Desde el lanzamiento de la segunda versión, que fue la que muchos empezamos a comprar en masa a través de tiendas en China, Xiaomi ha sido la reina del segmento de las pulseras de actividad. Sus Mi Band eran buenas, "bonitas", baratas y, sobre todo, funcionales.
Han animado a muchos a dar un paso adelante hacia una vida más activa y poco a poco han ido incorporando más y más opciones de conectividad con nuestro móvil . En la Mi Band 4 encontramos un salto importante en pantalla , en la Mi Band 5 tuvimos un diseño más inteligente para la carga y más opciones de conexión con el smartphone y la Mi Band 6 fue... bueno, más conservadora.
Ahora vamos con la review de una Xiaomi Band 7 (ya no es "Mi", aunque seguro que muchos terminamos llamándola así) que llega en forma de una actualización, quizá, excesivamente discreta.
Apartados del análisis de la Xiaomi Band 7:
Xiaomi lleva años llevando la máxima de "si algo funciona, no lo cambies" hasta el extremo. Con la Mi Band 3 incluyeron una pantalla , pero fue con la cuarta generación cuando la dotaron de color y de más funciones para que se acercara un poco a los smartwatch más simples.
Desde entonces, hemos tenido ligeras variaciones en la fórmula, pero el diseño se ha mantenido: tenemos la correa de goma por un lado y la cápsula por otro. Esta generación tenemos una pantalla ligeramente más grande que la de la generación del año pasado y, la verdad, se agradece.
Diseño Xiaomi Band 7
No vamos a poder hacer demasiado con ella, pero lo cierto es que no le sienta nada mal este cambio y sí, me siguen gustando más las pantalla s rectangulares algo mayores o la de la Redmi Band Pro, sin salirnos de la familia de Xiaomi.
Pero bueno, antes de pasar a la pantalla , terminaré diciendo que la Band 7 sigue siendo un dispositivo comodísimo en el día a día. Su bajo peso y ese formato tan compacto de la cápsula permite que la llevemos sin que moleste durante toda la jornada.
No me la he tenido que quitar para escribir durante horas, durmiendo no me ha molestado y que la puedas mojar significa que la puedes llevar mientras friegas los platos, te duchas o te das un bañito refrescante.
En la parte de atrás tienes los pines de carga (igual que en la generación anterior, ya no es necesario quitar la pastilla de la correa) y los sensores. Y la verdad, si no pones la Mi Band 6 al lado de la Band 7, pensarías que son exactamente iguales, pero el extra de pantalla se nota.
Y eso, como te estarás imaginando, hace que las correas que tuvieras de la generación anterior ya no sean válidas. Alguna de goma te puede funcionar, aunque va a quedar algo justita y no muy estética, pero de las correas más rígidas o las metálicas... olvídate.
Y en la pantalla es donde tenemos las principales novedades, por no decir las únicas, de este modelo. No voy a describir lo obvio, ya que funcionalmente es igual que la de anteriores pulseras en cuyos análisis nos explayamos a base de bien, sino que voy a comentar las características nuevas.
La principal es que tiene modo 'always on display'. Esto significa que vas a poder configurar la pulsera para que tenga un reloj siempre activo cuando la pantalla se "apaga" para ahorrar energía .
Por lo que he podido ver, este sistema adapta el estilo del reloj de la esfera que tengamos elegida para mostrarse en ese modo 'always on display'. Si tienes un reloj digital que muestra la fecha, eso es lo que vas a poder ver en la pantalla en el modo AOD. Si tienes un reloj analógico que muestra, además, el porcentaje de batería, esos son los datos que verás.
Se activa de forma correcta, puedes elegir que se programe para que esté durante el día, pero no cuando duermes y, además, siempre puedes volver a la pantalla principal con un leve gesto de muñeca.
Ese "mover para despertar" sigue funcionando genial y la pantalla me parece fantástica, ya que es nítida, tiene un buen nivel de brillo y el cristal protector repele bastante bien, al menos durante estas primeras semanas, las gotas de agua.
Ahora bien, el precio ha subido, pero Xiaomi sigue sin incorporar un sistema de brillo automático. En mi caso he tenido el brillo a un 75% más o menos y se ve bien a plena luz del Sol, pero en interiores es excesivo.
Lo he mantenido así porque es un rollo tener que ir a ajustes, ajustes de pantalla y, ahí, cambiar el brillo manualmente, y lo cierto es que no entiendo que siendo la Mi Band más cara, sigamos sin tener algo tan básico.
Pero vamos al interior de la Band 7. Antes de nada, no, no tenemos ni GPS ni NFC, así que no esperes poder salir a hacer rutas con un posicionamiento preciso con el móvil ni pagar cómodamente en comercios. Teniendo en cuenta el aumento de precio, es algo que ya no se puede justificar.
Dicho esto, vamos con lo que sí tiene. En esta generación seguimos enlazando el dispositivo a la app Mi Fit, que queda claro que necesita un cambio cuando tenemos alternativas como Zepp Life (para los dispositivos Amazfit) a las que podemos conectar nuestra pulsera perfectamente para tener más opciones.
En este análisis me he centrado en la app nativa de Xiaomi, ya que es la opción oficial, pero si te la compras, te recomiendo que pases de Mi Fit y te descargues Zepp Life. En mi experiencia llevando la app en el POCO F4, tengo que decir que no he tenido cuelgues ni errores de sincronización.
