Líderes de esta invasión en Tuluá indicaron que cuentan con unas tabletas para que los niños estudien pero que no lo pueden hacer porque no tienen el servicio de energía eléctrica.
El corte del servicio de energía por espacio de unos 12 días, según el reclamo de los habitantes del sector de invasión conocido como ‘La Balastrera, en el constado sur del municipio de Tuluá, terminó con una fuerte protesta que bloqueó el paso al corregimiento de Campo Alegre.
Tras dos días de bloqueos, los lideres de la comunidad conocida también como la ‘Carrilera’ accedieron a sentarse a dialogar gracias a la intermediación de la Personería Municipal, espacio en el que se resolvió de manera temporal esta problemática que se está convirtiendo en una “bomba de tiempo”.
Aura Alicia Muñoz, como vocera de la comunidad, manifestó “la comunidad pide que les expliquen por qué nos tratan mal, queremos pagar el servicio, no queremos que nos regalen nada”.
Por su parte, Dionisio Alberto García, también como líder de los habitantes del sector, agregó “necesitamos la luz, si quieren ponemos medidores y breques para evitar los riesgos, porque sabemos que son casas de esterilla y cartón”.
Al respecto, el secretario de Gobierno, Seguridad y Convivencia, coronel (R) Jorge Gallego Chávez, respondió “se resuelve hoy el problema de alumbrado público, pero la administración evaluara el otro problema porque se requiere hacer exámenes jurídicos sin que ello traiga acciones de responsabilidad a largo plazo”.
Ante los ocurrido la semana pasada, los habitantes del sector recordaron que en campaña el alcalde John Jairo Gómez Aguirre se habría comprometido a reubicar esta población como parte de su programa de cuatro mil viviendas gratuitas, una de las promesas que más caló entre los estratos bajos.
¿Qué dice Celsia?
El representante de la empresa Celsia, John Jairo Fernández, jefe de Redes de media y baja tensión, indicó que el servicio de alumbrado público es responsabilidad del municipio quien lo tiene en concesión a la empresa Electroingeniaría, y aclaró que Celsia ubicó un transformador en el sector para suministrar el servicio a los usuarios que lo pagan.
Fernández explicó que los equipos se quemaron por la sobrecarga ocasionada por las personas que se conectan de manera irregular, ya que la empresa no tiene forma de calcular el servicio que consume toda la comunidad debido a que solo cuentan con el registro de las conexiones legales.
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