Apple Mac Studio con M1 Max, análisis y opinión | Tecnología

Durante su último evento online Apple presentó el iPad Air de 5ª generación que ya ha pasado por nuestro laboratorio, y lo acompañó con una gran sorpresa para los usuarios profesionales: el Mac Studio que llegaba de la mano del Apple Studio Display que ya hemos analizado aquí.

Como su propio nombre indica, el Mac Studio es un equipo especialmente diseñado para creadores de contenido y usuarios profesionales que necesitan una estación de trabajo solvente al editar audio, video, fotografía o al diseño gráfico, sin renunciar a un diseño compacto y muy cuidado.

Este modelo estrena el procesador M1 Ultra, pero por motivos de logística con las unidades de prueba, Apple no nos ha podido facilitar una unidad con este procesador, por lo que analizaremos un Mac Studio con el procesador M1 Max con 32 GB que llega con un precio de 2.329 euros.

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Análisis del Mac Studio por apartados:

Más allá de su potencia, a primera vista lo que más llama la atención en el Mac Studio es su diseño.

Un diseño que no es que sea precisamente nuevo porque, en esencia, es el mismo que encontramos en las últimas actualizaciones de los Mac Mini y coincide con este modelo en su factor de forma compacto.

En realidad, el Mac Studio ocupa el mismo espacio en la mesa que un Mac Mini, ya que tiene unas dimensiones de 19,7 x 19,7 cm, pero el nuevo modelo es considerablemente más alto, dejando una altura de 9,5 cm y 2,7 kg de peso. Prácticamente como si pusieras 3 Mac Mini uno sobre el otro.

La apariencia es la de un Mac Mini vitaminado, y en cierta forma así es, ya que al contar con un hardware más potente, también se necesitan mejores sistemas de refrigeración, precisamente uno de los principales problemas que presentaba el apretado cubículo del Mac Mini.

Estas dimensiones tan ajustadas permiten al Mac Studio acomodarse bajo la mayoría de los monitores del mercado, permitiendo ofrecer una gran potencia sin apenas ocupar espacio en la mesa.

En nuestro caso, nos llegó junto a Studio Display, el monitor que Apple ha diseñado con la misma filosofía de productividad y diseño que este Mac. Ambos encajan como un guante el uno junto al otro gracias al uso de aluminio 100% reciclado como ingrediente principal y a su diseño de curvas rectas y esquinas suaves.

En la parte superior del Mac Studio destaca el logotipo de la manzana mordida en color negro, mientras que la solidez del aluminio del frontal queda interrumpida por 2 puertos USB C 3.1 Gen 2 capaces de transmitir a una velocidad de 10 Gb/s.

Esto solo es así en la versión con el procesador M1 Max, ya que el M1 Ultra habilita estos dos puertos frontales como Thunderbolt 4.

Uno de los elementos que más celebré cuando Apple presentó este equipo –además del procesador M1 Ultra— fue el lector para tarjetas SDXC (UHS-II) del frontal, que recoge el compromiso de mejorar la conectividad para los creadores de contenido que ya incorporaban los MacBook Pro de 14 y 16" pulgadas.

Si nos vamos a la trasera, destaca la gran rejilla de ventilación a juego con los que también lucía el Studio Display en la parte superior e inferior.

Justo debajo se ubica todo un abanico de puertos que van desde 4 ThunderBolt 4 con transferencia de 40 Gb/s, un puerto Ethernet a 10 Gb, 2 USB A 3.1 con transferencias de hasta 5 Gb/s, un puerto HDMI 2.0 y el jack de 3,5 mm equipado con sistema dinámico que detecta la impedancia de los auriculares y adapta la tensión.

Me ha sorprendido que Apple no haya apostado ya por integrar un conector HDMI 2.1, manteniendo un puerto que, en la práctica, limita la resolución a 4K y 60 Hz, mientras que el cables -hdmi-diferencias-283729" title="Tipos de cable HDMI">estándar HDMI 2.1 le habría permitido alcanzar hasta resoluciones 8K.

El resto de conectores Thunderbolt 4 actúan bajo el protocolo de DisplayPort por lo que permite montar hasta cuatro monitores Pro Display XDR 6K a 60 Hz.

Cierra este despliegue el botón de encendido que, ubicado casi en la esquina de la trasera, no nos parece el lugar más cómodo y accesible para encender el equipo, pero también es cierto que, en los Mac, es mucho más habitual suspender el equipo que apagarlo por completo.

