Si hablas habitualmente por el móvil, sin abusar, puedes hacerlo con total tranquilidad: no te va a provocar ningún tipo de cáncer o tumor. Con un exceso de uso aún no hay datos concluyentes, pero apuntan en la misma dirección.
Un macroestudio llevado a cabo en el Reino Unido a más de 800.000 mujeres durante 16 años, por científicos de la Universidad de Oxford y de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, no encuentra diferencias entre las que usaron el móvil y las que no.
Es la misma conclusión a la que se ha llegado con las ondas de la conexión 5G que circulan por el aire, en otros estudios masivos:
Para enviar y recibir datos, los móviles deben captar las ondas electromagnéticas de las antenas, y de la conexión 4G, 5G, o la que use.
Por un lado tenemos la radiación que emite el móvil para funcionar, y por otro la radicación de las ondas de los móviles y la conexión a Internet.
Mucha gente asocia la radiación con las centrales nucleares o los rayos ultravioletas del Sol, pero lo cierto es que existen muchos tipos de radiación, y buena parte de ella es inofensiva. Los seres humanos, por ejemplo, emitimos radiación.
La radiación de los móviles, las antenas y el 5G, es de baja intensidad. Esto significa que no tiene fuerza suficiente para alterar el ADN de nuestras células, que es lo que provoca el cáncer.
Había más dudas con los móviles, que a fin de cuentas te los pegas a la oreja al hablar, junto al cerebro. Pero los estudios físicos demuestran que esta radiación es básicamente calor que absorbe la piel y las capas superficiales de la carne, así que no tiene la intensidad suficiente para llegar al cerebro.
Estas pruebas de laboratorio ahora se demuestran en el mundo real. Según informa Business Insider, el macroestudio del Reino Unido ha recopilado datos de desarrollo de cánceres en casi un millón de mujeres nacidas entre 1935 y 1950, cerca del 25% de la población en esa franja de edad.
A esas mujeres se las preguntó por el uso que hacían del móvil en 2001, nuevamente en 2011, y al final del estudio, durante 16 años.
Los resultados revelaron que el uso de móviles no se asociaba con un mayor riesgo de tumores cerebrales en general o por subtipo de tumor cerebral o su ubicación.
El 0,42% de esas 800.000 mujeres desarrollaron un tumor cerebral, y el porcentaje era más o menos el mismo entre aquellas que usaban el móvil, y la que no lo usaban nunca.
Eso sí, el estudio deja claro que solo el 18% de todas las participantes aseguraban hablar por el móvil más de media hora a la semana, así que se considera un uso moderado.
Por tanto este estudio se aplica a las personas que usan el móvil de forma normal / reducida. Para aquellos que se pasan horas hablando todos los días, no hay estudios suficientemente grandes o extendidos en el tiempo, por eso los médicos siguen recomendando usarlo lo mínimo posible por precaución, y optar por el manos libres.
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