La Policía Metropolitana de Londres ha detenido a última hora de este lunes a los cuatro miembros del movimiento anarquista No Fixed Abode Anti-Fascists (Antifascistas sin Residencia Fija) que habían ocupado una mansión del lujoso barrio de Belgravia, presuntamente perteneciente a un oligarca ruso. Durante horas las fuerzas seguridad han desplegado un juego de paciencia con los okupas, que permanecían atrincherados en el balcón frontal de la vivienda. Avisados en torno a la una de la madrugada de la invasión de la residencia, se desplegaban en la calle horas después un grupo de unos veinte agentes con uniforme y material antidisturbios. Después de forzar su entrada en la vivienda, en torno al mediodía, y comprobar que no había más personas en el interior, han permanecido prácticamente todo el día frente al balcón, en el número 5 de Belgrave Square. “Continuamos estableciendo contacto con las cuatro personas del balcón, mientras ponderamos la necesidad de emplear la fuerza y la seguridad de todos los implicados. Nos mantendremos en el lugar mientras consideramos los siguientes pasos a dar, dada la complejidad y tamaño de la vivienda”, decía Scotland Yard en un primer comunicado. Pocas horas después, anunciaba la detención de los cuatro okupas y de otras cuatro personas más que habían intentado acceder a las viviendas adyacentes. Los agentes habían usado una grúa para entablar conversación con los asaltantes y convencerles de que bajaran del balcón.
El grupo anarquista había desplegado un enorme cartel en la fachada de la vivienda que decía “Esta propiedad ha sido liberada”, junto a otro que decía “Putin, go fuck yourself”(Putin, vete a la mierda, o Putin, que te jodan. En un comunicado hecho público en las redes sociales han explicado que, con la ocupación de la mansión, querían mostrar su solidaridad con el pueblo de Ucrania. “Esta lujosa vivienda servirá de centro de apoyo para los refugiados, tanto ucranios como gente de todas las naciones y de todas las etnias”, prometía el texto, que acababa con un llamamiento a “ocupar las propiedades de los oligarcas por todas partes”.
Deripaska, de 54 años, es propietario del grupo anglo-ruso EN+ Group, uno de los mayores productores de aluminio del mundo. El oligarca, uno de los más fieles a Vladímir Putin, ya sufrió en 2018 las sanciones del Gobierno de Estados Unidos. A través de una reestructuración de la compañía diseñada por Gregory BArker, exsecretario de Estado de Energía del Partido Conservador y nombrado más tarde presidente del consejo de administración de EN+ Group, Deripaska redujo parte de su participación en la compañía y logró que Washington levantara las sanciones. El Gobierno de Johnson colocó al multimillonario ruso en la lista de siete oligarcas a los que, la semana pasada, congeló su patrimonio y actividades económicas en el Reino Unido. El empresario posee la mansión ocupada a través de una compañía radicada en las Islas Vírgenes. Es el dueño, además, de una mansión en Surrey, Hamstone House, de ocho dormitorios con piscina, sauna y amplios jardines.
Downing Street ha condenado la ocupación de la vivienda, pero sin hacer demasiados aspavientos. En las últimas cuarenta y ocho horas, el ministro para el Reequilibrio Económico de Inglaterra (y hombre para todo de Johnson), Michael Gove, había anunciao que el Gobierno se estaba planteando utilizar las residencias de los oligarcas rusos para alojar a varios de los miles de refugiados de Ucrania que pueden acabar llegando al Reino Unido. “Es algo que estamos estudiando, aunque la ocupación de viviendas residenciales sigue siendo ilegal”, ha dicho este lunes un portavoz de Johnson. “Intentamos definir el uso apropiado de todas estas propiedades mientras sus propietarios son objeto de sanciones”, ha añadido.
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