El mercado de las tabletas no vive sus mejores días y solo unos cuantos modelos resisten el envite –con Apple a la cabeza con sus iPad Pro— de un mercado de portátiles avivado por las necesidades del teletrabajo y la movilidad.
Samsung es uno de los pocos fabricantes que sigue manteniendo una de las gamas más premium de tabletas que se acaba de renovar con su serie Galaxy Tab S8. Analizamos la Samsung Galaxy Tab S8 Ultra, todo un buque insignia que pone sobre la mesa la tableta Android más ambiciosa presentada hasta la fecha.
Equipar el hardware más potente del momento no sale gratis, por lo que la factura a pagar se coloca al nivel de sus prestaciones partiendo de los 1.149 euros que cuesta la versión WiFi con 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. Analizamos la Galaxy Tab S8 Ultra con 5G de 8 GB y 128 GB de almacenamiento y te damos nuestra opinión.
Samsung Galaxy Tab S8 Ultra | |
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Pantalla | SuperAMOLED de 14,6 pulgadas | Resolución de 2.960 x 1.848 píxeles | Formato 16:10 | Densidad de 240 ppp | Tasa de refresco de 120 Hz |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1 | Adreno 730 |
Memoria RAM y almacenamiento | 8 GB, 12GB y 16 GB | 128, 256 GB y 512 GB UFS 3.1 | Ampliable con microSD hasta 1 TB |
Cámaras | Principal: 13 Mpx f/2.0 | Ultra gran angular: 6 Mpx f/2.2 |
Cámara Frontal | Principal: 12 Mpx f/2.2 | Ultra gran angular: 12 Mpx f/2.4 con 120º |
Batería | 11.200 mAh | Carga rápida 45 W | Carga inalámbrica Qi de 15 W | carga inalámbrica inversa de 4,5 W | No incluye cargador |
Sistema operativo | One UI 4.1 | Android 12 |
Conectividad | 5G | WiFi 6 (802.11 ax) | Bluetooth 5.2 | USB-C 3.2 | Samsung DeX | A-GPS, Glonass, BDS, Galileo |
Dimensiones y peso | 326,4 x 208,6 x 5,5 mm | 726 gramos |
Precio | Desde 1.149 euros |
Análisis de Samsung Galaxy Tab S8 Ultra por apartados:
- Diseño y conectividad: lo de Ultra le viene al pelo por sus dimensiones dejando un hueco para el 5G
- Pantalla y sonido: la tableta con la pantalla más grande que he usado nunca y suena de maravilla
- Rendimiento y software: Snapdragon 8 gen 1 que puede con todo, incluso con One UI 4.1
- Autonomía: batería solvente para disfrutar de muchas horas, pero el cargador es un inconveniente
- Conclusión: Ultra parece un apellido pretencioso, pero en realidad solo la describe
Lo de Ultra le viene al pelo por sus dimensiones dejando un hueco para el 5G
Empezamos con uno de los apartados más espectaculares de esta tableta, y no es otro que su diseño. Lo primero que llama la atención es su tamaño. Realmente lo de Ultra le viene que ni pintado ya que estamos ante una de las tabletas más grandes que ha fabricado Samsung.
Tiene unas dimensiones de 326,4 x 208,6 mm, pero unos sorprendentes 5,5 mm de grosor que hace que al sujetarla con una sola mano se tema por la resistencia de la pantalla.
En realidad, estos son temores infundados ya que todo el cuerpo unibody está fabricado en aluminio dejando un peso de 726 gramos que poco a poco va haciendo ganar confianza en su solidez.
El diseño resulta muy familiar y sigue las pautas de las Samsung Galaxy Tab S7+ que ya analizamos, con una trasera totalmente plana con acabado en gris grafito entregando unos bordes igualmente rectos que suavizan el perfil con unas esquinas redondeadas que hacen más confortable su sujeción.
El rasgo más característico de la trasera lo marca la franja negra que se descuelga desde el módulo de la doble cámara trasera que sirve de indicativo para el lugar de carga magnética del S-Pen que se incluye junto a la Samsung Galaxy Tab S8 Ultra.
Como ya dijimos en el análisis de la generación, no creemos que este sea el lugar más indicado para cargar el S-Pen. Esta ubicación no protege el S-Pen durante su transporte y lo más fácil es que se suelte y se pierda en las profundidades de la mochila.