La conectividad inalámbrica corre por cuenta del soporte para redes WiFi 6 y Bluetooth 5.0 integrado, que le permite emparejar teclados, ratones y otros periféricos inalámbricos para mejorar la experiencia de uso sin cables de por medio.

Apple no ha descuidado ningún detalle del diseño unibody del Mac Studio y ha aprovechado la base del equipo para ubicar una segunda rejilla de admisión de aire fresco, que se impulsará hacia el interior gracias al sistema de doble ventilador para mantener a raya la temperatura, convirtiendo así a todo el cuerpo de aluminio de la caja en un enorme disipador.

Para que no quepa duda de que nos encontramos ante el Mac Studio, Apple ha incluido el nombre del modelo en su base, detalle que también encontrábamos en los últimos MacBook Pro.

Lo cierto es que durante el tiempo que he estado usando el Mac Studio he agradecido mucho la disposición de los USB C del frontal donde he podido conectar unidades SSD externas donde guardo los clips de vídeos y fotos, así como lector de tarjetas que, ubicado en el frontal, permite transferir cómodamente todo el contenido de la cámara.

Mención especial al silencioso funcionamiento de los ventiladores internos. Alcanzan una velocidad de giro de 1.340 rpm manteniendo el equipo con unas temperaturas generales que se han mantenido por debajo de los 35 ºC y con apenas un susurro de tanto en tanto, pasando inadvertido incluso en una sala silenciosa.

Y ya que hablamos de sonidos, decir que el Mac Studio incorpora un altavoz. No te lleves a engaño, este altavoz es más una cortesía que una solución definitiva ya que entrega una calidad bastante pobre situándose muy por debajo del audio de sus portátiles.

Sin embargo, me ha parecido muy útil cuando he tenido que ver un vídeo de forma puntual o para percibir los sonidos del sistema sin tener que ponerte unos auriculares o encender el sistema de altavoces.

En solo dos años Apple ha revolucionado el segmento de los procesadores barriendo casi por completo a Intel del catálogo de configuraciones para sus ordenadores gracias a la llegada de los procesadores Apple Silicon M1.

De hecho, el Mac Studio estrena el M1 Ultra, una nueva evolución que une dos procesadores M1 Max formando un único superprocesador que prácticamente dobla el rendimiento de los M1 Max.

Como ya hemos mencionado antes, la marca no nos ha enviado una unidad con el procesador más potente, sino todo lo contrario, tenemos entre manos la configuración más básica del Mac Studio.

Esto nos ha servido para hacernos una idea del nivel de potencia base tiene este equipo que, a tenor de los resultados de los benchmarks, ofrece un rendimiento ligeramente por encima de los M1 Pro que estrenaron los MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas.

Hablamos de un procesador M1 Max de 10 núcleos que ha sido fabricado en una litografía de 5 nm para albergar 10 núcleos de CPU y 24 núcleos de GPU.

En el procesado por núcleo el M1 Max se sitúa bastante cerca del M1 Pro ya que, en esencia, son los mismos núcleos de base. Sin embargo, cuando se pone a prueba el trabajo conjunto de los distintos núcleos, se aprecia un poco más la diferencia que marcan los 2 núcleos adicionales.

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Nos han sorprendido los buenos datos de consumo de este procesador situándose en niveles propios de los portátiles, con un consumo medio de 25 W que queda muy alejado de los 45 W, 65 W o más que alcanzaban los equipos con procesadores Intel, y todo ello entregando la potencia de un equipo de sobremesa.

Esta configuración de entrada cuenta con 32 GB de memoria RAM y 512 GB de almacenamiento interno que no podrá ser ampliado.

Este es un punto muy a tener en cuenta dado que el M1 Max integra el controlador de la memoria en el propio chip y no en la unidad de almacenamiento SSD como es habitual. Por lo que, en realidad, no puedes comprar ningún SSD compatible con esta arquitectura para ampliar la capacidad de almacenamiento.

Se ha noticias /tecnologia/desmontan-mac-studio-encuentran-ranuras-ampliacion-almacenamiento-1032315" title="Desmontan el Mac Studio y encuentran ranuras de ampliación para el almacenamiento">rumoreado mucho sobre el descubrimiento de un segundo conector en la placa del Mac Studio, pero esta solo cumple una función de mantenimiento y no para ampliar su capacidad de almacenamiento, que no podrá ampliarse tras la configuración de compra.

