Después de un año marcado por un fuerte freno a la movilidad internacional, las llegadas de migrantes en situación irregular a la Unión Europea aumentaron un 57% en 2021, hasta rozar las 200.000. Las causas del notable incremento, que recuperan el ritmo de entradas a territorio europeo de 2017, apuntan a “factores distintos al levantamiento de las restricciones a la movilidad global”, según Frontex, que ha publicado los datos este martes. Uno de esos factores fue “sin duda” la crisis en Bielorrusia, subraya la agencia europea de control de bordes.
La presión migratoria vuelve a llamar a las puertas de una UE que busca blindar las fronteras a marchas forzadas, restringiendo la protección internacional cuando los migrantes son “instrumentalizados”, limitando la permanencia en territorio comunitario exclusivamente a los que tienen derecho al asilo y acelerando las expulsiones del resto de migrantes que llegan a Europa. El crecimiento de llegadas al club comunitario el año pasado supone una vuelta al nivel de 2017, cuando se asentaba una tendencia a la moderación de las entradas, después de la crisis de 2015, durante la que 1,8 millones de personas accedieron la UE de forma irregular. En comparación con 2019, la subida es también considerable y se sitúa en torno al 36%.
A pesar de que Frontex la identifica como una de las causas del incremento, la crisis en la frontera este con Bielorrusia —a consecuencia de la afluencia de migrantes y potenciales refugiados orquestada por el régimen de Alexandr Lukashenko— arroja cifras bajas: casi 8.000 personas cruzaron a Polonia, Lituania y Letonia desde territorio bielorruso en 2021, apenas un 4% del total. La agencia de fronteras, al igual que el resto de instituciones europeas, no duda en calificar los hechos de “operación híbrida”, en la que “se utilizó” a los migrantes, en el comunicado difundido este martes. Un lenguaje con el que la Comisión Europea justifica la reciente propuesta de endurecimiento de las normas de asilo para evitar la instrumentalización de los migrantes por Gobiernos del entorno de los Veintisiete para lograr objetivos políticos.
Las llegadas por mar, que acumulan un reguero de naufragios, son año tras año las más numerosas. Uno de cada tres inmigrantes cruzó las fronteras por la ruta del Mediterráneo central ―que fue por segundo año consecutivo la más utilizada para llegar a Europa, con un aumento del 83%― desde costas tunecinas, libias y turcas. Las vías que más afectan a España, la del Mediterráneo occidental y la Atlántica, registraron un total de más de 42.000 entradas.
Los Balcanes occidentales vieron un incremento de las llegadas del 124% hasta superar las 60.000, según los datos que recogió Frontex de la página web de la policía de Hungría, país que registra desde verano más de 2.000 entradas irregulares a la semana. Durante el último mes se han registrado varios sucesos relacionados con migrantes en territorio húngaro. El 13 de diciembre siete personas murieron al chocar el vehículo en el que viajaban desde Serbia ―no perteneciente al club comunitario―. El conductor, de nacionalidad serbia, fue detenido por tráfico ilegal de personas. El viernes pasado un agente húngaro disparó contra un camión en el que iban una treintena de migrantes.
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