A pesar de venir con un portátil MSI bajo el brazo, hoy no vamos a analizar un portátil gaming, sino que nos ponemos serios y formales poniendo en foco en el Modern 14, un portátil orientado a la movilidad y a la productividad.
Es el digno heredero de modelos como Modern 15 pero, tal y como indica su nombre, nos llega con un formato más compacto y ligero que lo hace mucho más cómodo para llevarlo en la mochila.
MSI no ha escatimado en hardware y ha apostado por los últimos procesadores Intel Core i7 de la serie U para conseguir un buen equilibrio entre potencia y consumo de batería. El MSI Modern 14 C12M nos llega con un precio de 1.109 euros.
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Análisis del MSI Modern 14 por apartados:
MSI está consiguiendo poco a poco salirse del encorsetamiento que supone venir de la especialización en portátiles para juegos y lo hace con productos tan solventes como los MSI Creator Z17 que probamos hace un par de meses, enfocados en los creadores de contenido, o este MSI Modern 14 que analizamos.
El diseño del Modern 14 está bastante en la línea estética de los Creator Z, pero MSI ha encargado su diseño a la diseñadora Lorraine Sorlet que ha utilizado materiales más austeros para su carcasa, aunque mantiene el aluminio en la tapa superior y en la zona interior donde se acomoda el teclado y el touchpad.
Así es el MSI Modern 14
La marca nos ha enviado una unidad con el acabado Urban Silver en el que predomina el gris claro y el plata, pero también está disponible en Classic Black. Este acabado trasmite discreción y elegancia y todo en unas dimensiones de 319,9 x 223 mm, un grosor de 19,35 mm y 1,4 kg de peso.
Lo más destacado de la tapa es el nuevo logotipo de MSI en cromado que se sitúa en una posición centrada, así como una banda de goma que cubre parcialmente la esquina inferior y que más adelante descubriremos su utilidad. Llama la atención el buen surtido de conectores que encontramos en los laterales.
En el borde izquierdo encontramos el conector de carga, un HDMI completo, un USB 3.2 de tipo A y un USB de tipo C que no solo servirá para conectar dispositivos externos, sino que también actúa como salida para DisplayPort y puerto de carga. Junto a él encontramos el jack de audio combinado para auriculares y micro externo y el LED de carga.
Si nos vamos al lateral opuesto, encontramos una pareja de USB 2.0 y la ranura para el lector de tarjetas microSD. Tampoco faltan a la cita la conectividad WIFi 6 de la mano del chip Intel AX201 y conectividad Bluetooth 5.2.
En este apartado estamos muy satisfechos con la variedad de conectores, los cuales permiten afrontar cualquier tipo de escenario de conectividad tanto dentro como fuera de casa, escuela u oficina, pero no lo estamos tanto con la versión de estos conectores.
Nos habría gustado contar con algún conector USB A 3.2 adicional. Ya que existe la posibilidad de incluir hasta 3 USB A al menos aprovechar el espacio para conseguir mejor velocidad en la transmisión de datos. Algo similar sucede con el chip Intel AX201, que si bien aprovecha la conectividad WiFi 6, no aprovecha el potencial de este estándar.
Las bisagras que sujetan la tapa son sólidas y permiten abrir el portátil con una sola mano hasta un ángulo de 180º. Al superar los 90º de apertura, la tapa se apoya sobre la banda de goma externa, levantando la base del teclado para mejorar la admisión de aire fresco desde abajo y la ergonomía del teclado al escribir.
El reverso del portátil es de plástico y cuenta con un atractivo diseño de rejilla formada por líneas paralelas a juego con las de los altavoces que se sitúan en la parte inferior. La estabilidad del portátil corre por cuenta de cuatro patas de goma que aseguran que no se deslice en la mesa.
Al desplegar la tapa del portátil se deja al descubierto una pantalla IPS de 14,1 pulgadas con resolución Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) y formato 16:9. Sorprende Que MSI no haya apostado por el mismo formato de 16:10 que abanderaba en los Creator Z17, más aun tratándose de un portátil orientado a la productividad.
Los marcos que rodean la pantalla no están especialmente bien aprovechados. Los marcos laterales dejan un estrecho marco de 5 mm, pero tanto el generoso marco inferior, que presenta el logotipo de la MSI, como el marco superior que aloja la webcam, podría estar mejor aprovechados por la pantalla .
