Este año, más que nunca, los móvil es llegan por parejas. Tenemos el modelo Pro y el modelo no Pro y sí, esto es algo habitual, pero lo que nos estamos encontrando este año son modelos que no parecen el tope de gama, pero que pueden ser los más interesantes de sus familias porque no llevan un "Pro" en el apellido, sino la palabra "equilibrio".
realme es una de las compañías que más móvil es han lanzado en los tres meses y medio que llevamos de 2022 y hace unas semanas os contamos que el realme GT 2 Pro nos parecía uno de los mejores móvil es que podías comprar por sus cámaras, su pantalla , su rendimiento y, algo más subjetivo, el diseño.
Y ahora vamos con el análisis de un realme GT 2 que da un pequeño paso atrás en algunos apartados, pero que es muy equilibrado y, además, parte de un precio muy, muy atractivo.
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Apartados del análisis del realme GT 2:
Vamos a empezar esta review del realme GT 2 hablando del diseño y la verdad es que no hay demasiado que contar que no hayamos mencionado en el análisis de su hermano mayor.
Tenemos ese mismo acabado que imita un papel muy granulado, pese a que es un biopolímero, y, de hecho, realme nos lo envió en el mismo color que el que ya teníamos en el GT 2 Pro.
Diseño realme GT 2
También está disponible en blanco con este diseño "a lo papel" y en color azul, este último con un acabado más convencional.
La sensación en la mano sigue siendo buenísima y, de hecho, aunque viene funda en la caja lo he estado usando sin ella porque es muy, muy agradable, pero está claro que hay detallitos que deben separar el modelo Pro del no Pro y uno de ellos son los laterales.
Mientras en el GT 2 Pro teníamos laterales de aluminio , aquí son de plástico. Es un plástico de calidad, eso sí, y aquí tampoco tenemos certificación IP68, pero sí la protección en la bandeja de la SIM . Algo es algo.
El botón de bloqueo tiene un diseño estriado que mejora la experiencia y los botones de volumen están en el lateral izquierdo. No es algo que me moleste, particularmente, y además creo que están a una altura correcta.
Y si pasamos al frontal, tenemos una pantalla con laterales planos que es de 6,62". Es ligeramente más pequeña que la de su hermano mayor y, en este caso, es un panel AMOLED con una resolución FullHD+ de 2.400 x 1.080 píxeles y un refresco de 120 Hz como máximo.
No es LTPO ni WQHD+, algo que entendemos por la rebaja de precio, pero sigue siendo un panel espectacular para ver todo tipo de contenido.
El brillo no es tan algo como en el modelo Pro, pero considero que es el adecuado para ver contenido en cualquier situación. Según nuestras pruebas tenemos una media de 852 luxes y, además, el sensor de brillo automático y el sistema funcionan bien para adaptar el brillo a cada situación.
Los colores pueden ser algo saturados para algunos, pero tenemos los clásicos ajustes en el menú de configuración de pantalla para configurar un perfil de color algo más a nuestro gusto y, en general, es una pantalla en la que da gusto ver tanto juegos como vídeos.
Pantalla Motorola Edge 30 Pro
Y parte de esa buenísima experiencia multimedia es gracias a un sistema de altavoces estéreo que ofrece un buen nivel de volumen y una interpretación del sonido muy satisfactoria.
No hay jack de 3,5 mm, eso sí, pero a estas alturas en esta gama no es algo que echemos de menos, sobre todo con la cantidad de auriculares -true-wireless" title="Consejos y guía de compra de auriculares inalámbricos Bluetooth True Wireless">opciones de auriculares Bluetooth accesibles.
En el interior, su hermano mayor trae el Snapdragon 8 Gen 1, el procesador más potente del momento para terminales Android , pero que tiene algunos problemas en consumo de batería debido a lo que "traga" su GPU.
Aquí no tenemos el último chip de Qualcomm, pero sí un Snapdragon 888 que sigue dando mucha guerra en el día a día, así como muchísimas alegrías tanto jugando como en el rendimiento general.
