El Apple Studio Display es uno de los últimos dispositivos que se ha incorporado al catálogo de la marca y lo hace envuelto en una cierta polémica por lo que ofrece pero, sobre todo, por su precio.
Viendo la etiqueta del precio muchos esperaban una versión lite del Pro Display XDR. Sin embargo, muchos usuarios consideran que Apple se ha excedido con la tijera manteniendo un sobreprecio en su último monitor para los ordenadores Mac.
Es por eso que hemos decidido probar el Studio Display por nosotros mismos y formarnos nuestra propia opinión en base a nuestras pruebas y darte nuestra opinión. Eso sí, es un monitor que no está al alcance de cualquiera ya que la versión más básica que es la que estamos probando parte de un precio de 1.779 euros.
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Resumen del análisis del Apple Studio Display de 27" por apartados:
Empezamos, como no podía ser de otro modo, con lo más llamativo de este monitor que es su diseño. En este punto la marca de la manzana no ha defraudado al diseñar un monitor que respira el estilo Apple por sus cuatro costados.
Debemos contextualizar este monitor como el retorno de los míticos Cinema Display, y se pueden identificar rasgos de los iMac en la peana, de los MacBook Pro en la pantalla y del excelso Pro Display XDR en la forma y los bordes. El resultado es un monitor que encaja como un guante junto a cualquier dispositivo de Apple .
El ingrediente principal en su fabricación ha sido el aluminio 100% reciclado que le da este aspecto vanguardista, le aporta solidez y resistencia, al tiempo que actúa como un magnífico disipador para el calor que genera el sistema de iluminación de la pantalla .
El monitor nos ha llegado con la peana ya montada, y en este caso se trata del soporte inclinable más básico.
Este soporte es del mismo tipo que los últimos iMac con M1 que ya hemos analizado y se basa en una bisagra que une el soporte de la peana con la trasera del monitor permitiendo ajustar la inclinación de la pantalla entre -5º y +25º.
Este soporte no permite ningún otro ajuste como girarlo con respecto a la base o variar la altura de la pantalla . Para eso habrá que asumir el sobrecoste añadido que supone elegir el soporte con inclinación y altura ajustables.
Apple también ofrece la opción de montar un soporte VESA en la trasera para que puedas montar el monitor en la pared o en un brazo para escritorio o multimonitor.
El sistema de alimentación está integrado en el chasis del monitor, por lo que únicamente queda visible el cable trenzado de color negro. Ni transformadores ni fuentes de alimentación. Por lo tanto, la instalación se limita a ponerlo sobre la mesa y conectarlo al ordenador mediante el cable Thunderbolt 3 que acompaña al monitor. Un montaje muy del estilo Apple .
Además, el cable de alimentación viene fijado a la trasera del monitor y, aunque es extraíble, Apple recomienda encarecidamente que los usuarios no lo quiten por su cuenta o, en caso necesario, acudir a un centro técnico autorizado para evitar dañarlo.
La carcasa unibody que cubre la trasera sigue las pautas de diseño de los últimos iMac, con monolíticas formas rectas y esquinas redondeadas. Aumenta su grosor hasta los 30,6 mm que decora en los bordes superior e inferior con unas rejillas por las que deja respirar al sistema de refrigeración interno formado por dos ventiladores y al sistema de sonido.
Ocupando un lugar destacado en la trasera encontramos el icónico logotipo de la manzana mordida en color negro brillante y la batería de conectores USB-C en la esquina inferior izquierda.
La gestión de cables es bastante caótica y se basa en un sencillo orificio en la parte trasera del soporte de la peana por el que pasar los cables que entran o salen del monitor. No me gustó en los iMac y se repite en este Studio Display.
No encontraremos ningún botón físico en ese monitor ya que toda la gestión de volumen, perfiles de color e incluso encendido se realiza desde el sistema operativo del dispositivo conectado.
Ya hemos visto que, en lo estético, el Studio Display bebe de las fuentes de los nuevos iMac. La inspiración no termina ahí ya que en lo relativo a la pantalla también encontramos muchas referencias a los ordenadores All-in-One de Apple .
No es así en la presentación de la pantalla , que elimina la barbilla que lucen los iMac y deja unos marcos simétricos en todo el perímetro, pero con un grosor que nos recuerdan a los anchos marcos que todavía lucen los MacBook en sus pantalla s. Apple , dejar un marco negro de 14 mm alrededor de una pantalla en 2022 no es para nada cool.
