La popular maltesa, Roberta Metsola, se ha convertido en la nueva presidenta del Parlamento Europeo. Sucede al fallecido David Sassoli y se convertirá en la tercera mujer que preside la Eurocámara después de las francesas Simone Veil y Nicole Fontaine. Metsola, que hasta ahora era la vicepresidenta primera de la institución, ha obtenido el apoyo de 458 eurodiputados en la Cámara en primera vuelta. Sus primeras palabras, nada más ser elegida, han sido para Sassoli, muerto hace una semana, y a quien ha mostrado su agradecimiento.
Metsola, que cumple 43 años, este martes se ha convertido en la persona más joven en presidir el Parlamento Europeo. “Somos la generación Erasmus”, ha destacado en su discurso de agradecimiento, consciente del simbolismo que esto representa, pues el programa de becas a universitarios es probablemente la iniciativa más popular de la Unión Europea. La flamante presidenta de la Eurocámara ha cargado contra el nacionalismo y el populismo como salida a la situación actual: “Son soluciones baratas”.
La elección de la maltesa estaba asegurada desde que en la tarde del lunes se confirmó que el Partido Popular Europeo, los socialistas y los liberales de Renew renovaban el pacto con el que había comenzado la legislatura, garantizando el habitual relevo en la presidencia de la Eurocámara a mitad de dos elecciones. Ese movimiento ha quedado todavía más sellado a primera hora del día, cuando el polaco Kosma Zlotowski, del grupo Reformistas y Conservadores Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), familia en la que se encuentra Vox, ha retirado su candidatura. Quedaba así garantizado que una mujer sería presidenta, pues las otras candidatas eran la española de IU, Sira Rego, y la verde sueca, Alice Khunke.
En el discurso con el que Metsola ha pedido la confianza del resto de eurodiputados, consciente de que sus posiciones anteriores contra el derecho al aborto han situado sobre ella una lupa, se ha detenido en varias ocasiones para situar la igualdad entre hombres y mujeres como uno de los ejes de su presidencia. “La lucha por la igualdad real debe ir más allá de algo cosmético. Debe permear todo lo que hacemos y estaría orgullosa de ser la presidenta que lidera esta lucha”. Poco después ha pedido al Parlamento que lidere las luchas LGTBI y que contribuya a “empoderar a las mujeres y las niñas”.
Una vez se ha conocido el resultado de la votación, ha incidido en este asunto cuando ha reclamado que “cada mujer en la Unión Europea luche por sus derechos”. También ha reclamado la defensa de los derechos LGTBI, contra la discriminación racial o por religión.
Además de la igualdad, también ha dedicado espacio en su discurso a la lucha contra el cambio climático, la migración clandestina o la revolución tecnológica, asuntos todos que están recogidos en el acuerdo de populares, socialistas y liberales con el que pretenden marcar la agenda europea de los siguientes dos años y medio.
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Sira Rego ha quedado en tercer lugar con 57 votos. La eurodiputada ha criticado los grandes acuerdos que sabía que hacían imposible que su opción prosperara: “Las costuras del pretendido cordón sanitario de las grandes coaliciones y la derecha se muestran demasiado porosas a los planteamientos extremistas. La democracia y el progreso solo pueden defenderse ampliando los derechos sociales y con una base material sólida que no deje a nadie atrás”.
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