No vas a poder poner juegos como Genshin Impact al máximo a 60 fps estables, pero sí tenemos una buena experiencia a una tasa inferior o con gráficos en parámetros algo más bajos y con una tasa de frames por segundo algo más alta.
En mis pruebas no he tenido estrangulamiento térmico a la hora de jugar, pero para comprobarlo acudimos al test sintético que nos muestra el thermal throttling y a los 5 minutos empezamos a ver una caída de un 10% en el rendimiento, pero no bajó de ahí en los 25 minutos restantes.
Tampoco es que sea un móvil que se caliente demasiado jugando, lo cual es una buena noticia.
Eso sí, ten en cuenta que Genshin es un juego que pone el móvil al máximo y es casi un test de rendimiento en sí mismo. En otros juegos pesados el móvil se desenvuelve a la perfección, pero donde brilla es en el día a día.
La capa realme UI 3 se lleva muy bien con Android 12, principales novedades y características"> Android 12 y no he notado que "mate" procesos en segundo plano de forma agresiva. Creo que la multitarea funciona genial, todo es muy rápido y hace honor al nombre de la serie GT.
De hecho, si no fuera por el resultado de los benchmarks, no sabrías si estás ante un SD 888 o un SD 8 Gen 1 con el móvil en la mano. Creo que Oppo y realme han llegado a un nivel altísimo en lo que a optimización de su capa se refiere.
Tenemos sensor de profundidad, la barra de aplicaciones que podemos poner en el lateral funciona bien y es rápida como acceso directo a ciertas apps, tenemos la opción de colocar aplicaciones de acceso rápido en el icono de huella en pantalla y, hablando de esto, funciona bien y rápido, pero no me gusta su ubicación.
Oppo Find X5, análisis y opinión">Creo que en el Find X5 yOppo Find X5 Pro, análisis y opinión"> Find X5 Pro que acabamos de analizar, así como en el propio realme GT 2 Pro, está mejor resuelto al tener la zona de actuación más tirando al centro de la pantalla y no tan pegada a la barbilla.
Y la batería es algo que me ha sorprendido para bien. Tenemos 5.000 mAh que, con mi uso, me ha dado entre seis y seis horas y media de pantalla .
En el test sintético con el brillo al 100% tenemos para 8 horas 44 minutos. El realme GT 2 Pro nos dio una puntuación de 6 horas y 8 minutos, pero no es algo comparable porque, además del Snapdragon 8 Gen 1, en ese modelo teníamos un brillo bastante más alto.
No me parece una mala cifra en absoluto y, de hecho, es mejor que la que cualquier móvil con Snapdragon 8 Gen 1 me ha dado este año.
Aunque bueno, siempre es complicado hablar de esto porque yo hago mucho uso de la pantalla y, además, tengo muchas notificaciones. Pero bueno, lo mejor es que en la caja tenemos un cargador de 65 W que no es nuevo en realme y que permite una carga completa en media hora.
De hecho, estoy sorprendido porque es más rápida que la carga de su hermano mayor, con el que comparte terminal, y también más veloz que la del Oppo Find X5 con carga de 80 W.
Tenemos un diseño atractivo, una pantalla a la altura y un muy buen rendimiento gracias a un procesador que sigue siendo TOP, pero está claro que cuando quieres abaratar un producto hay que recortar y el apartado que suele pagar los platos rotos es... la cámara. O suele serlo, al menos.
Aquí tenemos una de cal y una de arena. Por un lado está el sensor principal de 50 megapíxeles que está apoyado por estabilización óptica y que cuenta con una apertura f/1.8.
Es un sensor que en todo tipo de situaciones, incluso en los días tan grises que nos ha tocado vivir estas últimas semanas, lo hace muy bien.
Apoyado por el buen procesado de realme, tenemos un balance de blancos que me parece muy correcto y unos colores que pueden ser algo saturados en algunas situaciones, sobre todo cuando en la foto hay mucho verde o azul, pero que definitivamente nos da fotos atractivas para redes sociales .
