Una lista de invitados dice mucho del anfitrión, en este caso del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric. La ceremonia de asunción prevista para este viernes contará con líderes de la izquierda latinoamericana, como el precandidato colombiano Gustavo Petro y la brasileña Dilma Rousseff. No habrá nadie, sin embargo, representando a la Nicaragua de Daniel Ortega o la Venezuela de Nicolás Maduro. Boric invitó en cambio a los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli, emblemas de la resistencia a Ortega, pero a nadie de la oposición venezolana. En el listado de presidentes estarán los de Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay. Pero no viajarán ni el colombiano Iván Duque ni el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El primero voló a Washington para reunirse con Joe Biden, pero antes tomó nota de la invitación personal que Boric envió a Petro, su principal rival político. Bolsonaro fue menos diplomático y dijo, sin vueltas, que no pensaba ir a la asunción de “ese tal Boric”. Envió en su lugar a su vicepresidente, el general retirado Hamilton Mourão.
Una de las primeras definiciones en política exterior de Boric fue plantar cara a los Gobiernos de Nicaragua y Venezuela, incluso contra la opinión del Partido Comunista, integrante de su coalición de Gobierno. “En el caso de Nicaragua no logro encontrarle nada ahí, y en el caso de Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado”, dijo en una entrevista reciente. Nicolás Maduro devolvió el gesto sin diplomacia y dijo que Boric era parte de “una izquierda cobarde frente al imperialismo”. ¿Cuál es la izquierda que prefiere Boric? Él mismo respondió a la pregunta: “Me da mucha esperanza y espero tener un trabajo codo a codo con Lucho [Luis]Arce en Bolivia, si Lula gana las elecciones en Brasil con Lula, la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante”.
Lula y Petro formaron parte de la lista de 26 invitados especiales a los que tiene derecho el presidente electo. El brasileño se excusó pero agradeció el gesto, lo mismo que el nicaragüense Ramírez. “Boric ha querido enviar un mensaje claro a la dictadura en Nicaragua, lo cual, desde la izquierda que él representa, demuestra que no está dispuesto a ninguna tolerancia con aquellos gobiernos que contradicen la democracia”, dijo Ramírez en declaraciones al sitio ex-ante. En el listado personal de Boric hay referentes de todo el progresismo regional. Están la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y la feminista Rita Segato. También músicos que forman parte de su discoteca, como Pedro Aznar.
En una nota de prensa, el nuevo Gobierno explicó que Boric “ha querido invitar a un abanico amplio de personas comprometidas con la causa democrática y la lucha por los Derechos Humanos y la dignidad de las personas”. Para Heraldo Muñoz, canciller de Chile durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018), “la impresión que da la lista de invitados es que el Gobierno de Boric estará más cerca de los Gobiernos de Canadá y Nueva Zelanda que del socialismo del siglo XXI” americano, representado por Venezuela. “Boric se sentirá más cercano a la socialdemocracia europea, como la de España; esas relaciones serán particularmente activas”, agrega. España envió a una delegación liderada por el rey Felipe VI, además de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
El exembajador Reyes Matta, asesor del expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), ve además un cambio de paradigma en la política exterior chilena, acorde con los nuevos tiempos. “Ellos consideran que la política económica exterior tiene que tener un desarrollo sustentable, y que es eso lo que debe determinar si un acuerdo es bueno o malo. En ese marco, lo principal será reconstruir la relación sudamericana, con la búsqueda de una agenda con mínimos comunes. Estamos ante una agenda vinculada a lo ecológico, los derechos humanos y el feminismo”, dice.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Hay un capítulo especial para Cuba. La Habana estará representada este viernes por su canciller, Bruno Rodríguez, quien ya llegó a Santiago tras anunciar que su intención es “promover el desarrollo de los lazos históricos que unen a nuestras naciones”. Boric puso una línea roja a Nicaragua y Venezuela, pero salvó la relación con la isla, luego del enfriamiento que impuso el Gobierno saliente de Sebastián Piñera. El excanciller Heraldo Muñoz espera un regreso a los tiempos de Michelle Bachelet, donde si bien había “gente que sentía una amistad por la solidaridad de Cuba durante la dictadura, la relación no fue para nada intensa sino más bien protocolar, de Estado a Estado”.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves normativas de la actualidad de la región.
Contenido exclusivo para suscriptores
Lee sin límites
0 Comments:
Publicar un comentario