Cambiar los DPIs del ratón me hizo mejor jugador | Gaming

Si bien los jugadores competitivos de ordenador existen desde hace más de 20 años, el negocio se ha ido profesionalizando conforme el dinero ha ido entrando. Primero poco a poco, ahora espuertas.

Si a un jugador de StarCraft de 2005 le hubiésemos dicho que por ganar un torneo puede ganar hasta 1 millón de euros, lo más seguro es que nos tildase de locos. Estaría en su derecho, ya que por aquel entonces con que te pagaran el viaje a Corea ya era todo un logro.

Ahora no solo te lo pagan, sino que te pagan por ir, por ganar y por levantar el trofeo. Tanto es así que si te lo montas bien y eres bueno puede retirarte con 30 años. Como si fueras futbolista, pero sin que te conozcan el Mercadona.

El aumento de los presupuestos ha llevado a la profesionalización del sector, el cual cada vez está más especializado. Equipos profesionales, hardware de primer nivel, entrenadores, psicólogos, gimnasio... Podemos decir que son clubs con todas las de ley.

Y, aunque para ser jugador profesional se necesitan muchas cosas, hay una cuestión que es invariable y excluyente: se necesita de una puntería y precisión casi inhumanas.

¿Qué son los DPIs?

Para conseguir esto se puede entrenar, ya que como entenderéis hay todo tipo de programas y ejercicios que entrenan los reflejos y la habilidad, pero también hay una cuestión que implica un buen ratón y unos DPI exactos.

Para quien no lo conozca, los DPI de un ratón son los puntos por pulgada (del inglés dots per inch), los cuales son una medida de la sensibilidad de un ratón. Cuanto más alto sea el DPI del ratón, más lejos se moverá el cursor de la pantalla cuando muevas el ratón, y viceversa.

Imagen del software de Logitech donde se ven los DPIs
Chema C.S.

Un ratón con un ajuste DPI más alto detecta y reacciona a movimientos más pequeños. Y un ratón con los DPI bajos necesita de más movimiento de mano para hacer que el cursor se mueva.

Esta cuestión suele olvidarse cuando estamos jugando, ya que, de normal, solemos usar los DPIs por defecto que vienen en el ratón, los cuales pueden ser 400, 800, 1.200 o 1.600, dependiendo de lo profesional que sea nuestro ratón.

¿A cuánto pongo los DPIs en mi ratón?

Esta es la pregunta de oro. Dependiendo de qué estamos haciendo, tener más o menos DPIs es útil o no. Por ejemplo, para trabajar en entornos multipantalla lo mejor es tener altos los DPIs (de 1.600 hacia arriba) para que con un solo gesto de muñeca podamos ir de un lado al otro del escritorio.

En cambio, si estamos trabajando en Photoshop en un área muy pequeña en la que precisamos de mucha precisión, lo mejor es bajar los DPIs (800 sería un buen número) para así no fallar en ninguna pincelada.

Persona jugando en un PC gaming con teclado y ratón RGB

Axville / Unsplash

Por este motivo lo mejor es configurar el ratón (a poco que sea medio gamer o semiprofesional podréis hacerlo a través de sus drivers) para que con un solo gesto podamos cambiarlos sin perder el tiempo.

Lo ideal, explican los expertos, es tener un perfil de 800 DPIs para las tareas más lentas y delicadas, y otro de 1.600 para entornos más grandes donde tengamos que movernos de un lugar a otro sin parar por la pantalla (muy habitual si somos de trabajar con muchas pestañas, emails y paquete Office).

Cómo cambiar los DPIs me hicieron mejor jugador

Yo era de los que jugaba siempre a 2.300 DPIs ya que cuando era joven me acostumbré a esas velocidades. Es cierto que no tenía la mejor precisión del mundo, pero me permitía reaccionar muy rápido ante cualquier situación.

Y yo, que soy jugador de shooters, era mal visto por mis compañeros. "Cómo juegas a tantos DPIs, así no hay quien acierte un disparo", "los profesionales juegan a 400 DPIs y tú te atreves a jugar a 2.300 eso demuestra que no tienes ni idea", etc.

Raton de Logitech G305
Unsplash

Me negaba a escucharlos, porque cuando uno es joven es algo orgulloso. Pero un día decidí cambiar y empezar a probar con menor sensibilidad. Fue duro, pero noté el cambio. De 2.300 pasé a 2.000 y luego a 1.900. Y lo noté.

Comencé a ganar en precisión, disparaba más veces a la cabeza, las ráfagas se me iban menos... Parecía que mis amigos tenían razón. Aunque tampoco les compré del todo el discurso. Pero sí me valió para darme cuenta de que todo jugador debe probar antes de jugar con la sensibilidad.

Los DPIs deben ajustarse a nuestra habilidad, ya que es ella quien nos va a permitir jugar con más o menos sensibilidad. Siendo lo ideal tener los máximos DPIs sin que se resienta la puntería.

Esto se debe a que unos DPIs altos nos permiten reaccionar mucho más rápido que otro jugador con DPIs bajos, pero a cambio a la hora del tiroteo es el enemigo quien tiene la ventaja de tener una sensibilidad baja.

De ahí que el equilibrio se encuentre entre los DPIs más altos que nos permita nuestra habilidad, dándonos un buen tiempo de reacción, pero sin restarnos precisión.

Tengo amigos realmente buenos que juegan siempre a 800 DPI, como suelen jugar los profesionales, mientras que yo me he quedado muy cómodo en los 1.900 DPI, ya que por mi estilo de juego es el mejor me viene (soy siempre soldado de primera línea y me prima más tener reflejos que precisión).

Pero también es verdad que, con el tiempo, he visto que lo mejor es tener dos o tres perfiles que poder cambiar de forma rápida e inmediata (muchos ratones tienen cambiador de DPIs en forma de botón físico en la parte superior) en mitad de la partida.

Lo ideal para mí es: 800 DPI para cuando necesito precisión milimétrica, como cuando usamos un francotirador; 1.200 DPI para cuando necesito equilibrio, como cuando usamos un rifle semiautomático; y ya 1.900 DPI para cuando juego en primera línea de combate.

Ratón gaming - guía

Estas mediciones son muy personales, de ahí que lo que os aconsejo es que probéis, siempre antes de jugar en serio, con las distintas sensibilidades. Ya que, a los procos minutos de practicar, podréis comprobar que estáis más cómodos con unos DPIs que con otros.

Lo ideal, según mi experiencia, es que vayáis de arriba abajo (de más DPIs a menos DPIs), para que así alcancéis el punto óptimo de velocidad de reacción y precisión, puesto que de hacerlo al revés lo mismo os quedáis demasiado cortos.

Por último, tenéis que tener en cuenta el tipo de juegos a los que soláis jugar, ya que no es lo mismo darle al Battlefield 2042 que al Age of Empires IV, ni al Cyberpunk 2077 que al League of Legends. Cada uno precisa de una sensibilidad concreta y muy personal.

Si podéis, lo mejor es que media hora antes de poneros con cualquier juego, os pongáis a probar. Aunque, siendo realistas, masterizar unos DPIs lleva muchas horas de juego, adaptación y entrenamiento. Porque cambiar DPIs es, de primeras, frustrante.

Eso sí, acaba mereciendo la pena. En mi casa pasé de un ratio 1,4 de bajas / muertes en Battlefield 4 a un ratio 2,7 tras pasar de 2.300 DPIs a tan solo 1.900 DPIs. No podemos decir que fuese cosa exclusiva de la sensibilidad, pero sí está claro que algo influyó.

About Jose Alexis Correa Valencia

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