En esta nueva entrega de grandes coches que no triunfaron nos encontramos con un coupé que llegó en una época en la que este tipo de coches recibían una gran aceptación. El Volvo C70 era un rival conocido en este segmento, por no hablar del Mercedes CLK o el Alfa Romeo GTV.
El Peugeot 406 Coupé también eran popular entre los mencionados, quedando nuestro protagonista relevado a un segundo plano. Esta es la historia del Ford Cougar.
Si bien, el Ford Cougar nacía tras la jubilación del Ford Probe. La marca Ford quería renovar este coupé que ya contaba con dos generaciones a sus espaldas. Este modelo de la marca del óvalo había tenido una buena aceptación, un coche que conseguía dar a sus compradores aquello que buscaban.
Pero entonces llegó el Ford Cougar, el cual fue lanzado en Europa en el año 1998 y en Estados Unidos en 1999, aunque allí se comercializaría como Mercury Cougar.
Como decíamos, la marca quería lanzar una nueva generación del Probe, pero decidieron darle una nueva identidad a este nuevo modelo, un coupé que se basaba en el Mondeo.
El diseño se inspiraba en el nuevo estilo "New Edge", un lenguaje que dejaba en el Cougar líneas suaves y redondeadas. Contaba con grandes paragolpes, unas protecciones voluminosas que afianzaban el carácter deportivo del modelo.
Pero a pesar de los esfuerzos de la marca, el Cougar no funcionó. Al contrario que el Ford Probe, el cual registró un gran número de ventas, el Ford Cougar nunca llegó a los números marcados por el fabricante.
Las unidades que se vendían en Europa terminaban de fabricarse en la planta de Köln en Alemania, puesto que la primera fase del ensamblado del coupé de Ford se realizaba en Estados Unidos. Pero pocas, llegarían muy pocas.
Entonces el coupé estaba disponible con dos motorizaciones diferentes, el bloque 2.0 Zetec de 16 válvulas con 131 CV y 178 Nm de par motor, y el V6 2.5 Duratec de 24 válvulas que ofrecía 170 CV y 220 Nm de par motor. Por supuesto, ambos enviaban la potencia al tren delantero, nada de propulsión.
Un coche que contaba con todos los argumentos necesarios para convencer, pues además su precio era inferior a la competencia, pero que no triunfó.
En el Reino Unido se retiró en febrero de 2001 con tan solo 12.000 unidades vendida. Unos 18 meses más tarde los coupés de Ford dejarían Europa hasta la fecha. En estados Unidos su producción llegó a su fin en el año 2002 y jamás llegó a ver un sucesor.
Los coupé, o al menos esta corriente de modelos, dejaron de venderse poco a poco, y tan solo se mantuvieron las marcas más premium en este segmento. Ocurrió algo similar con los coupé más compactos, que verían su fin antes de lo esperado.
Este artículo fue publicado en Autobild por Enrique León.
0 Comments:
Publicar un comentario