La invasión de Ucrania ha dejado en shock a todo el planeta, porque no es una confrontación entre ejércitos. Es una aniquilación completa de ciudades, y todo lo que allí reside.
Millones de personas inocentes, civiles que no entienden de política ni tienen la culpa de los juegos de poder de los políticos, han visto sus vidas destrozadas en cuestión de días. O bien han tenido que huir de sus casas ya destruídas, o han tenido que empuñar un arma, cuando hace un mes estaban tomando copas en un bar, o llevando a su hijos a la guardería.
No queremos ser frívolos: el gran drama de la guerra son los muertos, las casas y los trabajos destruídos, y los millones de desplazados a países desconocidos, con un futuro incierto. Pero somos una web de tecnología, y por eso nos ha llamado la atención la destrucción de uno de los museos de ordenadores históricos más raros del mundo, el Club 8-bit:
Club 8-bit estaba ubicado en Mariupol, ciudad tristemente famosa estos días porque ha sido literalmente arrasada por las bombas rusas.
Se trata de un museo privado formado por unos 500 ordenadores históricos, recopilados por su dueño, el coleccionista Dmitry Cherepanov, durante más de 15 años de paciente búsqueda, y la inversión de todos sus ahorros.
Se trata de un museo extremadamente raro porque estaba dedicado, en su mayor parte, a recopilar ordenadores de la época soviética, que se remontan a los años 50 del pasado siglo.
Durante el régimen soviético no se podían importar ordenadores extranjeros, así que algunas marcas lanzaban versiones locales de sus productos fabricadas en la Unión Soviética, o directamente se pirateaban y se clonaban allí.
Muchos de los ordenadores que había en el museo solo se vendieron en la Unión Soviética y se fabricaron en unidades limitadas, por eso quedan muy pocos ejemplares.
El museo también albergaba clásicos de todos los tiempos, desde ordenadores Apple II al ZX Spectrum, Commodore Amiga, etc.
Tal como confirma el dueño de Club 8-bit en su página de Facebook, tanto el museo como su casa han sido completamente destruídos: "El museo de computadoras Mariupol ya no está. Todo lo que queda de mi colección que recogí durante 15 años son solo fragmentos de recuerdos en la página de FB, página web y emisora de radio del museo".
Y continúa, con gran aplomo: "Voy a tratar de seguir manteniendo el sitio web y la radio de RetroBit, pero la vida ahora tendrá prioridades completamente diferentes. No hay ni mi museo ni mi casa :((( y me duele, pero definitivamente sobreviviré y encontraré un nuevo hogar".
Puedes ver cómo era el museo en la página web de Club 8-bit.
Le deseamos toda la suerte del mundo Dmitry Cherepanov. Su museo de ordenadores ya nunca volverá. Pero esperamos que pronto pueda tener una nueva casa, y recuperar su vida. Un deseo que extendemos a los millones de refugiados que ha provocado la guerra.
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