Tras sus cuatro lanzamientos de misiles en lo que va mes, Corea del Norte ha dejado la puerta abierta a “reanudar todas las acciones suspendidas temporalmente”, operaciones entre las que podrían incluirse ensayos nucleares y de misiles balísticos intercontinentales. La iniciativa, anunciada por el máximo órgano de Gobierno del país durante una reunión celebrada el miércoles y de la que hoy se hace eco la agencia de noticias estatal KCNA, tendría el objetivo de impulsar sus capacidades de defensa, tras considerar que debe prepararse para “una confrontación a largo plazo” con Estados Unidos.
El líder norcoreano Kim Jong-un presidió el miércoles una reunión del politburó del Partido de los Trabajadores para tratar “cuestiones políticas importantes”, entre las que se incluyeron la formulación de medidas para contrarrestar las “acciones hostiles” de Estados Unidos, de acuerdo con la información recogida por la KCNA. El máximo órgano ejecutivo norcoreano trató asuntos de “defensa nacional destinadas a potenciar y desarrollar sin demora los medios físicos más potentes”, entre los que se mencionó “reanudar con prontitud acciones suspendidas temporalmente”.
Analistas consideran que, de este modo, Pyongyang contempla reanudar las medidas que “por su propia iniciativa” puso en pausa con el fin de “generar confianza”, cuando en 2018 se abrió un proceso de deshielo con Seúl y se inició una etapa de negociaciones con Washington. El diálogo con Corea del Sur y Estados Unidos, sin embargo, lleva más de dos años paralizado, después del fracaso de la cumbre de Hanoi en febrero de 2019, cuando la parte estadounidense rechazó las exigencias de Corea del Norte de reducir las sanciones a cambio de una disminución parcial de sus capacidades nucleares.
Según el comunicado publicado por la KCNA, Corea del Norte acusa a Estados Unidos de sancionarles en “más de 20 ocasiones” y de proveer de armamento sofisticado a su vecina Corea del Sur, acciones por las que el politburó concluye en el texto que “deberíamos estar preparados para una confrontación a largo plazo con los imperialistas estadounidenses”.
El régimen de Kim Jong-un ya había advertido de que tomaría acciones más contundentes después de que la Administración de Joe Biden impusiese sanciones contra su país la semana pasada, tras los lanzamientos realizados los días 5 y 11 de enero. Esta última advertencia llega horas antes de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas vuelva a reunirse a puerta cerrada para tratar las maniobras militares más recientes, de los días 14 y 17, que Pyongyang precisamente realizó en respuesta a las mencionadas sanciones. (de Estados Unidos)
El miércoles, durante su rueda de prensa para dar inicio a su segundo año de legislatura, el presidente Biden no mencionó en ningún momento a Corea del Norte. Un portavoz de la Casa Blanca, por su parte, evitó “hacer conjeturas” cuando se le preguntó cómo respondería Washington si Pyongyang reanudase los test de misiles balísticos intercontinentales y nucleares. “Seguimos comprometidos con una diplomacia seria y sin condiciones para lograr progresos tangibles”, expresó el portavoz, a lo que agregó que EE UU continuará coordinándose con la comunidad internacional para evitar avances en el programa armamentístico de Corea del Norte. “El objetivo principal continúa siendo la desnuclearización completa de la península”, expresó.
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Algunos analistas vaticinan que Corea del Norte podría realizar ensayos con misiles de largo alcance u otras armas de mayor potencia con motivo de la celebración en febrero del 80º aniversario del nacimiento de Kim Jong-il y en abril del 110º de Kim Il-sung, ambos fiesta nacional en el país. Otros, advierten que la situación podría evolucionar hasta convertirse en un círculo vicioso de provocaciones y sanciones como el de 2017.
Corea del Norte no ha vuelto a probar ningún arma nuclear ni misiles balísticos intercontinentales desde que lanzó un proyectil con capacidad para impactar en Estados Unidos en 2017. En noviembre de aquel año, en el que el ritmo de las pruebas militares era prácticamente semanal, Kim Jong-un declaró completado el programa de armamento nuclear de su país y una moratoria de sus lanzamientos. Las pruebas con misiles de corto alcance se retomaron en 2019, tras el estancamiento de las conversaciones.
Pyongyang sostiene que esta exhibición de músculo militar forma parte de su programa de autodefensa y ha acusado a Washington en reiteradas ocasiones de mostrar un doble rasero en lo que a pruebas armamentísticas se refiere. Sin indicios de aproximación diplomática, el líder norcoreano dio prioridad el año pasado al desarrollo de nuevo armamento de tecnología punta. En septiembre, llevó a cabo la primera prueba de un misil hipersónico, un tipo de armamento con el que solo cuentan Estados Unidos, Rusia y China.
Según los medios norcoreanos, los lanzamientos de los días 5 y 11 de enero también fueron misiles hipersónicos, aunque Corea del Sur calificó dichas alegaciones de “una exageración”. Seúl considera que, aunque alcanzaron una velocidad cinco veces superior a la del sonido y mostraron capacidad para maniobrar tras el disparo –características de los misiles hipersónicos–, la tecnología de dichos proyectiles era aún rudimentaria. El lanzamiento del día 14, por su parte, fue doble, de dos misiles de corta distancia disparados desde un tren, mientras que el día 17 se dispararon dos misiles de corto alcance.
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