Cuando se está usando la tableta, no se tiene contacto visual con él –y bien podrías haberlo perdido sin darte cuenta—, y tampoco es el lugar más accesible si lo usas de forma intermitente durante la misma sesión. Un buen lugar es, por ejemplo, en la esquina superior derecha, donde cuenta con un soporte magnético, pero no se carga.
Basta un primer vistazo para advertir que se trata de una tableta que invita a ser usada en posición horizontal. Prueba de ello es la disposición de los botones situados en el lateral derecho, de forma que al girar la pantalla quedan más accesibles en la parte superior.
Otro indicativo es la posición de las cámaras frontales –sí, en plural— que abandonan el habitual borde superior, para pasar al lateral derecho. Al girar la pantalla sucede como con los botones y la tableta adopta su posición natural quedando la cámara en la parte superior de la pantalla para facilitar su uso en videollamadas.
Los marcos de la pantalla son bastante estrechos y simétricos en todo el perímetro salvo por el notch que aloja las cámaras frontales. No es un notch demasiado voluminoso y se limita a enmarcar el espacio que ocupan las cámaras en la pantalla.
A ambos lados del notch se ubican los iconos de la barra de notificaciones, por lo que no resulta molesto cuando se está usando la tableta y, a la hora de ver series o películas, se pierde en una pantalla de esas dimensiones.
Samsung acostumbra a no dejarse nada en el tintero en cuanto a la conectividad de sus tabletas de la gama Galaxy S y la Galaxy Tab S8 Ultra no iba a ser una excepción.
Al USB de tipo C, a la bandeja híbrida para alojar una tarjeta nanoSIM con soporte 5G integrada y a una tarjeta de memoria MicroSD, se le suma la última versión del estándar WiFi 6e y Bluetooth 5.2.
Pese a ser una tableta con un tamaño tan generoso, no contamos con un jack para auriculares, pero sí cuatro altavoces situados en la parte inferior y superior, muestra, una vez más, de que estamos ante un dispositivo diseñado para ser usado en horizontal.
En el lateral izquierdo encontramos los pines que sirven de conector para teclados y accesorios. En nuestro caso, Samsung ha acompañado a la unidad de prueba con una funda con teclado Samsung Cover Book diseñada específicamente para este modelo mejorando la experiencia de uso.
La tableta con la pantalla más grande que he usado nunca y suena de maravilla
En una tableta de semejantes dimensiones, Samsung no ha perdido la ocasión de lucirse con una espectacular pantalla Super AMOLED de 14,6 pulgadas con una resolución de 2.960 x 1.848 píxeles en formato 16:10.
Esto deja una pantalla que se ve sorprendentemente bien pese a que deja una densidad de 240 ppp con la Samsung se la ha jugado acercándose demasiado al límite de empezar a mostrar dientes de sierra en los bordes de los gráficos y el texto.
El formato de 16:10 me parece un compromiso más que aceptable para situarse a medio camino entre la comodidad a la hora de ver series y vídeos, en los que mostrará unas pequeñas bandas negras y que al ampliarlo no se pierda demasiado contenido, y un formato más cuadrado para productividad.
Lo compensa con una tasa de refresco de 120 Hz que se deja notar al moverse por textos largos manteniendo la nitidez y una entrega de brillo medio de 887 luxes y picos de hasta 1.484 luxes.
Este brillo se traduce en una pantalla que representa muy bien los colores apoyándose en el buen contraste que ofrecen los paneles AMOLED que permite ver contenido en HDR10+ con una excelente calidad, por lo que es una tableta muy adecuada como segunda pantalla para ver Netflix en movilidad.
Desde el menú de Ajustes puede elegirse el perfil de color de la pantalla. En nuestro caso, te recomendamos mantenerlo en Intenso y, en todo caso, corregir el balance de blancos para adaptarlo a tu gusto.
Tener una pantalla de esas características invita a tocarla y a utilizar el S-Pen sobre ella como una tableta gráfica. La experiencia ha resultado ser muy buena, con una latencia muy baja que hace que el uso sea muy natural e intuitivo.
En algunas apps, Samsung afianza esta naturalidad en el uso acompañando los trazos del S-Pen con el característico sonido que produce la fricción de la mina del lápiz deslizándose por el papel.
Es un lápiz ligero y manejable que amplía sus funcionalidades desde el menú del S-Pen, permitiendo hacer capturas, crear notas rápidas o lanzar apps de anotación y pintura de forma rápida.