Tengo ante mí una pantalla con el acabado antirreflejos de Apple que consigue lidiar con los reflejos indirectos procedentes de lámparas u otras fuentes de luz, pero no consigue mitigar los procedentes de una ventana lateral.
Existe una versión con el cristal de la pantalla fabricado con vidrio nanotexturizado que evitaría estos reflejos, pero al igual que con el soporte pivotante, tocará rascarse el bolsillo de nuevo y pagar los 2.029 euros que cuesta este monitor con ese añadido.
Dentro de los límites de este marco nos encontramos con un panel IPS Retina Display con una diagonal de 27 pulgadas y una resolución 5K (5.120 x 2.880 píxeles) que deja una densidad de 218 ppp. Con la suma de estas prestaciones se obtiene muy buena nitidez en unos textos sin dientes de sierra ni píxeles visibles incluso a corta distancia.
Esta resolución no es casual, ya que responde al escalado nativo de la interfaz de macOS, evitando que el contenido en pantalla deba reescalarse de forma artificial para cubrir todo el espacio como sucede en el resto de monitores 4K.
Esta peculiaridad de Apple y la resolución 5K los acerca mucho más a los equipos de Apple que a otros ordenadores basados en Windows, aunque estos también funcionan sin problemas con este monitor.
El panel entrega un brillo de 600 nits y, aunque oficialmente no soporta HDR, lo cierto es que ese brillo le permite representar unos colores vibrantes y bien calibrados de origen, cubriendo varios espacios de color que se pueden configurar desde el sistema, entre los que se encuentran distintas variantes de P3, estándares BT.709 y BT.2020 y sRGB.
Una de las ventajas de los paneles IPS es contar con una representación de colores muy sólida y unos ángulos de visión amplios.
En el lado negativo nos encontramos un contraste que no es tan bueno como en los paneles VA, MiniLED o OLED, por lo que los negros que muestra este monitor no pasan de gris muy oscuro. No están nada mal para un IPS, pero no llegan a la profundidad de los OLED.
Se podría haber mejorado algo incluyendo alguna tecnología de apoyo como un sistema de atenuación local (Local Dimming) como la que monta el Pro Display XDR para controlar mejor la iluminación por zonas de la pantalla .
Me hubiera gustado encontrar una pantalla ProMotion que mostrara una tasa de refresco de 120 Hz para mejorar todavía más esa nitidez y hacerla un poco más atractiva para juegos, pero en su lugar se ha conformado con 60 Hz.
Todas estas ausencias dejan al Studio Display con la misma pantalla que montaba el iMac de 27 pulgadas de 2017, justo ahora que Apple lo ha descatalogado. ¿Casualidad? No lo creo.
Lo que sí incluye es un sensor de luz ambiental en una de las esquinas del frontal que activa el sistema True tone para ajustar la temperatura del color a la luz ambiente. Esto hace que la pantalla muestre unos colores fiables bajo cualquier tipo de luz, algo muy recomendable en tareas de diseño cuando se trabaja en una sala con luz natural.
En definitiva, el Studio Display entrega la calidad de imagen que esperamos encontrar en un monitor IPS de gama alta. La clave es que este tipo de monitores IPS no cuestan lo que este Studio Display de Apple .
Visto el apartado de la calidad de imagen, nos metemos de lleno en otro no menos importante como es la conectividad en un contexto en el que el teletrabajo cada vez tiene más peso a la hora de elegir el equipamiento.
Empezamos hablando de los puertos físicos y vamos terminar bastante rápido ya que únicamente contamos con 4 puertos USB de tipo C, y solo uno de ellos es Thunderbolt 4…y ya está.
Eso significa que con tres de ellos se obtiene una velocidad de transmisión de datos de 10 Gb/s que marca el estándar USB 3.2, mientras que desde el puerto Thunderbolt 4 se entregan 40 Gb/s y permite cargar dispositivos con una potencia de 96 W. Justo la misma potencia de carga que necesitan los nuevos Macbook Pro de 14 y 16 pulgadas como los que analizamos aquí.
Creo que esta escasez de puertos ofrece un mensaje contradictorio con el que Apple transmitía con los últimos MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas, en los que se recuperaba el puerto HDMI. Sin embargo, en el Studio Display no encontramos ni HDMI ni puertos DisplayPort, por lo que la conectividad se antoja bastante escasa.
