Es probable que, con el aumento de los precios de la luz, del gas, del combustible o de la cesta de la compra debido al conflicto bélico en Ucrania, hayas escuchado a menudo que la vida está por las nubes.
Yo digo esa frase cada vez que me preguntan cómo me las apaño para cambiar de móvil casi cada semana. Literalmente, mi vida está en las nubes...sí, en plural.
Como bien sabrás, en Computerhoy.com utilizamos como móvil personal entre 7 y 15 días cada móvil que analizamos. Solo así, usándolos 24/7 tal y como tú lo harías, se descubren las fortalezas y debilidades de cada smartphone.
Ya te contamos cómo era la experiencia de cambiar de un móvil Premium a uno de gama de entrada, pero al tener que usarlo como móvil personal, se une la complicación de tener que migrar los datos y apps personales que uso en el día. App del banco, redes sociales, chats de mensajería, contactos y fotos personales.
En ese contexto, subir mi vida a las nubes es una de las mejores decisiones que tomé hace tiempo. Haberlo hecho me permite presumir ante quien me pregunta cómo cambio de móvil dejándolo operativo en poco más de media hora (en mi cabeza dejo caer un micro con chulería al terminar la frase, como en el meme, BUM!).
Mi secreto personal para cambiar rápidamente de móvil se basa en dos elementos: un gestor de contraseñas y una nube pública.
Dado que la mayoría de móviles que analizamos se basan en sistemas Android, la sincronización de los servicios de Google es fundamental, por lo que antes de dar el salto conviene comprobar, desde el apartado Ajustes del móvil, que todos los contactos, correos y datos en general se han sincronizado.
Esto permite recuperar los datos cuando se vincula tu cuenta de Google en el nuevo terminal y la mayor parte del trabajo ya está hecha y sin apenas esfuerzo. Eso sí, te quedas sin excusa para no llamar a ese amigo pesado diciendo que, con el cambio de móvil, has perdido su número.
Google Play también lleva un registro de las apps de tu cuenta, por lo que las apps también se descargan en el nuevo terminal, bien directamente durante el primer inicio del nuevo teléfono desde el dispositivo anterior, o desde la propia app que, como un cuñado rencoroso, recuerda todo tu pasado.
Es aquí donde entra en juego el gestor de contraseñas, una de las primeras apps que ejecuto en un nuevo smartphone ya que sirve de llave maestra para iniciar sesión en el resto de apps que uso en el día a día sin que ello suponga un drama de contraseñas olvidadas o un laberinto de procesos de recuperación.
¡Para drama, las fotos! No, no es porque sea mal fotógrafo, pero es que, de media, en cada análisis hacemos entre 300 y 400 fotos para probar el rendimiento de las cámaras. Si el móvil es especialmente fotográfico, como el Samsung Galaxy S22 Ultra o el Google Pixel 6 Pro, la cifra se dispara más allá de las 500 fotos.
Como puedes imaginar, prefiero no inundar mis álbumes de recuerdos personales con series de fotos de los mismos edificios y lugares de mi pueblo.
No me malinterpretes, me encanta el lugar donde vivo, pero me costaría bastante argumentar ante un psiquiatra que todas esas fotos iguales no responden a ningún trastorno obsesivo, que solo analizo móviles. Aunque en ambos casos necesitaría un tratamiento psiquiátrico parecido.
Esas fotos se sincronizan con un espacio de almacenamiento ilimitado en la cuenta de Drive para empresas, mientras que mis fotos personales, menos numerosas, se seleccionan a mano y se guardan en Google Fotos o en mi NAS personal.
¿Y si analizo móviles de Huawei? Desde que el presidente Trump le cogió ojeriza a la marca china, mi vida en la nube ha tenido que adaptarse a la prohibición a Huawei de usar los Servicios Móviles de Google.
La marca china últimamente no presenta tantos móviles y se dedica más a portátiles, ordenadores y otros dispositivos para teletrabajar. Pero mantiene su gama P y recientemente hemos analizado su buque insignia P50 Pro.
Cuando toca analizar un dispositivo Huawei tiro de una copia de seguridad creada en la propia nube de Huawei, que ofrece hasta 15 GB de espacio gratuito. Esto es más que suficiente para guardar mi perfil y datos, que luego se restauran en los respectivos móviles o tabletas de Huawei que analizamos.
Algo parecido sucede con los dispositivos de Apple, donde la nube de iCloud me cubre dejando caer su lluvia de datos cuando me toca analizar alguno de los nuevos iPad o iPhone.
Y de ese modo, saltando de nube en nube como Goku sobre su nube Kinton, he conseguido que toda mi vida digital se aloje en una u otra nube haciendo mucho más rápido el cambio de dispositivo y pueda completar la migración en menos tiempo y sin pérdida de datos.
Espero que mi experiencia te sirva de ayuda para que, la próxima vez que cambies de móvil, no solo te acuerdes de Computerhoy.com para saber si ese smartphone al que le has echado el ojo merece la pena, sino que también recuerdes los consejos de este trotamundos digital para que cambiar de móvil sea mucho más rápido y sencillo.
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