A estas alturas ya hemos visto campers de todos los colores, formas y tamaños; pero internet es maravilloso y siempre encuentra la manera de sorprendernos. Esta vez, la base utilizada para crear una suerte de casa sobre ruedas ha sido nada menos que un Volkswagen Beetle clásico.
Podemos entender que los más puristas vean esto como un sacrilegio, pues ha habido que "sacrificar" un Escarabajo para crearla, pero viendo el resultado obtenido y teniendo en cuenta que tampoco sabemos cuál era el estado de conservación del utilitario, lo cierto es que hay que aplaudir el trabajo realizado.
A su dueño le costó cuatro años de trabajo darle la forma actual, algo entendible ya que solo el exterior tiene modificaciones incontables, como una rebaja de la altura del techo, el uso de un capó para darle forma, el frontal de otro Beetle para crear la zona delantera, etc.
El habitáculo para lo pequeña que es la camper, está bastante bien aprovechado, pues cuenta con una cama bastante grande y aún así cuenta con espacio suficiente como para tener huecos de almacenaje de ropa, perchas o una lámpara.
En el techo se ha instalado una cama para poder llevar equipaje extra, para poder colocarlo cuando el interior esté ocupado por los usuarios durante la acampada.
Por último, en el "maletero" que, en realidad es donde originalmente estaba el motor, se ha montado una pequeña pero completa cocina, que tiene un horno compacto, una cafetera, un fogón e incluso un pequeño fregadero.
No está nada el resultado, un remolque camper que captará la atención de todo el que se lo cruce y que, además, seguramente sea bastante ligero y pueda ser remolcado prácticamente por cualquier tipo de coche.
Este artículo fue publicado en Autobild por Mario Herráez.
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