La tecnología se ha integrado en nuestras vidas a muchos niveles. Lo complicado es darse cuenta de cuándo deja de ser una ayuda, o una herramienta, para pasar a ser ella la que controla nuestros actos.
Una mujer de 27 años llamada Darian Aspinall tenia que viajar de Queensland a Adelaide con sus dos hijos de 2 y 4 años, y su madre, de 50 años. Son dos ciudades australianas separadas por 1.871 Kilómetros.
Queensland está en el norte de Australia y Adelaide en el sur, así que para viajar de una a otra tenían que cruzar por el centro de la isla, ya que bordear por la costa suponía recorrer casi 2.000 Kilómetros más. Era la primera vez que hacía el largo viaje, así que Darian Aspinall decidió confiar en Google Maps para que le fuese guiando carretera a carretera.
Todo fue bien hasta que llegaron al centro del país. Google Maps comenzó a guiarles por caminos de tierra cada vez más complicados, hasta que el SUV en el que viajaban quedó atascado.
En esa zona del país, casi deshabitada, no hay cobertura de móvil . Así que Darian Aspinall y su familia no pudieron pedir ayuda. Pasaron las horas y sus familiares comenzaron a preocuparse, al no dar señales de vida.
La policía montó un gran operativo para localizar a la familia. Dos días después, un helicóptero halló un coche atrapado con dos personas que pedían ayuda agitando su ropa. Eran Darian y su familia.
Se habían quedado sin agua ni comida horas antes, y estaban decidiendo si iban a buscar ayuda andando. Pero con dos niños pequeños y sin agua, decidieron esperar a que los localizasen. Fue una buena decisión.
La policía comprobó que Google Maps"> Google Maps les había guiado por ese camino al ser la ruta más corta, pero no significa que sea segura. Aquí puedes ver el recorrido que tomaron, en azul, y el que deberían haber tomado, en gris.
AutoEvolution
La historia nos recuerda a la de la familia india que también confió ciegamente en Google Maps...noticias /error-google-maps-guia-coche-arroyo-salvan-vida-milagrosamente-1105611" title="No confies ciegamente en Google Maps"> y acabó en el fondo de un arroyo. Escaparon de milagro.
Ambas aventuras son una lección que hay que aprender: la tecnología debe ser una ayuda, pero nunca debe sustituir nuestro sentido común, hasta el punto de poner en peligro nuestra vida, y la de nuestra familia.
Si te estás metiendo en un camino de tierra intransitable... no sigas. Y si te caes con tu coche a un arroyo... ¿Dónde tenías los ojos?
La tecnología nos ayuda, pero nunca debe sustituir nuestra capacidad de controlar la situación.
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