Desde la app vas a poder hacer todos los ajustes de la pulsera, vas a poder personalizar la pantalla principal con distintas métricas y me gusta que todo sea simple (quizá demasiado en ocasiones). Pulsando en cada pestaña vas a poder ver gráficos de rendimiento y estadísticas algo más completas y, para mi lo más importante, el medidor PAI.
Es una puntuación que nos da Xiaomi juntando datos de las distintas mediciones y el objetivo es alcanzar una puntuación de 100, o lo más cercano posible, al final de la semana. Me gusta mucho esto, ya que es un sistema de gamificación muy interesante que, al final, nos anima a movernos más en el día a día.
Pero bueno, en la propia pulsera también vas a poder configurar todo esto, así como ver detalles de los entrenamientos, el histórico de los mismos, el tiempo y la previsión semanal y toda serie de datos relacionados con tu salud.
También tienes notificaciones, que siguen sin mostrar emojis y no vas a poder responder, control de la música, lo puedes conectar a la app de cámara para que funcione como obturador remoto y también vemos un calendario para el ciclo menstrual.
Y, en la faceta de smartwatch, me gusta como monitor del móvil , aunque todavía no tenemos multitarea. Esto significa que, si durante un entrenamiento nos mandan un mensaje, no vamos a poder verlo. Sí vas a poder controlar la música, pero nada más hasta que cierres el entrenamiento.
Es algo que en relojes mucho más caros tampoco podemos ver y, la verdad, no sé por qué es tan complicado implementar esto, pero bueno.
Si nos vamos a la práctica deportiva, pasamos de 30 deportes a 120. No conozco tantos y estos vienen apilados en secciones. Sinceramente, he usado dos tipos: entrenamiento general (para todo) y senderismo para, unido al GPS del móvil , ver mis paseos y que la distancia recorrida sea la correcta.
Y aquí tengo que decir dos cosas: en el gimnasio se porta muy bien, pero si te vas de paseo y quieres tener una visión de tu recorrido, aunque los pasos son correctos comparado con otros smartwatch, la distancia no lo es a menos que conectes la pulsera al GPS del móvil .
Creo que tiene que ver con la forma en la que el software convierte los pasos a metros, que no es muy preciso, pero bueno, la solución es sencilla. En un entrenamiento en el gimnasio, la medición es buena para la frecuencia cardíaca, aunque las calorías... son otra cosa.
Con la pulsera bien ajustada, los picos de esfuerzo están bien traducidos en el gráfico de medición cardíaca si lo comparo con un 4G ">TicWatch 3 Pro Ultra o un Apple Watch SE, así que... muy bien. Sin embargo, con las calorías pasa lo mismo que co n los pasos cuando no llevamos el GPS, tienden a ser un número inflado.
No creo que tenga mayor importancia, ya que doy más importancia a saber en qué fase de pulso estoy que a las calorías quemadas porque lo que me interesa saber es si estoy en aeróbico o en anaeróbico, pero bueno, es lo que he observado y tenía que decirlo.
Uno de los mejores apartados de las Xiaomi Mi Band es la autonomía. Con baterías diminutas lograban cifras inalcanzables para otros dispositivos y, aunque con cada generación ha disminuido la cifra, lo cierto es que siguen siendo dispositivos con los que te puedes ir, tranquilamente, de excursión un finde.
Si nos metemos en la página de Xiaomi, podemos ver que tenemos hasta 14 días de autonomía con un uso "normal" y unos 9 días con un uso intensivo. En esa página detallan las particularidades de cada prueba, pero en estas semanas de uso, la he tenido que cargar una vez cada seis días.
Con medición de ritmo cardíaco continuo, SpO2 y sueño, así como notificaciones y Always on Display durante el día, tengo para unos seis días.
Me parece una buena autonomía teniendo en cuenta que las notificaciones de varias apps me llegan a la pulsera, que los sensores "comen" lo suyo y que el modo de pantalla siempre encendida, aunque poco, también va haciendo mella en los 180 mAh.
La carga es básicamente como la del año pasado, siendo de unas dos horas para el 100% con el cable con cabezal magnético que viene en la caja. Es un sistema muy cómodo porque es un cable cortito que puedes tener en la mesita de noche y, si vas apurado, con unos minutos te garantizas, mínimo, un día de uso.
Al final, la Band 7 es una buena pulsera deportiva, pero igual que lo eran tanto la Mi Band 5 y la Mi Band 6.
Tiene un diseño que, en mi opinión, sigue funcionando pese a que es más grande, me gusta mucho la calidad de su pantalla con un panel AMOLED que es supernítido y el factor de forma hace que sea muy cómoda en el día a día.
La medición deportiva me parece correcta, la autonomía me ha gustado y creo que sigue siendo un accesorio muy interesante hagas o no deporte, ya que hay un montón de correas compatibles, puedes personalizar las esferas con muchísimas opciones y, además, aunque no la compres para hacer deporte, te va a animar a ello.
Pulsera de actividad física con pantalla AMOLED de 1,62 pulgadas, soporte de 110 deportes, registro de VO2 Max, SpO2, monitorización de sueño y batería de 14 días.
Sin embargo, creo que el aumento de precio no está justificado con la ausencia de NFC y GPS, además de un sensor de brillo automático que ya va tocando.
Es un buen dispositivo, pero ahora sí podemos decir que no es la reina de la calidad/precio, sobre todo con rivales que son, objetivamente, mejores tanto dentro como fuera de Xiaomi.
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