Este no es el mejor panel que nos hemos encontrado en un portátil de algo más de 1.000 euros. Cuenta con una tasa de refresco de 60 Hz y unos 300 nits de brillo. Más que suficiente para interiores, pero sufre cuando tenemos que trabajar al aire libre a pleno sol, aunque el acabado mate de la pantalla es un punto a su favor.
Pese a no contar con soporte para MSI TrueColor, la calibración del color es correcta para tareas de ofimática y para ver vídeos, pero no alcanza ni el brillo ni la precisión requerida para editar fotografías , vídeos o llevar a cabo tareas de diseño a nivel profesional.
La webcam que monta el MSI Modern 14 ofrece una resolución 720p y no es compatible con Windows Hello. La combinación con los micrófonos presentes a ambos lados de la cámara hace que la comunicación en videollamadas sea correcta, pero la escasa resolución que ofrece esta cámara no aporta demasiada calidad.
El MSI Modern 14 tampoco será recordado por su excepcional sonido. Cuenta con una pareja de altavoces de 2 W orientados hacia abajo, lo que hace que gane algunos enteros cuando se encuentra sobre una mesa, pero pierde fuelle cuando se usa sobre las rodillas.
Es un sonido correcto para videollamadas, pero es bastante plano y carente de bajos. El nivel de potencia es aceptable cuando estás trabajando inclinado sobre el teclado, pero flaquea si te quieres relajar alejándote un poco.
En mi opinión, el apartado del hardware es en el que el MSI Modern 14 brilla con luz propia, y eso que en algunos aspectos tampoco se ha optado por la última tecnología.
La joya de la corona es un procesador Intel Core i7-1255U de la familia Alder Lake fabricado en una litografía de 10 nm. Este procesador consta de dos núcleos P-core a 4,7 GHz y ocho E-core trabajando a una frecuencia de 3,5 GHz, lo que deja un total de 10 núcleos y 12 hilos de procesamiento.
Apoyando a este procesador encontramos 16 GB de memoria RAM DDR4 a 3200 MHz soldadas a la placa, por lo que debe tenerse en consideración al elegir el modelo adecuado en el momento de su compra porque no es posible ampliarlo en el futuro.
Tal y como revelan los benchmarks, el nuevo procesador supone un incremento en el rendimiento con respecto a chips de la anterior generación como el Intel Core i7 113 5G 7 que montaba el realme Book—que analizamos aquí—, pero sin llegar a los niveles de los AMD Ryzen 7 5800H que monta el Huawei MateBook 16 –aquí su análisis—.
Todo ello se traduce en una experiencia de uso fluida en la que el equipo responde con agilidad al gestionar más de una decena de pestañas abiertas en el navegador mientras se ejecutan aplicaciones de ofimática.
El Intel Core i7-1255U cuenta con una GPU integrada Iris Xe que da la talla editando vídeos caseros y fotos de forma esporádica, pero no ofrece la potencia suficiente para llevar a cabo esas tareas de forma profesional.
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El MSI Modern 14 monta una unidad SSD M.2 Kingston PC Ie 3.0 x4 de 512 GB, distribuida en una sola partición para el sistema. Es una cantidad de almacenamiento suficiente, pero queda por debajo de lo que ofrecen algunos de sus rivales, tanto en capacidad como en tecnología.
El control de la temperatura ha sido bueno, y el portátil se ha mantenido en unos niveles más que aceptables alcanzando unos máximos de 94º a pleno rendimiento sostenido. El ventilador ha tenido un funcionamiento intermitente manteniendo un discreto nivel de ruido que no ha resultado molesto en ningún momento.
El MSI Modern 14 nos llega con una versión de Windows 11 Home con algunos programas preinstalados como el antivirus de Norton, que tras el periodo de prueba, resultará más un estorbo que una ayuda si no se renueva su licencia.
MSI ha incluido el software de control MSI Center Pro con el que se puede configurar el funcionamiento del portátil, añadiendo algunas funciones de Inteligencia Artificial que aprende de los hábitos de uso para optimizar el consumo y rendimiento del equipo.
Llama la atención que este portátil no cuente con un algún sistema de seguridad biométrica. No hay ni rastro de lector de huellas ni soporte para Windows Hello para la webcam.
Y llegamos a uno de los apartados más importantes para un portátil orientado a productividad o para estudiar: el teclado. Este es un punto en el que el MSI Modern 14 presenta algunas luces y sombras. Vamos por partes.
