La dentición suele empezar cuando los bebés tienen entre 6 y 12 meses, aunque en algunos casos los primeros dientes pueden aparecer antes o incluso un poco más tarde. En algunos casos muy raros, los recién nacidos pueden nacer con un diente ya erupcionado, o les sale un diente en las primeras semanas.
Los médicos siempre suelen recordar que el proceso de crecimiento de los dientes no es una competición y que cada niño y niña es un mundo.
Y es que incluso a veces, los dientes del bebé pueden salir sin dolor ni molestias, por lo que es posible que no te des cuenta de que le están saliendo los dientes hasta que veas la primera señal de un pequeño diente blanco. Sin embargo, para otros bebés, la dentición sí causa molestias.
Los síntomas más comunes de la dentición pueden ser: babeo, sarpullido en la cara por este, masticar objetos, irritabilidad y mal humor, negarse a comer o incluso temperatura ligeramente elevada, de unos 37,2 °C.
Ahora bien, aunque como decimos no tiene por qué ser siempre así, por regla general verás cómo primero le salen los dos dientes delanteros de abajo y después los dos de arriba y saldrán entre los 4 y los 7 meses de edad.
A continuación, los dientes pueden salir de dos en dos, uno a cada lado de la boca. Pero este patrón puede variar, y hay muchos factores que pueden influir en la cronología.
Por término medio, los bebés tienen:
Si tu hijo no tiene ningún diente a los 18 meses, acude a un dentista pediátrico para que lo evalúe. En raras ocasiones, un problema médico subyacente puede causar un retraso en la dentición. Esto puede incluir: des nutrición , deficiencia de vitaminas o tiroides poco activa.
Así mismo, si te preocupa que haya pasado un tiempo desde que a tu hijo le salieron uno o dos dientes por última vez, habla con tu pediatra.
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