Utilizar el sistema de refrigeración adecuado es un paso fundamental para que un ordenador rinda a su máximo potencial, evitando así una cadena interminable de problemas asociados al exceso de temperatura. Por ese motivo es que muchos usuarios de PCs high-end se vuelcan en favor de la refrigeración líquida, ya sea con productos AIO o configuraciones personalizadas. Sin embargo, el overclocker profesional der8auer recientemente exploró una alternativa de watercooling más directa y sencilla: Usar agua del grifo.
La forma más simple de ingresar al mundo de la refrigeración líquida es buscando un sistema AIO o «all-in-one». Todos los accesorios necesarios ya vienen incluidos con el producto, y el usuario se limita a instalarlo en la posición correcta (sí, un AIO puede terminar mal instalado). En cambio, los entusiastas más exigentes adquieren ventiladores, radiadores, bombas y depósitos para luego adoptar conexiones flexibles (más «amigables» en algunas carcasas) o rígidas, que demandan un trabajo enorme, pero se ven genial.
Ahora, lo cierto es que no hay «reglas sagradas» para el watercooling, sino recomendaciones basadas en experiencias previas. Y con eso en mente volvemos al canal de der8auer, a quien recordamos bien por el portátil sumergido en Novec. Der8auer mantuvo una conversación con un amigo que trabaja usando sistemas láser de dióxido de carbono, y descubrió un detalle muy interesante. En los rayos láser de baja potencia, la refrigeración por aire es más que suficiente, pero en configuraciones más exigentes, lo que hacen es refrigerar con agua del grifo. Entonces… ¿adivinen qué hizo der8auer?
¡Sí! Mientras preparaba un ordenador para la división alemana de Corsair, der8auer conectó un procesador Ryzen 5 3600 y una tarjeta gráfica Radeon RX 5700 (estándar, no XT) al grifo de su bañera. El proceso demandó varios tubos para cubrir la distancia y algunos adaptadores, pero no hubo pérdidas en ningún punto. De hecho, el proceso es mucho más directo de lo que imaginamos al principio. Al usar agua del grifo, factores como el radiador, la bomba, el depósito y los ventiladores se vuelven irrelevantes.
La mejor parte es que der8auer no lo hizo por capricho, sino que el vídeo también incluye valores de energía y precio local del agua, en un intento por determinar qué tan viable y eficiente es esta técnica. El flujo mínimo absoluto que el ordenador necesita para mantener su temperatura a raya es de apenas 8.2 litros por hora. Después de calcular la energía requerida para fabricar y activar los componentes de un loop tradicional, su equivalente en agua segura es de unos 17.300 litros. Si dividimos esos litros por el flujo y lo proyectamos a seis horas diarias de uso en el ordenador, el resultado es de 351 días de refrigeración.
Por supuesto, la gran pregunta es: ¿Qué hacemos con el agua caliente que sale del circuito? El desperdicio es aceptable en sesiones cortas con un láser de alta potencia, pero el truco para un ordenador (y cualquier otro sistema) es recuperar todo ese líquido de algún modo. Técnicamente no deja de ser agua segura, habilitando opciones como higiene y limpieza general.
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