La vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y el canciller Félix Plasencia se reunieron este jueves con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Turquía, en medio de la crisis por la invasión a Ucrania. El encuentro, de cuyas conversaciones aún no ha trascendido información, se produce apenas cuatro días después de que una delegación estadounidense visitara Venezuela para dar inicio a un inesperado acercamiento entre Washington y Caracas, sin relaciones diplomáticas desde hace tres años y con una fuerte tensión por las sanciones impuestas al país petrolero.
Tanto Nicolás Maduro como la Casa Blanca confirmaron el lunes el inicio de las conversaciones —el fin de semana pasado— en la que ha sido la visita de más alto nivel de funcionarios estadounidenses a Caracas en años. El líder bolivariano las calificó de respetuosas y rebajó en su discurso el apoyo irrestricto a Vladímir Putin en el conflicto, tomando una postura más moderada, cercana a la de China y Cuba que abogan por el diálogo para resolver la crisis entre Rusia y Ucrania.
Como parte de ese viraje en la política exterior venezolana, Delcy Rodríguez aseguró que Venezuela “nunca estaría en las filas de la guerra”. Luego del encuentro con los representantes de la Administración de Joe Biden, Maduro anunció el regreso a las negociaciones con la oposición en México, una reiterada petición de Estados Unidos. El diálogo estaba congelado desde octubre pasado, cuando el chavismo se retiró en protesta por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, acusado por lavado de dinero y señalado como el presunto testaferro de altos cargos venezolanos. Caracas también liberó a dos estadounidenses, uno de ellos un exgerente de la refinería Citgo, detenidos arbitrariamente desde hace varios años. Dos pasos que evidencian el interés de Maduro de mantener el canal de comunicación abierto haciendo algunas concesiones.
Estados Unidos acude a Venezuela en medio del descalabro del mercado energético mundial a raíz de la invasión rusa, que ha disparado los precios del petróleo. La Casa Blanca señaló que en la agenda de la reunión se incluyeron asuntos de “seguridad energética”. Esto abre la posibilidad de que Venezuela vuelva a convertirse en un proveedor de crudo para la nación norteamericana, tomando la pequeña cuota que aportaba Rusia, cuyo petróleo ha sido vetado por Estados Unidos y Reino Unido. Hasta ahora, Rusia no ha reaccionado públicamente a estos acercamientos, que suponen un vuelco en la geopolítica de la región y del conflicto.
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