El nuevo primer ministro del Gobierno de Pedro Castillo, el congresista y miembro del Opus Dei Héctor Valer, nombrado la noche del martes, ha generado en pocas horas un fuerte rechazo tras la revelación en la prensa peruana de que agredía a su hija y a su esposa, para quien un juez dictó en 2017 medidas de protección. Numerosos pronunciamientos de colectivos feministas y de personas LGTBI, congresistas y líderes de opinión exigen su salida inmediata. Años atrás, sus vecinos lo declararon persona non grata en el edificio y recolectaron firmas para expulsarlo por sus continuos gritos y amenazas.
“En circunstancias en que se encontraba en su domicilio fue agredida físicamente por su padre Héctor Valer Pinto (57) quien le propinó bofetadas, puñetes, patadas en el rostro y diferentes partes del cuerpo, jalones de los cabellos. Es todo lo que manifiesta y denuncia ante la Policía Nacional del Perú para los fines del caso”, refiere un parte en la comisaría del distrito donde vivía en octubre de 2016 Catherine Valer, de 29 años cuando asentó la denuncia verbal.
El año siguiente, un juez dictó varias medidas de protección para Ana María Montoya, la esposa del hoy premier, quien fue electo congresista el año pasado por el partido ultraderechista Renovación Popular, pero dejó dicha bancada poco después y en enero pasó a una tercera. Entre las medidas que dispuso el Noveno Juzgado de Familia a favor de Montoya en febrero de 2017, prohibió a Valer “cualquier conducta que constituya violencia y/o acoso, bajo apercibimiento de ser denunciado penalmente por el delito de desobediencia o resistencia a la autoridad”, indica un documento publicado por el diario El Comercio. El juzgado también pidió entonces a la policía “protección oportuna y eficaz” para la esposa del abogado y coordinar con el serenazgo (policía de la municipalidad distrital) para “una respuesta oportuna”. Montoya falleció en octubre último.
Además, una exvecina de la familia relató este miércoles en la radioemisora Radioprogramas que escuchaban los gritos y agresiones en la casa de Valer, y se organizaron para que deje el lugar. “15 vecinos firmaron para desalojarlo, por persona no grata. A todo el barrio nos tenía en zozobra y nos daba miedo, porque este es un barrio tranquilo”, dijo la ciudadana. Las organizaciones de defensa de derechos de la mujer Flora Tristán y Manuela Ramos han condenado no solo el nombramiento de Valer, sino también el de Katy Ugarte como ministra de la mujer y poblaciones vulnerables, una maestra de escuela que desconoce los derechos de la población LGTBI y cuestiona la igualdad de género en la educación escolar.
“Contar en el premierato con Héctor Valer, declarado miembro del Opus Dei y sobre quien pesan denuncias de violencia contra la mujer, no representa ninguna garantía para darle continuidad a las políticas públicas para la erradicación de la violencia basada en el género”, plantea un comunicado del Movimiento Manuela Ramos, una de las dos organizaciones feministas más antiguas en Perú. “Expresamos nuestro contundente rechazo por las designaciones de Héctor Valer y Katy Ugarte. Valer, además de haber sido denunciado por violencia en agravio de su esposa y su hija en 2016, ha tenido a lo largo de estos años desafortunados comentarios machistas y un posicionamiento contra el enfoque de género, postura que comparte Katy Ugarte”, sostuvo en otro comunicado el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, la otra ONG peruana de referencia de los derechos de la mujer.
La noche del miércoles, la oficina del premier anunció una conferencia de prensa de Valer luego de la primera sesión del consejo de ministros, sin embargo, este no compareció. Aparecieron los nuevos ministros de Interior, de Defensa y de Cultura. Un periodista consultó si trataron en el consejo de ministros las denuncias por violencia contra Valer, pero el titular de Defensa, José Luis Gavidia, respondió que no. “Los temas personales son personales”, declaró.
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Exministras de la mujer y comentaristas políticos también cuestionan la designación de Valer. “Es insostenible en el cargo que tiene, en términos morales y políticos”, opinó el analista político Juan Carlos Tafur en el canal de televisión ATV. La politóloga Paula Távara, además, destacó en la emisora Radioprogramas que el nuevo gabinete que nombró el presidente Pedro Castillo el martes significa un retroceso en varios aspectos, como la igualdad de género, la lucha anticorrupción, y las reformas policial y de transporte.
“Valer tiene un collar de delitos. Los casos de violencia contra la mujer en nuestro país son delitos y deben ser sancionados, tiene además denuncias por corrupción. ¿Ese tipo puede liderar un gabinete?”, cuestionó en Twitter la exministra de la mujer Gloria Montenegro.
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