Gran parte de la península se ha visto inmersa en una luz salida de una película de ciencia ficción, más concretamente de Blade Runner 2049. El efecto se debe a la nube de polvo sahariano que ha llegado debido a la borrasca Celia. Y, es que, la calima puede ser visualmente espectacular, pero hay que tener precauciones a la hora de conducir.
El hecho de que esta nube de polvo esté presente en las ciudades y haya teñido el cielo de color naranja hace que la conducción sea todavía más peligrosa de lo normal. Es una situación meteorológica anormal y por ello lo mejor será tomar una serie de consejos y recomendaciones de seguridad antes y durante la conducción.
Lo primero y lo más obvio, si la situación meteorológica es adversa o inusual lo que hay que hacer siempre es reducir la velocidad. En el caso de la calima es bastante obvio y, es que, en muchas ciudades este polvo sahariano se ha precipitado gracias a la lluvia y ha formado barro que resulta peligroso en las vías.
Al ser una situación en la que la iluminación ha cambiado lo cierto es que hay que tratar la calima como si de una situación de baja luminosidad. Es por ello que hay que extremar precauciones para evitar cualquier tipo de problema en la carretera y, es que, lo importante es intentar dejar clara la posición del vehículo con las luces necesarias.
Este polvo en suspensión puede causar problemas a las personas que se encuentren en el interior del vehículo, por ello, lo más recomendable a la hora de viajar es que sea con las ventanillas cerradas para así evitar cualquier tipo de molestia que pueda surgir debido a este polvo en suspensión. Además, es debido utilizar los sistemas de climatización de los vehículos.
La calima no es el único problema que trae la borrasca Celia y, es que, se pueden producir tormentas eléctricas debido a esta situación meteorológica. Lo que hay que hacer en estos casos es permanecer dentro del vehículo y, es que, los coches están construidos para ser jaulas de Faraday y, por lo tanto, evitan que la electricidad pase al interior.
En cuanto a los neumáticos y debido a la borrasca hay que tener en cuenta que es bastante probable que aparezcan tormentas con altas precipitaciones. Es por ello que lo recomendable es tener los neumáticos con la mayor adherencia, además de que estén en buen estado y, sobre todo, tengan una presión correcta.
Lo mejor y, siempre que sea posible, si las lluvias aparecen de la nada es mejor buscar un lugar donde estacionar el coche para así evitar posibles situaciones de aquaplanning que pueden poner en riesgo al vehículo y a sus ocupantes. Eso sí, en el caso de formar parte de esta situación lo recomendable es mantener el volante recto, levantar el pie del acelerador y no frenar.
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