La infección divulgativa del molusco contagioso
Como jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, el Dr. López Bran ya había experimentado esta certeza mediática al recibir in situ los comentarios de much@s pacientes, pero no ha sido hasta la publicación de un trabajo novedoso de dos de sus alumnos más aventajados, Inés Bedmar Gómez y Juan Pablo Scararo Pereira, entre otr@s autores, cuando ha comprobado el calado real del problema en la nube comunicativa.
La investigación, titulada «Molluscum contagiosum en YouTube: un estudio transversal» (Molluscum contagiosum on YouTube: a cross-sectional study), concluye que los primeros 60 vídeos sobre moluscos contagiosos, posicionados en esta importantísima red social en los idiomas español, inglés, francés e italiano, «son deficientes por no informar con precisión y calidad suficiente, a pesar de contar con opiniones de profesionales fiables».
«Las informaciones incompletas y recomendaciones inexactas pueden llevar a un mal manejo de esta patología benigna por parte de los pacientes o cuidadores que consulten los vídeos, afectando, incluso, a la calidad de vida sociofamiliar. Por lo tanto, siempre hay que preguntar a l@s dermatólog@s de forma directa, sin intermediarios, en la consulta médica, ya sea de forma presencial o telemática».
Estudio firmado por Inés Bedmar Gómez y Juan Pablo Scarano Pereira, alumnos de 6º curso de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid; Francesca Manicone y Alessandro Martinino, de la Università la Sapienza di Roma, Facoltà di Medicina ed Odontoiatria; Dra. Lucía Campos Muñoz, Dr. Álvaro Iglesias Puzas y Dr. Eduardo López Bran, del Servicio de Dermatología del HCSC.
Pápulas de molusco contagioso en el submentón de un bebé
¿Cómo se diagnostica y trata el molusco contagioso?
“El molusco contagioso (MC) no es difícil de diagnosticar; tanto es así que madres y padres pueden hacerlo ellos mismos: son unas pequeñas pápulas que se caracterizan por mostrar en su cúpula una bolita central de color blanquecina; es decir, que veremos un granito con una bolita nacarada en el centro”, describe la dermatóloga Lucía Campos Muñoz.
Aunque la mayoría de los casos se diagnostiquen en niños y niñas, el MC también puede desarrollarse en adultos sexualmente activos e inmunodeprimidos, siendo el contacto piel con piel, los fómites (sábanas, toallas o prendas de vestir que cobijan virus, bacterias u otros microorganismos) y las relaciones sexuales las vías de transmisión más comunes.
En niños suele aparecer en la cara, cuello, axilas, torso, brazos y dorso de la mano. En adultos, en los genitales, en la parte inferior del abdomen y parte superior interna de los muslos.
«Debemos tener en cuenta que los moluscos se pueden confundir a simple vista con otras afecciones dermatológicas, como foliculitis, verrugas víricas, varicela, milia -protuberancias en la piel exterior del párpado-, condilomas -verrugas genitales-, siringomas -tumores benignos en la zonas de las glándulas sudoríparas ecrinas- o quistes epidérmicos», señala la doctora Campos.
La incidencia del molusco contagioso ha aumentado rápidamente en los últimos 30 años, convirtiéndose en una de las 50 enfermedades más comunes en todo el mundo.
A pesar de ser una enfermedad benigna en individuos inmunocompetentes, existe una preocupación generalizada por la incertidumbre de su tiempo de resolución y su potencial riesgo de propagación.
Los moluscos suelen causar picor, lo que provoca que el paciente se rasque y favorezca la diseminación a la piel circundante.
Además, el MC puede repercutir negativamente en la calidad de vida de los pacientes, llegando a ser estigmatizados y excluidos de diferentes actividades escolares y sociales.
¿Qué opciones terapéuticas, qué cuidados ofrecemos a l@s pacientes que desarrollan molusco contagioso?
“Un tema relevante, a tener muy en cuenta, es que no todos los pacientes que sufren molusco contagioso necesitan tratamiento. Solo está indicado si la niña o el niño están molest@s o su presencia determina las actividades familiares, sociales y educativas. Por ejemplo, si le impidiese ir a la piscina a practicar natación», subraya la Dra. Campos.
Sabemos que los moluscos, por regla general, desaparecen de forma espontánea cierto tiempo después de su aparición, se traten o no se traten médicamente. Por lo tanto, indicamos el tratamiento del MC solo si el paciente está realmente incómodo.
Dra. Lucía Campos Muñoz
«Si el paciente necesitara tratamiento, podríamos emplear crioterapia, con nitrógeno líquido, o alguna técnica de curetaje para limpiar y raspar las lesiones, levantándolas; dos formas de destruir el tejido afectado, aunque ambas ocasionen ciertas molestias», describe.
También, se utilizan tratamientos tópicos con líquidos que contienen sustancias abrasivas con el fin de secar la lesión: su aplicación diaria, antes de que el paciente se vaya a la cama a dormir, conducirá a que las lesiones se vayan secando y terminen cayéndose de la piel.
«Si el niño o la niña tiene pocas pápulas y, además, no le molestan es bastante recomendable no efectuar un tratamiento específico; bastaría con que los moluscos se fueran tal como llegaron», recalca la dermatóloga, especialista en dermatoscopia digital.
“Lo que siempre recomiendo a madres y padres es que sus hij@s afectad@s no compartan toallas o ropa con otros niñ@s o herman@s. Sobre todo, que no realicen la higiene de baño o ducha con sus hermanos para evitar contagios en la unidad familiar», destaca.
