¡Solo en los momentos más difíciles se conocen los verdaderos amigos!, este es uno de los dichos más populares que escuchamos y, sin embargo, es uno de los que muy pocas veces se da. El sentimiento de amor, amistad y lealtad, no solo se expresa entre los seres humanos, en muchas ocasiones la naturaleza animal nos brinda las más grandes lecciones de la vida. Así lo expresa ‘Niña’, una perrita que a pesar de las adversidades del clima y de la carencia de un techo y comida, logró tener a sus dos cachorritos, ‘Negris’ y ‘Lucas’ el pasado 3 de febrero en el municipio de Granada (Meta).
Entre bolsas plásticas, pegados al pecho de su mamá y arrinconados por el calor y el frio en una zona boscosa de ese municipio, se encontraba esta pequeña familia de perritos a la espera de su propio ángel de la guarda, quien pudiera salvarlos de tan lamentable situación.
Los lamentos por el hambre y la agonía por el día a día, llamaron la atención de una uniformada de la Policía Nacional, una joven Auxiliar de Policía, quien, sin importar lo que fuera a encontrar, atendió estas suplicas. Su primera impresión fue la de hallar en extremo cansancio físico a ‘Niña’, la cual no se apartaba de sus dos bebés; ellos, aferrados a su madre, solo conocían el amor que ella desde su regocijo podía brindarles.
La emergencia no dio espera, Sara Camila Aguirre la joven Auxiliar de Policía sin instrumentos de protección y perdiendo el miedo ante una posible reacción de Niña, tomó los pequeños cachorros para ponerlos a salvo; Niña no quedaría atrás, en la más pronta oportunidad logró sacarla de esos rastrojos ocultos para que al lado de sus cachorros conocieran la humidad de la joven Policía.
Gracias al apoyo de sus superiores, fue aceptada con esta familia de perritos a compartir un pequeño espacio al interior de las instalaciones del Distrito de Policía de ese municipio, donde el amor y cariño brindados por los uniformados que integran esa unidad, han sido bien recibido entre los pequeños chasquidos y ladridos de los pequeñitos. Su madre, sin decir una palabra ha logrado todas las fibras más sensibles de los hombres y mujeres que cuidan, protegen y conservan la sana convivencia en Granada, Meta.
Las energías y el sentido de familia brota entre estos perritos quienes acompañan las llegadas, las formaciones, las consignas y los mejores momentos al interior de estas instalaciones de Policía. Saludarlos y acariciarlos ya es parte del día a día, alimentarlos y verlos correr, se ha convertido en una motivación más para continuar trabajando por la protección y cuidado de los animales, así lo expresa Sara Camila quien dejó ver su sueño de crear una fundación donde pueda recibir perritos en estado de abandono para así cuidarlos, brindarles protección y apoyarlos hasta lograr que sean adoptados por personas de buen corazón que les comparta su igual cuidado.
Ya ha pasado el primer mes desde aquel momento en que fueron rescatados por la joven Sara Camila, sus cuidados y cariños han pasado de convertirse en una loable acción a ser parte de ella, pues los aprecia como un familiar más, y ellos a su vez, desde su singular manera de expresar el amor, mueven sus colas con júbilo llenos de placer y gozo entre los brazos de ella y de los hombres y mujeres de la institución.
El mensaje es uno, “cuidemos a nuestros animales, porque ellos sin poder hablarnos sus ojos nos gritan – Te Amo”.
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