Motorola es una de esas compañías con mucha solera en el mercado y, tras unos años en los que parecía que estaban en una especie de travesía por el desierto, en 2020 y 2021 va dando señales de recuperación y de querer volver por sus fueros.
¿Cómo? Pues lanzando modelos que poco a poco se iban ajustando mejor al precio de mercado y, sobre todo, con terminales que son muy robustos en el día a día. Hace unos meses analizamos un auténtico tanque, un Motorola Moto G100 que nos encantó y, ahora, es el momento de ver qué tal ha salido el nuevo Edge.
Ya te avisamos que es uno de esos móvil es que más nos han gustado, por experiencia de usuario, de los que hemos analizado este 2022. Y, dicho esto, aquí va nuestra review del Motorola Edge 30 Pro.
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Apartados del análisis del Motorola Edge 30 Pro:
Lo primero que vas a pensar si compras este Edge 30 Pro es que es un móvil enorme. Y no es para menos, ya que las dimensiones ahí están y no solo es alto, sino también ancho. Es de esos móvil es que cuesta controlar con soltura con una sola mano por la calle.
Tiene un panel plano y eso puede hacer que parezca que tiene un marco más ancho de lo que realmente es, pero la verdad es que no es algo que me haya llamado la atención más de la cuenta, sobre todo con casos como el del Pixel 6.
Las esquinas son redondeadas y en la trasera también tenemos laterales curvados que mejoran el agarre, pero está claro que si no te gustan los teléfonos muy grandes, este no es para ti. Si adoras este tipo de dimensiones, entonces... sigue leyendo.
Ya que estamos en la trasera, es de cristal y tenemos un bonito color azul con un gradiante que depende de cómo incida la luz. Es bonito, creo que elegante y no considero que sea muy resbaladizo. Eso sí, aunque tiene cierto acabado mate, las huellas se quedan con facilidad.
En la caja viene una funda, pero es bastante normalita y yo lo he estado usando sin ella porque me gusta la trasera. Lo que no me gusta tanto es el módulo de cámara.
Sobresale un poco y tiene un diseño cuidado, ya que "nace" de los laterales y es más ancho en el centro, como un badén de los que hay en las calles de las ciudades para que reduzcamos la velocidad, pero alrededor de los anillos de las lentes y del propio módulo se acumula muchísimo polvo.
De hecho, el que se acumula en los alrededores del módulo se ha "metido" y no puedo limpiarlo. Y justo al lado de ese módulo están los botones en unos laterales que son de plástico. Están todos en el mismo lateral y Motorola por fin se ha olvidado del tercer botón para Google Assistant, pero están en una posición horrible.
Es decir, no se pueden poner más arriba y eso, en un móvil grande, es un grave fallo de diseño porque te obliga a hacer un gesto con la mano cada vez que quieres cambiar el volumen o desbloquear el terminal con el pulgar de la mano derecha.
Es un sensor capacitivo rapidísimo, de los mejores que he probado, pero la ubicación está muy mal pensada. Por favor, Motorola, los botones más centrados y más en móvil es tan grandes como este.
Y no tenemos certificación contra salpicaduras y polvo de forma oficial, pero vemos que en la ranura de la SIM tenemos cierta protección, algo que se agradece, y es una bandeja para dual SIM , ya que no se puede ampliar el almacenamiento.
Cuando encendí el móvil por primera vez tuve la sensación de tener una pequeña tablet entre manos. Son 6,7", un tamaño que es bastante habitual en la gama alta, pero como no tiene los laterales curvados sino planos, la sensación es la de que esas 6,7" se estiran algo más.
Para que te hagas una idea, el Find X5 Pro, que no es pequeño precisamente, tiene una anchura de 73,9 mm mientras que este Motorola tiene 76 mm. Pero bueno, no voy a llegar ahora a quejarme por las pantalla s planas, ni mucho menos, y es algo que agradezco en este terminal.
