“Sanciones rápidas y severas”. Esas cuatro palabras han estado en los últimos meses entre las más repetidas en Washington por diplomáticos, funcionarios del Pentágono, legisladores y, sobre todo, por el presidente de Estados Unidos. La Administración de Joe Biden lleva desde noviembre alertando de que el presidente ruso Vladímir Putin estaba listo para invadir Ucrania y reiterando que, llegado el momento, Estados Unidos no tenía planes de mandar tropas al terreno. Ese día ha llegado este jueves.
Biden ha detallado la respuesta que lleva preparando semanas, con colaboración con sus aliados europeos de la OTAN, el Reino Unido, Japón, Canadá y Australia, entre otros países, en dos comparecencias desde la Casa Blanca. Con la primera, el martes, reaccionó al anuncio de Putin de que Rusia reconocía la independencia de los dos territorios prorrusos, de Lugansk y Donetsk, al este de Ucrania, y que enviaba tropas. En la segunda, de hace unas horas, el líder estadounidense contesta a la decisión de Moscú de invadir Ucrania. Tres columnas de tropas han entrado en el país desde Bielorrusia, al norte, y Crimea, al sur, y se dirigen a la capital, Kiev, y a otras importantes ciudades. Las intenciones de Putin y hasta dónde será capaz de llegar aún son inciertas.
Las sanciones anunciadas este jueves ahondan en las de un par de días antes, cuando Biden se reservó la capacidad de endurecer una “primera batería de medidas”. Al término de su comparecencia los periodistas preguntaron al presidente para cuándo estaba guardándose la carta de imponer medidas económicas directamente a Putin (de momento, solo se ha acercado por proximidad, al círculo cercano del jerarca ruso). De momento, estas son las medidas concretas que Estados Unidos va a adoptar. La Casa Blanca, que ha emitido un comunicado para especificarlas, confía en que “tengan un enorme impacto en la economía rusa, en su sistema financiero y en su acceso a la tecnología”.
- Washington cortará la conexión con el sistema financiero estadounidense del mayor banco ruso, el Sberbank, que cuenta con un tercio de los activos del país. También se le impiden las transacciones realizadas en dólares. Asimismo, impondrá sanciones destinadas a bloquear el segundo banco, el VTB, y a otras tes instituciones financieras (Bank Otkritie, Sovcombank OJSC y Novikombank). Eso implica que se congelan sus activos en Estados Unidos, se prohíbe a los ciudadanos norteamericanos hacer negocios con ellos y se les cierra el acceso al dólar. Estas medidas son similares a las anunciadas el martes y que afectan a otros dos bancos, de propiedad estatal: el Banco de Desarrollo Ruso (Vnesheconombank o VEB) y el Banco Militar (Promsvyazbank).
- Estados Unidos también impone nuevas restricciones a la deuda y a las acciones de 13 de las principales empresas y entidades rusas, entre ellas, Gazprom, la hidroeléctrica RusHydro, el Banco Agrícola, la telefónica Rostelecom, o los ferrocarriles rusos. Eso implica poner coto a todas sus transacciones en el mercado internacional, a la provisión de financiación y a otras operaciones con nueva deuda de más de 14 días de vencimiento. Juntas, suman activos por valor de 1,4 billones de dólares, según ha explicado Biden. A partir de ahora, tampoco podrán obtener dinero a través del mercado estadounidense. Esta semana también se ha golpeado al consorcio responsable del gasoducto Nord Stream 2, construido para transportar gas entre Rusia y Alemania por el Báltico, y cuya entrada en funcionamiento ha quedado en suspenso por el conflicto.
- La Administración de Biden también irá contra personas físicas y sus familias, miembros de la oligarquía cercana a Putin y que, afirma Washington, se han beneficiado de esa proximidad. Los proscriben del sistema financiero estadounidense, congelan su patrimonio en Estados Unidos y les impiden la entrada al país. Los 10 nombres dados a conocer hoy se suman a los cinco señalados en la primera batería de sanciones.
- Biden también ha prohibido la importación de tecnología para la defensa, así como de semiconductores, equipos de telecomunicación, de encriptación, láseres, sensores y otros ingenios empleados en el transporte por mar y por aire. Esas medidas, que se prevén prolongadas en el tiempo, aspiran a cortar el acceso de Rusia y sus ciudadanos a los últimos avances tecnológicos. Se prohíbe también la exportación de material militar e informático a las Fuerzas Armadas y el ministerio de Defensa rusos.
- Estados Unidos, además, contempla pasar la factura de la invasión de Ucrania a Bielorrusia, vecino del norte, y aliado del Kremlin. Las dos terceras partes de las tropas que han entrado en el país este jueves lo han hecho desde suelo bielorruso. Estados Unidos sanciona a 24 personas y entidades, atacando su capacidad militar y financiera. Entre esos nombres, están dos bancos estatales, nueve empresas de defensa y siete funcionarios y personas relacionadas con el régimen de Minsk.
- Las restricciones a las exportaciones decididas por los aliados conjuntamente persiguen causar un daño que cifran en 50.000 millones de dólares (44.640 millones de euros). Además, se han diseñado medidas para amplificar su alcance, que pasan por dar facilidades a países que se quieran sumar a ese boicot.
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