Jhefri en el piso herido, el delincuente tratando de prender la moto pero al no poder salió corriendo y la dejó tirada, la gente miraba. Auxiliaron a la víctima varios minutos después.
Noticias Atlántico.
Además de la conmoción que ha generado el crimen de Jhefri en Malambo, la indignación también ha aumentado por el hecho de que el joven duró herido en la vía pública varios minutos, mientras la gente se acercaba a mirar, pasaron carromotos y el traslado a un centro médico no fue inmediato.
El joven estaba en la moto del novio de su sobrina, se la prestó para ir a hacer una diligencia, porque la de su hermano, estaba sin gasolina.
En la vía lo abordaron dos delincuentes, también iban en moto; el parrillero se bajó apuntándole, en medio de una corta discusión, le dieron un cachazo y para bajarlo de la moto, uno de los ladrones lo empujó y le disparó.
Jhefri Enrique Rodríguez Pastrana, quien trabajaba en la parte de mantenimiento en la constructora Marval, cayó al piso sin poder moverse.
Mientras, el delincuente que le disparó se subió en la moto y trataba de prenderla. No pudo, así que la dejó tirada y salió corriendo con el arma en mano.
La joven víctima en el piso, trataba de levantarse a pedir ayuda, ante la mirada de la gente, que poco a poco fueron acercándose a ver que ocurría.
La gente miraba, se pararon al alrededor de la víctima.
Por lo menos dos carromotos se acercaron al sitio, pero se retiraron
A Jhefri no lo levantaron para llevárselo a un centro médico de manera inmediata. Pasaron varios minutos para que lo trasladaran.
Lo ingresaron a la Clínica Campbell de Malambo y luego a la sede de Barranquilla, donde murió.
Capturado
Cuando el ladrón que iba de parrillero le disparó al joven y no pudo arrancar la moto que iba a hurtar, su cómplice lo dejó abandonado.
Así que le tocó salir corriendo, con el arma en mano.
En la calle 4B5 con carrera 2 Sur, barrio Bellavista, la Policía logró capturarlo. Tenían en su poder un revólver calibre 38, con ese habría asesinado a la víctima.
Miguel Ángel Cardales Rojano, también joven y de nacionalidad venezolana con pocos meses en Colombia, fue puesto a disposición de la Fiscalía de Alertas Tempranas contra el Homicidio de la URI de Soledad, Atlántico.
Fue imputado por el delitos de homicidio agravado, hurto calificado agravado y porte ilegal de armas de fuego, los cuales no aceptó.
Aún así, un juez lo envió a la cárcel. A su cómplice, lo buscan.
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