Sí, las pantalla s curvadas se han establecido como una especie de requisito en la gama premium, pero prefiero paneles planos como los de este Motorola o el del realme GT 2 Pro, por citar otro móvil TOP de este año.
Si nos metemos de lleno con la pantalla , se trata de un panel OLED que cuenta con una resolución de 2.400 x 1.080 píxeles. No es una resolución WQHD+, pero tampoco es que la necesitemos en este rango de precio.
Lo que sí tenemos es un muy buen nivel de brillo, algo que me ha alegrado ver en este modelo. Son 1.230 luxes de media con una desviación bastante pequeña y ese alto nivel de brillo permite ver el contenido en cualquier situación.
Eso sí, creo que el sensor, aunque trabaja bien en exteriores marcando el brillo máximo, en interiores se queda un poco por encima del porcentaje que debería colocar, haciendo que tenga que ir a bajarlo manualmente.
Ojo, puede que esto no te moleste porque cada uno es un mundo con el brillo de la pantalla de su móvil , pero que lo sepas. Por lo demás, tenemos una pantalla espectacular para consumir contenido tanto en forma de videojuegos como de vídeos.
El refresco de 144 Hz, aunque no lo vamos a aprovechar para juegos porque hay títulos contados que lleguen a sacar jugo a ese refresco, hace que todo vaya superfluido. Eso sí, considero que a 60 Hz también va bien gracias a la fluidez del sistema y, como te contaré más adelante, la batería te va a durar mucho más a 60 Hz.
Dicho esto, tenemos varios ajustes de personalización de pantalla tanto de los colores del panel como de elementos más prácticos como la escala de los textos o el número de aplicaciones en una parrilla virtual. Con la configuración por defecto, la verdad, me he sentido genial.
Es cierto que apps como WhatsApp tienen la escala algo pequeña, pero en cuanto me acostumbré me sentí "como en casa".
Y algo que me ha gustado es el sistema de sonido. En esta gama no tenemos jack de 3,5 mm, ni se espera a estas alturas, pero sí tenemos un buen sistema de sonido estéreo formado por el altavoz inferior y el auricular de llamadas.
El altavoz inferior es algo más potente, pero al final los dos trabajan de forma más que correcta para ofrecer una muy buena experiencia en juegos, música o vídeos. Eso sí, hay dos cosas que no me gustan mucho.
La primera es que no vas a poder subir el sonido más del 80% sin que algunas frecuencias se empiecen a picar. La segunda es que, aunque parece que la ranura del auricular es muy grande, realmente solo es una pequeña porción en uno de los laterales de la misma.
Cuando he hablado por teléfono o escuchado mensajes de Telegram o WhatsApp, siempre termino recolocando el móvil por esa posición descentrada del auricular.
Que no es un drama, lo sé, e imagino que tendrá esa posición para no interferir con el sensor de la cámara selfi en el centro del panel, pero es lo que me ha ocurrido y lo comento.
Y hablando de escuchar mensajes de WhatsApp por el auricular: tenemos sensor de proximidad, así que las cosas funcionan como tienen que funcionar y la pantalla se apaga automáticamente cuando toca.
Y en el interior, Motorola no se ha guardado nada. Tenemos el Snapdragon 8 Gen 1, el mismo SoC que vemos en el Oppo Find X5 Pro o en móvil es gaming como el Red Magic 7 del que os hablamos hace unas semanas.
Está acompañado por 12 GB de memoria RAM y el móvil , y me vas a perdonar la expresión, va como un cohete.
Los test sintéticos están ahí y están bien para ver el rendimiento "bruto" de un terminal, pero al final del día lo más importante es la experiencia de usuario y, ahí, el Motorola está entre los mejores gracias a una versión muy limpia de Android 12.
Tiene cierta personalización en aplicaciones, gestos como el de agitar el teléfono para encender la linterna o la estética y funciones de la app de cámara, pero en general es una versión muy limpia del sistema de Google que nos recuerda al que Google Pixel 6">probamos en el Pixel 6.