El enfoque es bueno, me parece que la textura y la nitidez no se pasan de la raya y, en general, tenemos un sensor principal y un procesado muy, muy competente. Era algo que le faltaba al GT original y se agradece que, sin llegar al nivel del GT 2 Pro, este modelo nos permita hacer buenas fotos en cualquier situación.
De noche y en interiores creo que se porta muy bien, pero está algo mal acompañado por un gran angular que es más propio de la gama media o, incluso, de entrada y un macro que no creo que vayas a usar.
El gran angular es el típico de 8 megapíxeles que hemos visto en muchísimos móvil es y no vemos un efecto de barril muy acusado o aberración cromática, pero el procesado de color es bastante diferente al que encontramos en las fotos tomadas con el principal.
Esto, al final, crea una inconsistencia entre ambos angulares y es lo que te va a llevar a disparar poco con el gran angular cuando las condiciones no sean óptimas. Preferirás alejarte unos pasos y disparar con el angular principal antes que hacer las fotos con el gran angular.
Y, por último, tenemos un macro de 2 megapíxeles del que no vale la pena hablar. No tenemos nitidez, las texturas son suaves y tiene un fuerte viñeteo. Es una cámara colocada para poder decir que tiene tres cámaras, nada más.
En el frontal tenemos un sensor de 16 megapíxeles que se comporta de forma correcta y podrás hacerte selfis para Instagram perfectamente.
Lo que me gusta, mucho, de los realme es que te permiten personalizar los modos del carrusel de la aplicación de cámara para, por ejemplo, quitar el modo "Calle" y poner el modo manual de vídeo o lo que quieras.
Hablando de vídeo, aquí se mantiene el buen nivel de la familia GT con unos vídeos que hacen gala de una buena estabilización (aunque creo que hay demasiada estabilización digital junto al sistema OIS) y me gusta la interpretación de colores.
Muestra vídeo realme GT 2
Tiene 4K60 en el sensor principal y el enfoque es muy bueno tanto a 30 como a 60 fps. En el gran angular tenemos resolución 1.080p y también tenemos esa resolución en la cámara frontal.
Que sí, podría ser 4K, pero hay teléfonos mucho, mucho más caros que no tienen grabación 4K en la frontal. Aquí es un tema de sensores más que de potencia, evidentemente.
Y, al final, el realme GT 2 es un móvil que nos ofrece mucho a un precio que considero bastante justo. Por unos 500 euros, dependiendo de si hay ofertas o no, tenemos un muy buen teléfono tanto para consumir contenido como para jugar y que llega con el procesador más TOP en Android del año pasado.
El SD 888 no se calienta el exceso, todo va extremadamente rápido y el sistema no hace de las suyas. Tiene muchas personalización y puede parecer pesado, pero lo cierto es que con el hardware que hay se mueve con mucha soltura.
Me ha convencido la autonomía, la pantalla es muy buena en su rango de precio y el diseño es precioso. Sí, esto va en gustos, pero si en algún momento tienes uno entre manos verás que es, al menos, diferente. Y eso se tiene que agradecer.
Las cámaras es donde vemos un bajón evidente respecto al modelo Pro y tenemos un muy buen sensor principal, sí, que apoyado en un procesado marca de la casa nos va a permitir sacar fotos muy atractivas.
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Sin embargo, el gran angular no está a la altura y tenemos un macro que, la verdad, no vale para mucho. Y no, tampoco a nivel creativo.
Al final, este realme GT 2 es más sucesor del realme GT del año pasado que el modelo Pro que analizamos hace unos días. Tiene todo lo que hizo grande a ese modelo, pero además no anda tan cojo en cámaras como el GT de 2021 pese a que solo el principal es el sensor notable.
Así que, si eres de los que hace muchas fotos, optaría por el realme GT 2 Pro o, incluso, por el Xiaomi 12, pero si las fotos no son tu fuerte o algo que te preocupe y no sacarás partido a cámaras complementarios, creo que por 500 euros no puedes comprar nada mejor que este modelo.
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