El teclado del Modern 14 es amplio y cómodo de usar gracias a unas generosas teclas cuadradas de tipo chiclet de 15 mm. Tal vez están algo separadas para mi gusto, pero la experiencia de uso y el recorrido es muy agradable y permiten usarlo durante horas sin que los dedos se resientan por la fatiga.
El teclado en negro con retroiluminación en blanco de tres niveles ofrece muy buen contraste para usarse en escenarios con poca luz, dejando una excelente visibilidad el teclado.
No me ha parecido tan acertada la elección de la distribución del teclado que, aunque cuenta con tecla Ñ y todos los símbolos en español , ha optado por una distribución ANSI en lugar de la ISO tradicional de los teclados en español , dejando una tecla Intro dividida con la Ç que da lugar a constantes errores al escribir.
Tampoco está exenta de críticas la ubicación de las teclas de avance y retroceso de página que vienen a cubrir el espacio que dejan las flechas de dirección.
Por la posición, tamaño y nula separación entre ellas es muy fácil equivocarse al pulsar las flechas y saltar de página rompiendo la productividad.
El touchpad tiene un tamaño generoso y ofrece buenas sensaciones al deslizar el dedo por la superficie. Eso hace que el desplazamiento por la pantalla y control del puntero se lleve a cabo de forma precisa.
Responde muy bien a los gestos habituales de Windows y permite hacer clic en toda la superficie y no solo en el extremo inferior, algo que también aporta comodidad durante su uso.
La autonomía es uno de los puntos débiles de este portátil y puede suponer un problema, sobre todo si va a usarse en movilidad.
Nos encontramos con una batería de 3 celdas con 39,3 Wh con la que hemos tenido que sufrir para llegar al final de la jornada limitando al máximo el uso de recursos para ahorrar algo de batería.
Con el modo Ahorro activado hemos podido usarlo durante unas 5 horas, pero si optamos por el perfil equilibrado, su autonomía no pasa de las 4 horas ajustando el brillo de la pantalla al 50% y realizando tareas de ofimática y navegación.
Estos tiempos de uso encajan bastante con los resultados obtenidos en los test sintéticos de batería, donde el MSI Modern 14 nos ha dado una autonomía de 4 horas y 1 minuto de uso con el brillo de la pantalla al 50% y realizando tareas de ofimática.
MSI Modern 14 incluye un cargador de 65 W de un tamaño muy compacto que, por suerte, no supone un gran inconveniente para llevarlo junto al portátil. No obstante, la batería del Modern 14 también puede cargarse desde el puerto USB C utilizando el cargador de 65 W del móvil .
Los tiempos de carga de ambos sistemas son idénticos, a pesar de que hemos encontrado que con el USB C recupera antes la carga en la primera mitad del ciclo. En ambos hemos conseguido el 100% de la carga en 1 hora y 40 minutos.
Llegamos a la recta final de este análisis del MSI Modern 14 y, tras un par de semanas de uso como ordenador principal, podemos sacar algunas conclusiones.
MSI nos trae un portátil que se mueve en un terreno complicado entre la búsqueda de un buen rendimiento general, un diseño atractivo y unas buenas prestaciones que hagan más cómodo su uso en productividad. En algunos puntos acierta, pero en otros no tanto.
En el balance de lo positivo, sin duda, encontramos su hardware. Encabezado por un procesador Intel Core de 12º generación el MSI Modern 14 se ha mostrado capaz de afrontar cualquier tarea con fluidez, apoyado por una buena cantidad de RAM y un almacenamiento suficiente.
El diseño es atractivo, pero se dejan notar los recortes en la elección de materiales y en un trabajo de compactación que podría haber incidido más en su grosor. No obstante, no es el punto que más nos preocupa ya que esto ha permitido alojar una buena variedad de conectores, lo cual siempre son buenas noticias en un portátil.
Este portátil es perfecto para trabajadores y estudiantes. Cuenta con 16 GB de memoria RAM y un procesador Intel Core i7-1255U. Su peso es bastante ligero, de apenas 1,4 kg.
La pantalla y el teclado tienen sus sombras y, pese a que no suponen un obstáculo insalvable, quedan por debajo del nivel que esperamos encontrar en un portátil que cuesta 1.109 euros.
En definitiva, el MSI Modern 14 podría ser un excelente aliado para el teletrabajo o como portátil para estudiantes con muy buenos resultados, pero no tanto como portátil para movilidad, donde su ajustada autonomía lo hace demasiado dependiente del cargador.
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