Además, en el día a día es rapidísimo gracias a una buena velocidad de la memoria, la multitarea va perfecta, no tengo problemas con el modo noche en los titulares de Discover y tenemos algo tan útil como el 'Ready for' que convierte el móvil en un PC .
Puedes conectar este Edge 30 Pro a una pantalla por cable y a ciertas teles vía conexión inalámbrica para tener una versión de escritorio de Android .
Y... ¿qué tal para jugar a títulos como Genshin Impact? Con el Snapdragon 8 Gen 1 no vas a tener ningún problema, pero la duda no es si vamos a poder jugar a todo en ultra, sino si hay estrangulamiento térmico.
Se calienta, sí, algo intrínseco a este SoC, pero creo que la solución térmica de Motorola podría no ser la mejor. En juegos no he notado parones y caídas de rendimientos excepto en Genshin Impact cuando llevo unos 20 minutos de partida.
En el test que realizamos para comprobar el estrangulamiento, pudimos observar que, tras unos 12 minutos, el rendimiento del SoC comenzaba a bajar. Es un test extremo, pero sí, hay estrangulamiento térmico.
Una de mis preocupaciones cuando me puse el Edge 30 Pro como mi móvil personal era la autonomía. El Snapdragon 8 Gen 1 junto a esa pantalla grande y brillante, además de los 144 Hz, no se iba a llevar demasiado bien... en teoría.
Al final, con mi uso no he tenido una mala batería y, de hecho, te da para llegar de forma holgada al final de la jornada, pero va a depender de dos factores: el refresco que tengas y si juegas.
Jugando y con los 144 Hz activados, además de con todas las notificaciones que tengo al contar con el mail de Computer y sus redes, he tenido para unas cinco horas y media de pantalla , una cifra que no me parece mala.
Aunque, claro, si con mi mismo uso bajo a los 60 Hz, la cosa cambia y tengo algo más de seis horas y media, siendo un cambio muy importante.
Al final, es una tasa muy elevada y, sinceramente, habría puesto 120 Hz en lugar de esos 144 Hz. No hay una gran diferencia entre las dos frecuencias y la de 120 Hz consume algo menos de batería.
Pero bueno, creo que, teniendo en cuenta el hardware, los 4.800 mAh dan de sí y, además, para cargarlos tenemos un cargador de 68 W incluido en la caja.
Es curioso porque llega al 90% en 28 minutos y, a partir de ahí, comienza a cargar mucho más lento hasta completar el 100%. Se trata de una medida de seguridad de algunos terminales, pero esta se suele realizar cuando cargamos el móvil por la noche.
De la manera que sea, se trata de una muy buena carga rápida que en apenas 12 minutos nos da el 50% y ese 90% en menos de media hora. Y sí, Motorola no se olvida de la carga inalámbrica y de la carga inalámbrica inversa, aunque en estos dos casos no es para tirar cohetes al quedarse en 10 y 5 W respectivamente.
En móvil es de 400 euros o menos asumimos que las cámaras, en la mayoría de modelos, es el apartado que sale perjudicado cuando las compañías meten procesadores y pantalla s potentes y con una alta tasa de refresco.
Sin embargo, cuando nos movemos en el rango de precio de este Motorola, la cosa cambia y tenemos que empezar a ser más exigentes. Y, precisamente, aquí creo que la compañía china no ha montado el conjunto de cámaras que debería haber montado.
El principal es un sensor de 50 megapíxeles que tiene apertura f/1.8 y estabilización óptica. No es un sensor pequeño, tiene un buen tamaño de píxel y el resultado es correcto en prácticamente todas las situaciones.
El procesado creo que intenta conseguir fotos naturales y el balance de blancos acierta en casi todos los casos, pero en días grises, dependiendo de los elementos que haya en la zona de captura, puede que ese balance de blancos se corrompa un poco.