La pantalla no es lo único que brilla en el Samsung Galaxy Tab S8 Ultra, el sonido acompaña a una pantalla de gran formato gracias a sus cuatro altavoces afinados por AKG.
Estos altavoces sacan partido al sonido Dolby Atmos entregando un audio potente y bien direccionado que consigue mover el sonido por toda la pantalla. El inconveniente es que, si no utilizas el soporte de la funda con teclado, es más que probable que termines tapando los dos altavoces inferiores con las manos al sostener la tableta.
Snapdragon 8 gen 1 que puede con todo, incluso con One UI 4.1
Uno de los componentes que justifica el alto precio que hay que pagar por la Samsung Galaxy Tab S8 Ultra es contar con el procesador más potente del momento: el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1.
Se trata de un procesador fabricado en 4 nm capaz de afrontar cualquier tarea sin titubear y lo hace acompañado por 8, 12 o 16 GB de memoria RAM dependiendo de la versión. La unidad que estamos probando es la más básica con conectividad 5G y viene con 8 GB de RAM con 128 GB de memoria.
Los benchmarks muestran la mejora en el rendimiento de esta tableta con respecto a la generación anterior destacando los 878.229 puntos de AnTuTu frente a los 480.586 puntos que alcanzaba la Samsung Galaxy Tab S7+.
Esto se traduce en una fluidez total al ejecutar cualquier tipo de aplicación, incluidas las de edición de fotografía como Photoshop Express o los juegos más exigentes.
Samsung Galaxy Tab S8 Ultra | Samsung Galaxy Tab S7+ | Lenovo P12 Pro | Xiaomi Pad 5 | |
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Procesador | Snapdragon 8 gen 1 | Snapdragon 865 Plus | Snapdragon 870 | Snapdragon 860 |
Geekbench 5 Single | 1.220 puntos | 937 puntos | 956 puntos | 655 puntos |
Geekbench 5 Multi | 3.351 puntos | 2.720 puntos | 3.040 puntos | 2.625 puntos |
3.351 puntos | 2.720 puntos | 3.040 puntos | 2.625 puntos | |
AnTuTu | 878.229 puntos | 480.586 puntos | 704.303 puntos | 566.998 puntos |
Si Genshin Impact ya es un juego espectacular en una pantalla de 6,7 pulgadas, ¿imaginas cómo se disfruta este tipo de juegos en una AMOLED de 14,6 pulgadas con una bestia bajo el capot de la talla del Snapdragon 8 Gen 1?
No es el único título que hemos podido disfrutar sin que el rendimiento se vea mermado por ejecutarlo en una pantalla con tanta resolución. PUBG o Asphalt 9 se han ejecutado con muy poco tiempo de espera y sin que el procesador acuse caídas de rendimiento.
La memoria de almacenamiento cumple con el estándar UFS 3.1, por lo que recomendamos apostar por la mayor capacidad de almacenamiento interno posible, y no delegar todo el peso del almacenamiento a la tarjeta microSD externa que nunca podrá ofrecer el mismo rendimiento.
Sin dejar de lado el apartado del hardware, mención especial para el conjunto de cámaras que monta esta tableta.
No soy un gran entusiasta de las cámaras traseras de las tabletas, y lo cierto es que no le veo demasiado sentido a estas cámaras, más allá que el de escanear documentos o hacer alguna foto puntual para usar en la propia tableta.
Mi principal argumento es que una tableta es el dispositivo menos ergonómico para fotografiar del mundo…pues la Galaxy Tab S8 Ultra acaba de marcar un nuevo hito. Si ya me parecía ridículo hacer fotos o vídeos con una tableta de 10 pulgadas, Samsung sube la apuesta hasta las 14,6 pulgadas.
A pesar de ello, la calidad de la cámara principal de 13 Mpx con apertura f/2.0 y de la Ultra gran angular de 6 Mpx es más que aceptable en condiciones de buena luz. Obviamente, la fotografía no es la prioridad, pero debo decir que se defiende con dignidad. El ruido no tarda en hacer acto de presencia en interiores y escenas con poca luz.
Las cámaras frontales comparten la misma filosofía que las traseras, pero integrando sensores de 12 Mpx para una lente principal y una gran angular que permite adaptar la amplitud del encuadre utilizando Inteligencia artificial para detectar a las personas y abrir el plano o cerrarlo, ajustando el encuadre de forma automática.