«Pueden ir al colegio de forma normal, pero es muy importante que tampoco compartan material en las actividades relacionadas con las piscinas; motivo por el cual indicamos que su niño o niña no acuda a estas actividades hasta que los moluscos contagios hayan desaparecido de su cuerpo», reitera.
El molusco en YouTube: «Información deficiente»
Los vídeos que circulan en la red social YouTube, la más popular a nivel mundial, no responden a la realidad dermatológica sobre el «Molluscum contagiosum» y pueden condicionar a l@s internautas a tener actitudes inadecuadas ante la infección, como sucede con un gran número de enfermedades que se consultan en internet.
Por este motivo, el estudio transversal «Molluscum contagiosum on YouTube: a cross-sectional study» ha llegado al propio internet para constatar «que la calidad informativa de los vídeos es baja y que no se encontraron diferencias significativas entre los mensajes de las fuentes creíbles, profesionales, y las fuentes no creíbles».
La investigación se completó sobre los 60 primeros vídeos que aparecen en el listado de una búsqueda, dado que un 95% de los usuarios de internet no suelen consultar aquellos vídeos que no forman parte de este posicionamiento:
tuvimos en cuenta la información relacionada con el titular, la cuenta, la duración del vídeo, el número de «me gusta» y «no me gusta», suscripciones, comentarios, visualizaciones y días transcurridos desde la fecha de publicación del vídeo.
También, el idioma (español, inglés, francés, italiano), el país de los autores, la presencia de un descargo de responsabilidad médica y los recursos de apoyo interiores, como subtítulos, fotografías, vídeos y gráficos.
La categoría con mayor divulgación está respaldada por profesionales de la salud y las organizaciones médicas oficiales, seguidas de las sociedades privadas, programas de televisión y pacientes.
En cuanto a los autores de los vídeos: 37% proveedores de atención sanitaria, otro 37% sociedades profesionales, 13% fuentes de medios de comunicación, 7% empresas privadas y 7% pacientes.
Estados Unidos, con un 45%, e India, un 29%, son los países de la mayoría de los autores. El inglés, el idioma más hablado: 90% de los vídeos.
Autores, Inés Bedmar y Juan Pablo Scarano
«En general, se trata de vídeos divulgativos que intentan presentar la enfermedad a l@s pacientes de una forma fácil y atractiv. No obstante, hemos observado que esta premisa puede tener consecuencias negativas en la calidad informativa de los vídeos», dice Juan Pablo Scarano.
«Los vídeos realizados por pacientes fueron significativamente más largos en el tiempo en comparación con las otras categorías, pero tuvieron un número significativamente mayor de ‘likes‘, mediana de visualizaciones diarias y comentarios», añade Juan Pablo.
«Muchos de los vídeos creados por fuentes fiables no tenían en cuenta o subestimaban el impacto del molusco contagioso en la calidad de vida de l@s pacientes. Esto podría explicarse por la benignidad del MC y la tendencia general de los dermatólogos a subestimar la carga psicosocial de los trastornos cutáneos», expone Inés Bedmar.
«Otras razones que podrían explicar las puntuaciones de baja calidad en las fuentes creíbles fueron que dichos vídeos no detallaban los riesgos asociados a las opciones de tratamiento, así como no indicar las fuentes de la información utilizada, no dar recomendaciones para la toma de decisiones compartidas o no proporcionar enlaces a recursos adicionales», aclara Inés.
«Estos resultados -añade- están en consonancia con otros estudios que afirman que los vídeos de pacientes son más fáciles de entender y más atractivos para la población general».
«Además, se encontraron algunos errores graves en los vídeos creados por los expertos. Por ejemplo, un miembro de una sociedad profesional afirmaba que el MC no podía transmitirse por relaciones sexuales de pareja, y un dermatólogo afirmaba que el diagnóstico no podía hacerse sin una muestra fisiopatológica. Este tipo de errores puede dar lugar a graves malentendidos y dañar la relación médico-paciente», apunta Juan Pablo.
«La mayoría de los vídeos apoyaban el uso del legrado -curetaje- y la crioterapia que, a pesar de ser eficaces, podrían exponer a los pacientes a riesgos innecesarios como el dolor, las cicatrices o las alteraciones de la pigmentación», acentúa Inés.
«También, en algunos vídeos se ofrecen tratamientos de escasa eficacia como la aplicación de vinagre de sidra de manzana, menciona Juan Pablo.
«Por lo tanto, en base a nuestro estudio, no podemos recomendar todos los vídeos que hemos analizado, ya que obtuvimos una baja puntuación en la calidad del contenido. Sería conveniente que l@s pacientes consulten a sus médic@s de referencia antes de seguir las recomendaciones de Youtube», concluyen Juan Pablo Scarano e Inés Bedmar.
Para el doctor Eduardo López Bran, profesor de Medicina, a su vez, en la UCM, «Es evidente la necesidad de contar con vídeos informativos y divulgativos de las diferentes enfermedades dermatológicas elaborados con rigor y seriedad por especialistas en dermatología, algo extensivo al resto de patologías que afligen a la población».
L@s dermatólog@s deberían proporcionar vídeos médicamente precisos que expliquen los aspectos más importantes de la enfermedad, especificando las referencias utilizadas, mostrando sus afiliaciones y explicando las consecuencias que el molusco contagioso y sus diferentes opciones de tratamiento pueden tener en la calidad de vida de l@s pacientes.
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