Hay problemas, muchos problemas en el sector tecnológico en lo que respecta a suministro de componentes esenciales como chips y tarjetas gráficas, algo que afecta especialmente al sector del gaming.
Es el principal motivo por el que comprar una PlayStation 5 o una Xbox Series X es una utopía, algo que hace más y más atractiva a la Xbox Series S, que además es más barata, ya que la puedes comprar normalmente por 299€ o por solo 275€ ahora mismo en una tienda como Amazon.
Son muchos los motivos por los que la Xbox Series S merece la pena, y lo hemos podido comprobar en su análisis original, además de en el repaso que hemos dado a sus prestaciones en 2022, que nos ha reafirmado en que esta consola All Digital de Microsoft tiene un precio muy atractivo con o sin oferta.
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Hemos hecho un repaso a varios de los puntos fuertes que tiene y por qué comprarla ahora puede ser una buena decisión, en especial si el catálogo de Game Pass te parece atractivo.
No hay que perder de vista que su precio es ya bastante más asequible que el de otras consolas.
- Sin PS5 ni Series X a la vista esta es una de las pocas alternativas
- Game Pass: cientos de juegos por poco más de 10 euros
- Buen rendimiento y calidad gráfica incluso sin 4K
- Un tamaño que hace que quepa en cualquier sitio
No hay stock de PS5 ni de Series X y esta es una buena forma de esperar
Xbox Series S
Xbox Series S es la consola digital de Microsoft, una Xbox que comparte catálogo y muchas características de Xbox Series X, pero menos potente y enfocada a los servicios como Game Pass.
Cabría pensar que con el paso de los meses y de los años, la cantidad de PS5 y Xbox Series X iría finalmente en aumento, pero no solo no ha sido así sino que parece que es al revés y que cada vez es más complicado encontrar una consola de última generación.
Eso hace que, viendo el precio de la Series S, sea una buena forma de esperar a que los cuellos de botella se solucionen, ya que a pesar de tener sus limitaciones, es una consola que te permite ejecutar cualquier juego nuevo sin problemas, al menos de los que están en el catálogo de Microsoft.
Por 275 euros pocas pegas se le pueden poner. Es un precio equivalente por ejemplo al de Nintendo Switch (el modelo que no es OLED).
El catálogo de Game Pass hace que sea el soporte ideal para probar todo tipo de juegos por muy poco dinero
Game Pass es un servicio de videojuegos por suscripción que viene arrasando en los últimos años, y con razón. Primero en PC Windows y Xbox, ahora está también disponible en todo tipo de dispositivos iOS y Android gracias al juego en la nube del proyecto xCloud, que hemos podido probar y que es una auténtica revolución.
El precio del mes de Game Pass Ultimate es de 12,99 euros y te da acceso a cientos de juegos de todo tipo y género, con y sin instalación (algunos los puedes ejecutar directamente en la nube) y con los estrenos de Microsoft incluidos en lanzamiento, como ha ocurrido por ejemplo con la última entrega de Halo.
Si eres gamer, suscribirte a Game Pass es una de las mejores decisiones que puedes jugar. Si tienes una Xbox es directamente imprescindible y además es uno de los motivos clave para comprar una consola de Microsoft.
Aunque no se acerca siquiera al 4K, tiene un buen rendimiento con Ray Tracing
Uno de los hándicap más importantes de Xbox Series S es que su resolución no se acerca al 4K, algo que queda directamente reservado para Series X, aunque el rendimiento es excelente a la hora de mover cualquier juego, eso sí, en Full HD o 2K como mucho.
Dicho esto, sí que tiene Ray Tracing, que le da un toque de calidad a los gráficos de los juegos que lo soporten.
Evidentemente, si tienes un televisor 4K de calidad y de gran tamaño es mejor hacerte con una Series X o una PS5, pero habida cuenta de que es imposible, el 2K puede valerte.
Su tamaño es bastante más compacto que el de las consolas más potentes del mercado
Xbox Series S
Xbox Series S es la consola digital de Microsoft, una Xbox que comparte catálogo y muchas características de Xbox Series X, pero menos potente y enfocada a los servicios como Game Pass.
Una de las sorpresas de la nueva generación de consolas es que su tamaño es muy pero que muy grande, así que prácticamente necesitan una estantería para ellas solas, al menos en el caso de PlayStation y Series X.
Eso no ocurre con la Series S, y lo hemos podido comprobar. Es mucho más pequeña y tiene un tamaño similar a anteriores generaciones sin que esto afecte negativamente a su capacidad de refrigerarse.
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