Donde sí destaca este monitor es en el apartado del audio. Cuenta con 6 altavoces distribuidos entre la parte superior e inferior del monitor.
Cuatro de estos altavoces son woofers con cancelación de fuerza que se encargan de gestionar las frecuencias más bajas minimizando la distorsión, mientras que una pareja de tweeters hace lo propio con las frecuencias altas y los tonos medios obteniendo un sonido ampliado compatible con Dolby Atmos.
Apple acostumbra a conseguir un buen ajuste de audio en sus equipos y este monitor no iba a ser una excepción. Los bajos tienen mucha presencia y el sonido tiene mucho cuerpo, dibujando una escena sonora clara entre el usuario y la pantalla .
El responsable de este buen ajuste de audio es un procesador A13 Bionic que no solo se encarga de gestionar el audio, sino que hace lo propio captando la voz con la matriz de micrófonos con calidad de estudio y cancelando el ruido ambiente durante las videollamadas.
Este era el procesador que montaba eliPhone 11"> iPhone 11, por lo que Apple ha decidido aprovechar toda su potencia integrando la función Encuadre centrado en la webcam FaceTime HD de 12 Mpx y ángulo de visión de 122º.
Ya hemos usado esta función de Encuadre centrado en el iPad Pro de 2021 que pasó por nuestro laboratorio, el iPad Mini de 6ª generación y el reciente iPad Air 5 que acabamos de analizar.
Esta función emplea la inteligencia artificial y aprovecha los 122º grados de amplitud visual de la cámara para aplicar un recorte a la superficie del sensor dando la sensación de que la cámara sigue al usuario por la estancia, haciendo zoom o abriendo el plano según su posición.
Además, si se une una segunda persona, mantiene el plano abierto para que ninguno de los dos se quede fuera del encuadre. Es casi como si un operador de cámara se encargara de mantenerte siempre en el centro del encuadre durante toda la videollamada aunque te muevas.
Hemos usado esta función en conexiones con FaceTime, Zoom y la plataforma Webex, pero no hemos conseguido activarla con Google Meet.
Más allá de lo curioso de la función, decir que la webcam integrada en el monitor no ofrece la calidad que esperábamos enviando una imagen con mucho ruido y poca nitidez incluso con buena luz.
Inexplicablemente, pese a que sobre el papel es el mismo sensor, las cámaras de los iPads y de los MacBook Pro ofrecen una calidad muy superior a la de este Studio Display. Tanto es así que desde Apple se ha comunicado que están trabajando en una actualización para mejorarla.
Tras una algo más de una semana usando el Studio Display para trabajar, llegamos a algunas conclusiones sobre esta pantalla que, tanto por su precio como por sus prestaciones, está orientada a un público muy concreto.
Si nos ceñimos a los datos técnicos, el Studio Display es único en su especie. Se pueden contar con los dedos de una mano (y me sobra alguno) los monitores con resolución 5K en el mercado, y los que hay, no cuentan con muchas de las funciones que sí ofrece el monitor de Apple .
O no alcanzan los 600 nits de brillo, o su tamaño es excesivo o el calibrado de color no es tan eficiente y preciso como el de Apple . El modelo más popular es el LG 27MD5KL que se encuentra en el mercado por 1.155 euros.
El Studio Display no entrega la calidad del Pro Display XDR, pero tampoco tiene su precio. Aun así, Apple se ha limitado a poco menos que a reutilizar los componentes del iMac de 27 pulgadas que acaba de descatalogar, para volver a utilizarlos en un nuevo producto que vende incluso un poco más caro proporcionalmente.
Studio Display es el nuevo monitor con resolución 5K y diseño vanguardista inspirado en los iMac que apuesta por la calidad de imagen con un panel de 600 nits. El monitor integra un sonido alimentado por 6 altavoces estéreo y una webcam de 12 Mpx con función de Encuadre centrado como la de los iPad.
No me malinterpretes, es un monitor de muy buena calidad pero, salvo por la resolución 5K, hay un buen puñado de monitores que ofrecen mejor calidad de imagen y precisión en la colorimetría que este Studio Display, y cuestan la mitad.
Por los 1.779 euros que cuesta el modelo básico que estamos probando no solo te llevas a casa un monitor solvente y con colores fiables, te llevas un monitor pensado por y para usuarios de Apple y con unas prestaciones coherentes con el resto del ecosistema de dispositivos de la compañía adaptándose como un guante a sus ordenadores.
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