La Justicia argentina ha condenado a cuatro años y seis meses de cárcel al exobispo de Orán (en el norte de Argentina) Gustavo Zanchetta por abusar sexualmente de dos ex seminaristas y ha ordenado su inmediata detención. La cercanía de este exobispo al papa Francisco, quien lo readmitió en la Santa Sede a mitad de 2020, cuando ya habían salido a la luz las denuncias, no lo ha salvado de la condena de la justicia civil. La sala II del Tribunal Oral de la provincia de Salta, a la que pertenece Orán, lo ha condenado este viernes por “abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso”.
“Gracias a las personas que nos sostuvieron tantos años, gracias a los curas que nos creyeron, gracias a una periodista que fue capaz de contar todo, gracias a nuestras familias por acompañar en silencio, gracias a la justicia”, escribió una de las víctimas en las redes sociales tras la condena.
A lo largo del juicio, distintos sacerdotes declararon contra quien fue el obispo de Orán entre julio de 2013 y 2017. Según sus testimonios, la mayoría de seminaristas tenía miedo de Zanchetta y aseguraban que brindaba un trato “preferencial” a algunos aspirantes, mientras que a otros los ignoraba. El obispo solía pedir que le diesen masajes y daba “abrazos que, por lo general, eran desde atrás y duraban más de la cuenta”, según las declaraciones de uno de los testigos citadas por el diario La Nación.
El sacerdote Gabriel Acevedo, que era director espiritual de los seminaristas, habló ante el tribunal de los “acercamientos físicos” del obispo a algunos de los jóvenes que vivían en la casa parroquial de la Catedral de Orán y relató que en 2014 el canciller del Obispado encontró en el teléfono celular de Zanchetta “contenido pornográfico en las que aparecía el obispo y algunos jóvenes”.
Durante el juicio, Zanchetta declaró y negó todas las acusaciones en su contra. “Siento una mezcla de bronca y lástima por vos. Que increíble que no reconozcas nada”, le contestó desde Facebook uno de los seminaristas que declararon en su contra, Marcio Torina. “Así como actuó la justicia civil, espero lo suyo de la canónica”, continuó en referencia al proceso eclesiástico que también tendrá que enfrentar. “Qué fácil seguir teniendo la protección eclesial, que el mismo Francisco te haya llevado a Roma y te invente un laburito [un trabajo]. Tener techo y comida diaria. Tenes que saber que nos fuiste arruinando la vida. Rompiendo sueños y proyectos. Hoy en día muchos la peleamos día a día, experimentamos el amargo sabor de la soledad, la incomprensión y el prejuicio”, subrayó en su escrito Torina.
El religioso renunció al Obispado de Orán en 2017 alegando problemas de salud después de que meses antes cinco sacerdotes lo hubiesen acusado de abusos sexuales, autoritarismo y desmanejos económicos con propiedades eclesiásticas. Gabriel Acevedo fue uno de los denunciantes.
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Zanchetta, a quien también salpica una investigación económica por supuesta estafa y administración fraudulenta en el Obispado de Orán, fue trasladado desde Orán a la provincia argentina de Corrientes, después a Madrid, hasta que a finales de 2017 Francisco lo llevó al Vaticano.
Al Papa le costó admitir las acusaciones. En un primer momento aseguró que se trataba de un asunto de mala relación con sus subordinados, pero después consideró oportuno abrir un proceso canónico. Aún así, el vínculo entre ambos se mantuvo y después de haberlo apartado de su puesto como asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica del Vaticano, a mitad de 2020 volvió a readmitirlo.
Los familiares y amigos de las víctimas, que esperaban la sentencia fuera del tribunal de Salta, criticaron a las autoridades por montar un operativo policial que permitió a Zanchetta salir por una puerta trasera en vez de aparecer esposado ante aquellos que se habían movilizado para pedir justicia. “Cuántas vidas dañó este hombre. Me parece pésimo lo que hizo la policía. Hoy le tocó a esos jóvenes, mañana le puede ocurrir a sus hijos. Zanchetta aún tiene mucho poder. No pueden cubrir a un violador”, gritó una de las personas apostadas a la entrada del tribunal.
La Iglesia argentina ha pedido perdón este viernes a quienes fueron abusados por el ex obispo a través de un comunicado: “Queremos manifestar nuestra cercanía con las víctimas y expresarles un fuerte y sincero pedido de perdón en nombre de toda la Iglesia”. Zanchetta quedó detenido en la Unidad Regional 2 de Salta y los jueces ordenaron que, una vez la condena quede firme, sus datos sean “inscriptos en el Banco de Datos Genéticos”.
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