No considero que sea muy grave, es natural hasta cierto punto y, como digo, creo que tenemos un buen sensor y cámara prinicpal para hacer fotografías de noche, de día o en interiores. Eso sí, el procesado no es perfecto y he visto dos cositas que no me gustan demasiado.
En el prinicpal veo aberración cromática en algunas situaciones, algo que es natural, pero que se debería corregir por software en el procesado. Además, no hay ruido en la imagen debido a un filtro denoise muy agresivo tanto con buena como con mala luz.
Esto provoca que, sobre todo de noche, las texturas tengan un ligero efecto acuarela. Esto se intensifica cuando hacemos fotos con el gran angular que, pese a tener 50 megapíxeles, es un sensor pequeño, con píxeles pequeños y con poca nitidez en general, tanto con buena como con baja luz. Este gran angular, por cierto, hace la función de macro, pero es bastante normalito
La correspondencia de color entre el gran angular y el prinicpal difiere en elementos como el cielo, pero en el resto de la toma considero que el procesado es bastante similar y, acompañando a estos dos sensores, tenemos un sensor de profundidad de 2 megapíxeles que no logro entender.
Es el típico que hemos visto en tantos y tantos modelos de gama media y de entrada y que no aporta absolutamente nada.
Lo que no solemos ver son sensores frontales de 60 megapíxeles y el resultado es bueno, pero de nuevo tenemos una interpretación de colores que varía dependiendo de dónde estemos.
Y algo que tampoco entiendo es el apartado del vídeo porque me gusta el vídeo que es capaz de capturar, tiene buena estabilización y captura bien el sonido, pero no entiendo que el máximo para 4K sean 30 fps y no 60. Además, los colores tiran un poco al magenta.
En un móvil de este precio y con este procesador, deberíamos tener 4K60. Es una grabación que no está disponible en ninguna de las cámaras y que, como digo, no llego a entender por qué cuando, por ejemplo, sí tenemos una grabación a 8K.
La cámara frontal, eso sí, también es capaz de grabar a 4K, pero de nuevo a 30 fps. Y, al final, la sensación que tengo es descafeinada en este apartado tanto por el macro que no aporta nada como por un procesado que no está a la altura del precio.
Aquí creo que Motorola debe ponerse las pilas, ya que es algo de software puro y duro.
Creo que Motorola ha dado en el clavo en varios apartados de este modelo. Realmente llevan años haciendo bien las cosas en lo que a experiencia de diseño se refiere. También tenían pantalla s correctas y diseños que no eran rompedores, pero que demostraban una intención por hacer las cosas bien en la gama media.
En la gama más top, sin embargo, no terminaban de dar con la tecla y, excepto algunos ejemplos como el Moto G100, cuando intentaban hacer cosas distintas sacaban cosas como el Edge 20 Pro con unos laterales extremadamente curvados y un precio altísimo.
Este Motorola Edge 30 Pro es mucho más conservador en diseño, pero monta una muy buena pantalla con un nivel de brillo a la altura de los móvil es de gama más alta, así como una batería que da la talla y una carga de 68 W con cargador en la caja.
¿Lo mejor? Pues que tenemos Snapdragon 8 Gen 1, una auténtica bestia que te va a permitir ejecutar cualquier juego por exigente que sea y, además, una muy buena experiencia de usuario gracias a una versión muy, muy limpia de Android 12.
Ha sido una gozada utilizar este móvil durante esta última semana, pero cuando tienes un móvil de 800 euros entre manos esperas que las cámaras acompañen y aquí, tanto por el procesado como por la cámara macro, eso no pasa.
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No es una mala cámara y seguramente muchos estaréis contentos, pero está muy lejos de lo que vemos en el realme GT 2 Pro, por ejemplo, que está incluso más barato que este Motorola.
Pero bueno, dicho esto, me alegra ver que Motorola tiene, por fin, un móvil potente y con buena pantalla para competir contra la gama alta.
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