cuando has superado los 45 años
Son sencillos de aplicar, y realmente funcionan.
Un ambiente agradable
Para que nuestro cerebro se anime a dormir, deben darse las condiciones adecuadas.
Lo hará mejor si el ambiente invita a ello: las sábanas y el edredón estén limpios, son cómodos y la habitación esté recogida.
También ayuda mucho usar cortinas opacas, para evitar que entre cualquier luz.
No a las siestas vespertinas
Muchas gente, especialmente las personas mayores, acostumbran a echar una cabezadita a media tarde, o viendo la tele por la noche en el salón.
Es un mal hábito, que rompe el ciclo natural del sueño, y hará que cueste dormir luego en al cama.
Un rato al aire libre
Con la edad muchas personas acostumbran a salir menos de casa. Pero pasar un rato al aire libre es como nuestro cerebro diferencia cuándo tiene que estar activo, y cuándo tiene que dormir.
Sal todos los días un rato a tomar el aire, preferiblemente por la mañana, para que se ajusten los ciclos del sueño.
Haz ejercicio
El ejercicio tiene innumerables beneficios, especialmente con la edad. Uno de ellos es que ayuda a descansar mejor.
No es necesario darse una paliza. Basta con salir a pasear un rato, ir en bicicleta, hacer bicicleta estática... todo sirve.
Un hora de relax
La hora antes de irte a dormir, dedícala a relajar cuerpo y mente para el sueño. En este tiempo, nada de pantallas.
Date un baño relajante, lee un libro, haz yoga, meditación, pinta, haz una manualidad... Cualquier cosa que ayude a relajarte.
Reduce la ingestión de líquidos
Si te despiertas varias veces por la noche para ir al baño, evita beber líquidos al menos una hora antes de irte a dormir.
Y sobre todo, nada de café y el alcohol.
Siempre a la misma hora
Si es posible, acostúmbrate a irte a dormir siempre a la misma hora. Estoy ayuda mucho al cerebro a saber cuándo tiene que desconectar.
También es aconsejable dormir el mismo número de horas todos los días.
Son consejos sencillo de aplicar, así que merece la pena ponerlos en práctica.
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