La primavera del invierno ha llegado y con ella vuelve un periodo momentáneo de frío al que hay que sobrevivir, pero con los precios de la electricidad y el gas por las nubes igual es mejor optar por calentadores caseros que se pueden fabricar con cosas de andar por casa.
Al empezar a investigar sobre cómo fabricar calentadores caseros nos hemos topado con una serie de directrices que es recomendable que sigas. La primera es tener cerca siempre un extintor o cualquier otro elemento destinado a apagar fuegos.
La siguiente recomendación es seguir siempre atentamente los pasos ya que así se evitará cualquier situación peligrosa que se pueda generar. Es de vital importancia que todo se realice de acuerdo a las indicaciones de los vídeos.
Calentador de alcohol
El primer calentador casero es bastante fácil. Los materiales necesarios para ponerlo en marcha son los siguientes: una lata de gran tamaño en la que pueda entrar un rollo de papel higiénico por completo, un rollo de papel higiénico y alcohol al 96%. Lo que hay que hacer es quitar el rollo tubo de cartón al papel, introducirlo en la lata, empapar el rollo en alcohol y encenderlo. Es recomendable que el invento repose sobre una superficie que no sea madera o cristal.
Calentador mini de 100 W
Lo cierto es que hay que tener una mayor preparación con este calentador casero. Lo esencial y necesario es un cable de resistencia que soporte 1000 W junto con 220 V además de ofrecer una resistencia de entre 55 y 60 ohmios. Además de esto hará falta una lata de atún pequeña, mezcla de cemento, un voltímetro, un enchufe, cable y un taladro para hacer agujeros a la lata de atún. Ahora toca cortar dos secciones pequeñas de la resistencia, hacer dos agujeros a la lata donde se montará el enchufe, mezclar el cemento e introducirlo en la lata. El siguiente paso es cablear las dos secciones de la resistencia al enchufe y cuando se enchufe a la corriente esta se pondrá roja generando calor.
Ventilador calefactor complejo
Este calefactor sigue los mismos principios que el calentador mini, solo que combina también la tecnología de un ventilador para distribuir el calor. Lo primero que hay que hacer es conseguir un cilindro de yeso o arcilla, este se puede hacer utilizando la mezcla para estos materiales y un tubo de PVC. Se le introducirán dos cables de acero de un extremo a otro. Tras esto se tallarán surcos alrededor de todo el tubo y este se pondrá sobre una base de arcilla o yeso. En los surcos se integrará un cable de resistencia que posteriormente se conectará a un enchufe que irá a la corriente. El efecto ventilador llega gracias a una turbina de pequeño formato que se coloca en la parte superior del encapsulado del calefactor.
Ventilador calefactor simple
No siempre hay que utilizar elementos complejos. Esta versión solo necesita un envase cilíndrico, un ventilador pequeño, una batería de petaca, cable de resistencia, tornillos y una pistola de silicona. El funcionamiento es parecido a lo visto, el cable de resistencia se unirá a los tornillos que, a su vez, están ligados con la batería por lo que la electricidad generará calor y este se enviará mediante el ventilador colocado en el fondo del tubo cilíndrico.
Panel solar de latas de refresco
Este puede ser el método más ecológico de los tres ya que se recicla una gran cantidad de latas. Para llevar a cabo esto se necesitan latas, muchas, pintura negra en spray, un par de ventiladores, tuberías de PVC y un marco de madera junto con un metacrilato. Hay que pintar las latas de negro, pegarlas formando columnas y luego colocarlas dentro de este encapsulado de madera con metacrilato. Se coloca en una dirección donde el sol pueda dar directamente y se integra por tuberías al hogar haciendo que se mueva el aire mediante los ventiladores.
Maceta lámpara que hace de estufa
El concepto es raro. Esta maceta se nutre de velas planas para conseguir calentarse y, además, al ser de un material que soporta muy bien el calor este se acaba distribuyendo de manera uniforme por la estancia en la que se encuentre. Lo recomendable es hacer varias de estas macetas para así conseguir generar más calor.
Estufa de alcohol
Puede que el alcohol no se use tanto como debería dentro de estas estufas, pero este es el ejemplo más sencillo y práctico. Lo necesario es una lata de cualquier tipo de bebida. Hay que partirla a la mitad con mucho cuidado y conseguir dos partes uniformes. En la base de la lata se realizarán agüeros por todo el contorno exterior. Tras esto lo que hay que hacer es conseguir que ambas partes de la lata vuelvan a encajar, el interior se rellena con alcohol y la llama empezará a salir por los agujeros que se han creado.
Ventilador calefactor de mayor tamaño
Al igual que los dos anteriores, este ventilador calefactor emplea los mismos materiales y principios. La única diferencia es la escala ya que en este caso necesitamos contar con elementos de mayor tamaño como un recipiente más grande, además, de un motor para el ventilador que sea potente y más longitud en el cable de las resistencias. Al ser de mayor tamaño se recomienda utilizar materiales ignífugos o que no ardan con facilidad.
Maceta decorativa calefactora
De todos los calefactores este puede ser el más bonito o estético. Lo necesario es una maceta de arcilla o cemento, gel inflamable que se utiliza en algunas lámparas de exteriores, canicas y piedras ornamentales junto con un vaso. Todo se coloca dentro de la maceta, se añade el gel o el bioetanol si se puede conseguir y lo siguiente es encenderlo para empezar a disfrutar del calor que desprende. Lo interesante es que aparte de emitir calor es capaz de adornar la estancia por completo y se puede utilizar perfectamente en exteriores como jardines o terrazas, tanto en verano como en invierno.
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