La Fórmula 1 no solo es uno de los mejores deportes del motor del mundo. También es un laboratorio de pruebas donde muchas marcas innovan con tecnologías que años más tarde acaban en los coches de calle. Mayor potencia, eficiencia, seguridad ...
Puede que conozcas o no algunos de estos hitos mecánicos, pero desde luego que no solo los noticias /deportivos" target="_blank" title="Coches deportivos">coches deportivos se benefician de ellos. ¡Estas son las tecnologías que la F1 ha exportado a los coches de calle!
Uno de los componentes más importantes es el turbo, que como su propio nombre indica, es una turbina que comprime aire y lo manda al motor a través de la admisión aumentando considerablemente la potencia de un bloque.
En la década de los setenta, Renault comenzó a cambiar las tornas de la competición desbancando al V8 atmosférico de Cosworth, y a partir de entonces los equipos con unidades de potencia turbocargadas demostraron ser mucho mejores (sobre todo en pistas a gran altura, como Kyalami, en Sudáfrica).
Raíles e inyectores Bosch.
Bosch
Al contrario que los sistemas mecánicos convencionales, la inyección electrónica es controlada por la ECU y permite dosificar la cantidad de combustible que entra a los cilindros dependiendo de la exigencia del conductor sobre la potencia.
Además, las emisiones de agentes contaminantes también se ven reducidas. En líneas generales, aumenta enormemente la eficiencia de los motores actuales. Como curiosidad, la inyección electrónica ya se vio brevemente en coches clásicos, como el Mercedes 300 SL Gullwing gracias a Bosch.
La suspensión electrónica es un sistema de regulación independiente de los amortiguadores o sistemas de suspensión.
Una centralita controla una serie de electroválvulas o motores que permiten modificar el perfil de dureza, rigidez o altura de las suspensiones dependiendo del modo de conducción o la posición del coche en curvas.
Lotus y Williams fueron los primeros en investigar esta tecnología de suspensiones adaptativas a finales de la década de los ochenta, siendo el equipo Williams el mayor beneficiado de ello. El FW14B fue el monoplaza que dominó la temporada 1992 de largo, con Nigel Mansell y Ayrton Senna al volante.
Para 1993, todos los equipos desarrollaron sus versiones, pero la creciente velocidad en curvas y algunos problemas preocupantes obligaron a la FIA a prohibir este tipo de suspensiones en Fórmula 1 a partir de 1994.
Frenada delantera del McLaren 765lt Spider.
Banzai Motorsport
Son pocos los coches que los llevan, y generalmente solo los deportivos. Este tipo de discos carbocerámicos están formados por una combinación de metales, carbono y componentes cerámicos que les permiten aguantar altísimas temperaturas sin perder rendimiento.
A finales de los años setenta, el equipo Brabham fue el que introdujo estos carísimos pero seguros sistemas en sus frenos, y desde entonces se han vuelto un estándar en competición y en ciertos coches de gama alta.
Levas de Alpina en el volante del BMW Alpina B4 Gran Coupé.
Alpina
Hasta prácticamente los años noventa, noticias /motor/formula-1-incorporara-2023-carrera-nocturna-vegas-1041763">los Fórmula 1 contaban con cajas de cambios convencionales mediante palanca. Sin embargo, Ferrari decidió dar un vuelco al panorama en 1989 optando por un sistema manual dentro de la caja de cambios automática.
Así nacieron las levas en los volantes, un componente que puede verse actualmente en la gran mayoría de coches automáticos y que te permiten tener una conducción más deportiva y controlar con precisión el cambio de marchas.
Esta noticia se publicó originalmente en TopGear ES.
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