El precio de los combustibles ha escalado en gran medida en las últimas semanas. Y, es que, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha acrecentado esta subida de precios hasta el punto de que, en la actualidad, llenar el depósito de combustible resulta casi una inversión que hay que meditar durante cierto tiempo.
Este líquido no es el único que ha sufrido una subida en las últimas semanas, lo que está ocurriendo con el aceite de girasol es otro ejemplo claro acerca de que un conflicto puede afectar a una región de países. Ambos líquidos se han visto lanzados hasta la estratosfera, pero mientras lo del aceite de girasol parece quedar en anécdota, el combustible no.
De hecho, el gobierno de Francia ha tomado una decisión bastante drástica para rebajar el precio de la gasolina. La decisión que se ha puesto sobre la mesa ha sorprendido en gran medida a los franceses y, es que, su gobierno ha tomado la decisión que permitirá reducir el precio de la gasolina hasta 15 céntimos por litro.
Esta bajada supondría un soplo de aire fresco para aquellas personas que se han visto obligadas a pagar casi el doble de dinero por rellenar la misma cantidad de litros en su depósito. Y, es que, el precio del combustible no es algo que solo esté afectando a los vehículos y usuarios españoles, Europa está metida de lleno en este problema.
Lo que pretende hacer el gobierno de Francia es directamente aplicar una rebaja al precio del combustible. Los 15 céntimos de reducción serían por litro tal y como ha anunciado Jean Castex, primer ministro francés. La fecha en la que se llevaría esta rebaja sería el primer día de abril y el propio gobierno asumiría este descuento al repostar.
Sí, el gobierno tendría que hacer frente al descuento para que así las distribuidoras no noten la rebaja en el precio de los combustibles. De hecho, el gobierno de Francia se ha envalentonado y ha comentado que, si las distribuidoras se comprometen a asumir 5 céntimos, el total de ahorro por litro para los franceses sería de 20 céntimos.
Esta medida por parte del gobierno francés nos queda bastante cerca a nivel geográfico y, si un país de la Unión Europea puede asumir una propuesta de este tipo, en España también podría aplicarse. Y, es que, el descuento sería mucho más inmediato que modificar los impuestos que tienen relación son los carburantes.
Además, el descuento afecta directamente al usuario final y no a las empresas. Y, es que, una bajada de impuestos sería contraproducente debido a que, a nivel recaudatorio, los que se beneficiarían en especial de este movimiento serían las empresas y mucho menos los usuarios finales.
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