He probado este sistema de encuadre automático en videollamadas con Meet y no me ha funcionado, quedando sujeto a compatibilidad con Google Duo y Zoom. Por todo lo demás, la Galaxy Tab S8 Ultra ha conseguido una videollamada con muy buena calidad de imagen y sonido.
Parte responsable de ese buen rendimiento también recae sobre el software, que en esta ocasión viene de la mano de la capa de personalización One UI 4.0 de Samsung corriendo sobre Android 12.
El resultado de esta combinación es muy bueno, pero One UI debe su fluidez a correr sobre el mejor hardware del mercado, ya que cada vez es una capa más pesada. Por suerte, esta tableta saca todo el provecho del Snapdragon 8 Gen 1 ofreciendo una experiencia multiventana y multitarea muy pulida.
Como ya hemos dicho, la posición de uso ideal de la Galaxy Tab S8 Ultra es en horizontal y preferiblemente unida a una funda con teclado Samsung Cover Book para convertir la tableta en un portátil al uso.
Es en ese contexto donde Samsung DEX, cobra importancia y se convierte en la mejor opción para productividad habilitando la vista de escritorio. De hecho, habilité la opción que activa automáticamente este modo de escritorio para Android cuando se conecta el teclado de la Cover Book.
Tal vez, me ha faltado mejorar la integración del S-Pen en el sistema, no tanto a la hora de usarlo en tareas de diseño o en apps específicas, sino en integrarlo más en el uso diario.
El sistema reconoce perfectamente los gestos del S-Pen activo y tiene una respuesta muy natural sobre la pantalla, pero me hubiera gustado poder escribir directamente sobre los campos de edición de documentos, en búsquedas, etc, sin tener que cambiar cada vez la configuración del teclado para que reconozca la escritura.
Batería solvente para disfrutar de muchas horas, pero el cargador es un inconveniente
La autonomía es otro de los puntos fuertes de esta tableta que compensa el alto coste energético del hardware más potente del mercado, con una gran batería de 11.200 mAh que ha resistido toda la jornada de trabajo con batería de sobra para no ir apurado.
A la hora de cargarla encontramos algunos inconvenientes ya que no incluye cargador en la caja. La Galaxy Tab S8 Ultra es compatible con la carga rápida de 45 W de Samsung, pero para cargar a esa potencia tendrás que comprar aparte el cargador rápido.
Si no tienes ese cargador, la carga se ralentiza considerablemente. En nuestro caso, hemos utilizado nuestro habitual cargador USB-PD de 65 W de pruebas, pero al no ser el oficial de Samsung no se activa la carga rápida y el proceso se ha alargado más de la cuenta.
En este caso, la carga ha tardado 2 horas y 6 minutos en alcanzar el 50% de la carga, y algo más de 4 horas y media en completar el 100%. Es un tiempo excesivo, por lo que recomendamos comprar el cargador rápido con que se reduce el tiempo de carga a poco más de 1 hora.
Ultra parece un apellido pretencioso, pero en realidad solo la describe
Últimamente nos estamos acostumbrando a apellidos rimbombantes y pretenciosos del tipo Pro, Max, Master o, como el caso de esta tableta, Ultra.
Hemos de decir que, tras haberla probado a conciencia, lo que en un principio parecía un apellido pretencioso ha terminado por convertirse en un simple adjetivo que describe a una tableta enorme en todos los sentidos.
En cuanto a sus dimensiones, bueno, salta a la vista. Es una tableta con unas dimensiones que pueden ser excesivas si buscas viajar ligero o solo quieres utilizarla para el entretenimiento. Por su tamaño, no puede llevarse en cualquier bolso.
En cambio, para trabajar, pintar o diseñar, la pantalla AMOLED de 14,6 pulgadas te va a parecer el paraíso y el S-Pen el camino para conseguir la felicidad. El S-Pen activo funciona muy bien, aunque le queda margen de mejora en cuanto a integración en el sistema.
Lo mismo sucede en el apartado del rendimiento. El Snapdragon 8 Gen 1 saca músculo y literalmente puede con todo, tanto en tareas de productividad como en juegos y ocio.
El lado negativo es que todo ese buen desempeño tiene un coste y su precio se corresponde con el de un dispositivo de gama alta premium. La Samsung Galaxy Tab S8 Ultra parte de un precio de 1.149 euros en su modelo WiFi más básico, mientras que la unidad con 5G que hemos probado sube hasta los 1.299 euros.
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