LA MOROSIDAD GRAVE SUBIÓ AL 5,4%
Luego de un 2020 lleno de incertidumbre, dificultades, estrés, etc. a causa de la pandemia por el Covid-19 se generó un impacto significativo en la economía de los colombianos, por desempleo, paralización de la economía, el cambio en las prioridades que cada familia e individuo tuvo que realizar, el encierro que trajo varias consecuencias y cambios en el consumo de la población. Es en la actualidad, el momento de reactivación económica por la que atraviesa Colombia, que los consumidores comenzaron a utilizar nuevamente sus recursos para gastos en relación a ropa, entretenimiento, viajes, ocio, que el año anterior no fue posible. Además de registrarse una gran reactivación en los sectores de vivienda y de edificación, los cuales representan altos valores de endeudamiento por los altos costos que significan.
A medida que aumentó el consumo, lo hizo el endeudamiento de los colombianos. De acuerdo al Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) la tasa de endeudamiento neto pasó de un 4,1% a un 7,2% en un año. En términos de pesos colombianos, se pasa de casi $11 billones en el tercer trimestre del 2020 a $22 billones en 2021 en igual período, es decir, hubo un incremento de 119,8% totales. Durante este periodo, los hogares pasan de préstamo a endeudamiento neto con niveles de $16.342mm a -$12.552mm, mientras que disminuyen su ahorro más del 100%.
A causa del gran aumento en el uso de las tarjetas de crédito y los préstamos de consumo e hipotecarios, la morosidad grave (60 o más días de demora en los pagos), sufrió un gran aumento en relación al año anterior, pasando de 4,2% al 5,4%. Se estima que es una cifra que está en alza, debido que hasta el mes de agosto seguía en vigencia el Programa de Acompañamiento a Deudores.
Se hizo notable, el aumento del pago de gastos familiares con tarjeta de crédito, pasando de 8,9% que se reportaba en 2020 a 13,3 %, dejando a la vista que es uno de los medios de pagos más utilizados en el último tiempo. Hasta el mes de julio del 2021, había un total de 14,7 millones de tarjetas activas, explicó la Superintendencia Financiera de Colombia.
Una de las razones del aumento del consumo en tarjetas de crédito, es que la tasa de inflación anual, sigue superando desde hace meses el aumento del salario mínimo. Esto provoca una disminución en la capacidad de compra de los colombianos.
La mayor alerta para los colombianos, es el poder enfrentar las grandes tasas de interés que se aplican sobre los gastos en las tarjetas de crédito, ya que cada banco define la tasa correspondiente y es algo recurrente que sean demasiado altas.
Otra de las opciones a las que recurren los ciudadanos son los préstamos con tarjeta de crédito, los cuales se caracterizan también por altas tasas de interés, lo cual guarda íntima relación con la facilidad para su adquisición, en cualquier momento, en un cajero automático, obteniendo así la suma de dinero deseada al instante. Además de las altas tasas de interés, se le suma la imposibilidad del usuario de poder elegir la cantidad de cuotas en las que quiere acceder al pago del mismo.
En el mes de octubre, la tasa de usura máxima, realizo una caída al 25,62% (a diferencia de los 25,79% anteriores). Las entidades con tasas de intereses más altas, es decir, las más cercanas al porcentaje máximo permitido cobrar por productos o servicios ante la ley son: Banco Falabella, con 25,61% y los bancos Popular, BBVA y Bancolombia con el 25,60%. En el caso opuesto, las corporaciones que poseen las tasas más bajas son Finandina, con 24,12%, el Banco Caja Social, con 24%, Confiar Cooperativo Financiera con el 21,50% y la entidad con el menor porcentaje es Coopcentral, con el 18%.
Es importante destacar, que existen otros productos crediticios noveles, como lo son las tarjetas que ofrecen las fintechs y los neobancos que trabajan en Colombia. Los productos ofrecidos por estos organismos digitales, no entran en la actualización que realiza la SFC (Superintendencia Financiera de Colombia) respecto a los valores de sus tasas de interés en sus ofertas de crédito, por lo que la información no se encuentra fácilmente como lo es en el caso de las entidades financieras tradicionales que se puede ver en la página del organismo regulador. Esto dificulta la posibilidad de elegir estos productos, los cuales tienen ciertas características que pueden ser atractivas para algunos usuarios.
Es sumamente importante poseer esta información al momento del uso de los servicios de entidades bancarias como la utilización de las tarjetas de crédito, créditos a los que es posible acceder, ya que son condiciones que deben ser aceptadas y bien estudiadas para no generar una morosidad y deuda cada vez mayor. Las tarjetas de crédito en Colombia, han sido de ayuda para momentos como los atravesados en el año 2020 con la pandemia del Covid-19, ya que estalló el mercado e-commerce y las ventas, pagos, transacciones de manera online por el impedimento de circular en la calle.
Los usuarios colombianos no deben perder de vista que detrás de los beneficios que otorgan estas compañías, se encuentra el rédito que buscan con estos productos y servicios que puede llegar a impactar negativamente a largo plazo para el bolsillo.
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