Este sistema de almacenamiento interno ofrece una buena respuesta, con tasas de velocidad cercanas o superiores a los 5.000 Mb/s, mientras que si conectamos un SSD a los puertos Thunderbolt 4 hemos obtenido tasas de transferencia por encima de los 750 Mb/s.

El hardware es importante, pero no menos lo es el software, y en este punto es importante utilizar herramientas optimizadas para M1 con las que obtener un mejor rendimiento. A estas alturas no vamos a entrar en valoraciones de macOS Monterey, pero sí en el funcionamiento de algunas herramientas que habitualmente uso en mi flujo de trabajo.

En el uso diario el Mac Studio ofrece fluidez total a la hora de afrontar cualquier tarea. En nuestro caso, el uso se ha orientado hacia la edición fotográfica con Capture One, Pixelmator Pro y edición de vídeo en 4K a 25 fps con Final Cut Pro.

En este contexto el desempeño del Mac Studio ha sido excelente permitiendo editar los vídeos en su formato completo sin necesitar proxys o archivos optimizados a menor resolución, y mostrando una vista previa sin retrasos ni tirones en un timeline lleno de filtros, transiciones o ajustes de color.

Lo cierto es que hemos tenido que emplearnos a fondo con benchmarks como el de Bruce X para Final Cut para que el M1 Max diera alguna señal de apuro porque con la carga de nuestro flujo de trabajo habitual se mostraba del todo relajado.

Es evidente que Apple ya había afinado el funcionamiento de herramientas profesionales como Final Cut o Logic Pro a la arquitectura de estos M1 Max y de los M1 Ultra, pero algunas aplicaciones de terceros no lo habían conseguido del todo.

Una prueba de ello lo tenemos en la última versión de Pixelmator Pro donde, con la última actualización, se aprecia una mejora en el tiempo de procesado de las imágenes en las funciones de Inteligencia Artificial que utiliza la herramienta.

En definitiva, pese a haber probado la configuración de hardware más básica del Mac Studio, su rendimiento nos ha dejado muy buen sabor de boca.

Llegamos al final de este análisis del Mac Studio con la certeza de estar ante un equipo pensado para un uso profesional. Tal vez no a los niveles extremos que alcanzan los Mac Pro por sus opciones de ampliación y actualización, pero sí cubriría durante años con las necesidades de diseñadores, editores de vídeo o fotógrafos.

Tras probarlo durante varias semanas tengo las mismas sensaciones que tuve con el MacBook Pro de 14" con el procesador M1 Pro, que dada su potencia, el Mac Studio no es un equipo para todo el mundo.

Esto deja al Mac Studio perfectamente posicionado en el catálogo de ordenadores de Apple . Un estudiante o quienes necesiten un equipo multipropósito para la familia encontrará en el Mac Mini e incluso por los iMac el equipo correcto, mientras que los usuarios corporativos con mayores requisitos de potencia seguirían apostando por los Mac Pro.

El Mac Studio dará una amplia cobertura a ese rango de profesionales y creativos que necesitan un equipo potente capaz de mover con fluidez los pesados archivos y flujos de trabajo que se mueven en esos ámbitos, manteniendo un equipo compacto para montarse la oficina en casa.

No es ni mucho menos un equipo perfecto. Le resta algunos puntos la imposibilidad de acceder a su interior. No tanto por las limitaciones en la actualización de sus componentes dada la naturaleza de la arquitectura de los M1, sino porque algo tan sencillo e importante como es la limpieza del sistema de refrigeración deba hacerse desde el servicio técnico de la marca.

Apple Mac Studio viene a cubrir las necesidades de un amplio rango de profesionales y usuarios exigentes con un equipo con el factor de forma compacto del Mac Mini, pero con la potencia que hasta ahora solo ofrecían los Mac Pro de la mano de los nuevos procesadores M1 Ultra.

Hemos probado la configuración más básica que parte de un precio de 2.329 euros, mientras que la alternativa con el procesador M1 Ultra empieza en los 4.629 euros. El precio tampoco es para todo el mundo y soy consciente de que, para muchos, es un precio inasumible.

Sin embargo, si se toma algo de perspectiva, sucede lo mismo que con los MacBook Pro de 14" y 16", donde venían a equipararse con equipos que, por su potencia, eran bastante más caros en sus versiones anteriores con procesadores Intel.

About Jose Alexis Correa Valencia

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