La gran diferencia es que el precio de las criptomonedas es mucho más volátil y, como no hay ningún organismo que las controle, sube y baja en relación a cómo se mueve el mercado.
El bitcoin se puede usar para comprar productos o como instrumento de inversión, aunque no está disponible en todos los países.
Como todas las criptomonedas, el bitcoin sirve para hacer pagos rápidos y evitar los cargos de transacción.
2. Cómo funciona
Cada bitcoin contiene un código que se almacena en una «digital wallet» o billetera digital, en un celular o en un computador, con «llaves privadas».
Las personas pueden enviar o recibir bitcoins (o partes de un bitcoin) de otros individuos o empresas.
En general las criptomonedas se basan en una red descentralizada de computadores que cuenta con nodos repartidos por todo el mundo con copias de todas las transacciones que se han realizado.
A esta red se le llama «blockchain» o cadena de bloques. Estos bloques o nodos están enlazados y asegurados usando criptografía.
Cuando haces una transacción los datos de esta se registran en un bloque, y automáticamente se va replicando en el resto.
El bitcoin y cada una de las monedas digitales funcionan con su propio algoritmo, el cual permite gestionar la cantidad de nuevas unidades que se emiten cada año.
3. Cómo se consigue un bitcoin
Hay tres grandes maneras:
- Puedes comprar un bitcoin (o una porción de la divisa) usando dinero. Muchas personas bajan aplicaciones en sus teléfonos que les permiten comprar el bitcoin usando los fondos de su cuenta bancaria.
- Puedes vender cosas y permitir que la gente te pague con bitcoins.
- O puedes crearlos a través de un proceso conocido como la minería de bitcoin. Quienes se dedican a esta actividades son llamados mineros.
Los mineros trabajan con computadores muy poderosos que operan a través de un sistema automático de recompensas que premia a las personas que confirman las transacciones de los usuarios que conforman la red.
4. Cuál es el origen
A principios de 2009, un programador anónimo o un grupo de programadores bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto publicó un artículo donde se refería al bitcoin como un nuevo sistema de transacciones descentralizadas.
Tras desarrollar la tecnología necesaria que hiciera posible las transacciones de bitcoin, en 2011 el código de la criptomoneda y los dominios de las páginas webs fueron repartidos entre varios miembros de la nueva comunidad creada en torno a la divisa digital.
De todos modos, hay poca información sobre los acontecimientos que permitieron el desarrollo de la moneda y la que está disponible, no procede de fuentes confiables.
Al bitcoin se le reconoce como la primera divisa digital en el mercado y la que tiene el precio más alto en el mercado.
5. Por qué hay un boom
El creciente interés de grandes inversores e individuos en comprar bitcoin se ha acelerado en el último par de años.
Antes las criptomonedas eran consideradas plataformas utilizadas exclusivamente por organizaciones ligadas al crimen internacional para hacer sus transacciones ilegales de manera anónima.
Gobiernos, bancos centrales, economistas y una buena parte de los inversores se han opuesto a una red que no está bajo el control y la fiscalización de ningún tipo de autoridad.
Sin embargo, en la medida que grandes empresas le han abierto sus puertas, así como fondos de capital de riesgo están invirtiendo en la divisa, el resto de los inversionistas y las personas comunes han comenzado a perder la desconfianza.
Y con el desarrollo de aplicaciones que permiten comprar y vender bitcoin en un par de minutos desde el celular, la adopción de la criptomoneda se ha intensificado.
En lo que va de 2021 el precio del bitcoin ha seguido una curva ascendente, pese a las permanentes advertencias de autoridades que aseguran que la divisa es una burbuja que estallará en cualquier momento.
6. Cuál es el riesgo
El principal riesgo es que se trate de una burbuja financiera que termine dejando en la ruina a todos los que depositaron su «dinero real» en una moneda virtual que no tiene respaldo de ninguna institución.
De la misma manera en que nadie es «dueño del bitcoin», tampoco nadie es responsable.
Es por eso que constantemente los presidentes de los bancos centrales de las grandes potencias suelen decirle a la gente que no inviertan sus fondos en criptomonedas porque terminarán «perdiendo todo su dinero«.
Sus detractores dicen que no tiene ningún valor intrínseco, pero quienes lo defienden aseguran que su valor está determinado por un consenso social, tal como ocurre con los billetes de papel.
Uno de sus más acérrimos críticos es el reconocido economista Nouriel Roubini, quien se refiere al bitcoin como «shitcoin» (una especie de moneda de mierda).
También hay denuncias de estafadores que prefieren llevar a cabo sus operaciones utilizando bitcoin u otras criptomonedas porque los pagos son irreversibles.
Y si la empresa que almacena bitcoin pone fin a sus operaciones o sufre un ataque informático, lo más probable es que el dinero desaparezca como el humo.
No hay garantías. Por eso, dicen los expertos, quien invierte en bitcoin tiene que estar dispuesto a perder su dinero en caso que las cosas salgan mal.
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