En verano pasamos más tiempo al aire libre. En la playa, en la piscina, de excursión, de camping... Estamos más en contacto con la Naturaleza, y a veces esa misma Naturaleza nos desvuelve más "contacto" del que desearíamos...
De vuelta a casa, quizá descubras que tienes un pequeño bichito en la cabeza, el brazo o las piernas. Está agarrado a la piel y no se suelta. Lo más probable es que sea una pulga o una garrapata. ¿Qué debemos hacer?
El primer consejo es no tirar del bicho, ni matarlo. Sus "dientes" podrían quedar dentro de la piel y provocar una infección.
Es importante extraerlos correctamente porque ciertos tipos de garrapatas pueden transmitir la enfermedad de Lyme. Se ve enseguida porque alrededor de la picadura aparece un círculo rojo bastante grande.
En una infección bacteriana que si no se trata puede provocar dolores de cabeza severos, artritis, dolor muscular, parálisis facial, e incluso inflamación del cerebro. Así que hay que tener cuidado.
Por suerte, según explica el doctor Tomas Mather en la web de salud ActiveBeat, una garrapata necesita al menos 24 horas para transmitir la enfermedad de Lyme, así que si ves una agarrada a tu piel, hay que actuar con calma.
No hay que tirar del insecto con los dedos para sacarlo porque la garrapata suelta una secreción alrededor del mordisco que se solidifica, así que se romperá antes de soltarse. Este insecto tiene un hipóstoma, una especie de "pajita" que atraviesa la piel para extraer la sangre, y si lo rompes podría provocar una infección.
El doctor Mather aconseja desinfectar la zona alrededor del mordisco con alcohol, antes de intentar sacarla.
A continuación, con unas pinzas muy finas, como las que se usan para depilar, sujeta la garrapata lo más cerca posible de su cabeza y boca sin romper o partir la garrapata en dos. Tira hacia arriba con una mano firme, sin retorcer las pinzas. Después de retirar la garrapata, aplica más alcohol desinfectante en la zona de la picadura.
El doctor Mather recomienda meter a la garrapata en una bolsita de plástico, y hacerle un foto. Si notas que alrededor de la picadura aparece una mancha roja bastante grande, o tienes síntomas como fiebre, escalofríos, fatiga o dolor de cabeza, acude a tu médico y lleva la garrapata para que la examimen. Así sabrán si está infectada.
En la mayoría de los casos todo se queda en la picadura, pero siempre es importante saber cómo actuar.
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