El ministerio español de Asuntos Exteriores está investigando el paradero del jubilado valenciano Mariano García Calatayud, de 74 años, ante la posibilidad de que haya sido detenido por el Ejército ruso en el transcurso de una manifestación contra la invasión convocada en la ciudad ucrania de Jersón, que tuvo lugar el lunes. Una amiga ucrania ha comunicado a la hermana del funcionario retirado que había sido arrestado por soldados rusos y que se lo habían llevado con ellos, sin que se sepa cuál es su estado actual, según ha confirmado el Ayuntamiento de Carlet, donde trabajó como brigada de obras el ahora desaparecido.
La amiga citada, llamada Olana, le dijo que unos compañeros vieron “cómo los rusos lo subieron en un coche” y no saben “nada más”, según ha explicado Vicenta García Calatayud a la televisión autonómica valenciana À Punt. “El móvil suena, pero no lo coge”, ha añadido.
El ministerio español de Exteriores ha señalado a este periódico que su “Embajada en Kiev (actualmente en Varsovia) y los servicios de emergencia consular del MAEC están siguiendo atentamente este caso, investigando cuál es el paradero de Mario García Calatayud para esclarecer su situación y permanecen en contacto con su familia”.
El enclave portuario de Jersón, en la ribera del Mar Negro, tiene una población de 282.000 habitantes y es la ciudad más grande de Ucrania ocupada por las tropas rusas. Allí, este lunes, las fuerzas de Putin reprimieron con fuego real (granadas de aturdimiento y disparos) una protesta contra las fuerzas del Kremlin, según denunció el ministro ucranio de Exteriores, Dmitro Kuleba, que aseguró que un pensionista había resultado herido.
El funcionario jubilado se marchó hace unos siete años a vivir a Ucrania con la intención de prestar apoyo al país en el conflicto con Rusia. Ya se manifestó en contra de la anexión de Crimea. Llegó a crear una asociación a través de la cual no ha dejado de enviar ayuda humanitaria a los ciudadanos ucranios. Recientemente, hizo pública la organización de un convoy y no ha ocultado su apoyo a la causa ucrania ni sus críticas a Rusia ni a su presidente, Vladímir Putin. El jubilado ha manifestado que está incluso dispuesto a empuñar un arma si es necesario.
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El pasado jueves, García Calatayud habló por última vez con su hermana. ”Le dije que viniera, que volviera aquí, que con el peligro que hay. Y me dijo que de momento no, que estaba ayudando y no pensaba irse”, manifestó Vicenta García en declaraciones a la televisión valenciana.
Los servicios informativos de la cadena hablaron con él un día después. Les proporcionó vídeos sobre la resistencia pacífica de los ciudadanos de Jersón y les manifestó: “El pueblo está unido. Eso es lo que no esperaba Putin, que aquí hubiera la unión que hay”.
El brigada municipal de obras retirado explicó que su interés por Ucrania se remonta a las enseñanzas de su padre relativas a la necesidad de ayudar a los más débiles y a cómo el pueblo ucranio dio un ejemplo de solidaridad acogiendo a miles de menores de familias republicanas durante la Guerra Civil española.
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