Europa se prepara para la acogida de refugiados ante el previsible flujo migratorio que acarreará el ataque de Rusia a Ucrania. Los países centroeuropeos se disponen a instalar puntos de recepción en sus fronteras e incluso planean enviar tropas para gestionar la probable gran afluencia de refugiados que empiezan a huir de la invasión rusa. Cerca de 2.000 personas han cruzado este jueves por la mañana la frontera con Moldavia, informó la ministra del Interior de esta antigua república soviética que a su vez tiene frontera con Rumania, país miembro de la Unión Europea.
Alemania, que en 2015 fue el primer receptor de refugiados del conflicto sirio durante la crisis migratoria, ha ofrecido “apoyo masivo” a Polonia y a otros Estados vecinos en la acogida de las personas que previsiblemente abandonarán Ucrania en los próximos días. Este jueves se han producido atascos en las carreteras de la capital, Kiev, para salir de la ciudad camino del oeste del país. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha pedido a los gobiernos de los países vecinos de Ucrania que “mantengan sus fronteras abiertas”. “Ya estamos recibiendo informes sobre personas que empiezan a huir de sus hogares buscando seguridad”, ha dicho Filippo Grandi.
A primera hora del jueves Rusia confirmó los peores temores de Occidente y lanzó una invasión desde distintos puntos contra Ucrania, la mayor agresión militar de un país contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Lo ha hecho después de haber reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Ucrania tiene 44 millones de habitantes. Países europeos fronterizos o cercanos, como los nórdicos, han condenado enérgicamente el ataque y han anunciado que ya están haciendo preparativos para acoger a los refugiados que empiezan a huir de los combates. Así lo ha especificado la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, en una rueda de prensa esta mañana.
La agencia de la ONU ha mostrado su “preocupación” ante el “rápido deterioro de la situación” y ha alertado de que las consecuencias humanitarias para la población civil, que serán “devastadoras”, ha afirmado Grandi. Rumania, a donde ya se están desplazando varios centenares de ucranios en busca de refugio, apuntó hace un par de días a que, en caso de ataque, podría acoger a más de 500.000 refugiados potenciales. Así lo dijo su ministro de Defensa, Vasile Dincu. “Tenemos un plan en todas las principales ciudades del área a lo largo de la frontera”, aseguró.
El país de la Europa del Este ha preparado campamentos en cuatro puntos cercanos a pasos fronterizos, en los que tiene capacidad para levantar decenas de tiendas de campaña en unas 12 horas en caso de un gran flujo de desplazados. Los primeros ucranios llegados a Rumania son mujeres y niños, así como personas con residencia en otros países. Están preguntando por la estación de ferrocarril y por cómo llegar a Polonia y la República Checa, informa Raúl Sánchez Costa. Rumanía tiene más de 600 kilómetros de frontera con Ucrania.
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En 2014, después de la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia, los desplazados se dirigieron en su mayor parte a Polonia. Este país, miembro de la UE, comparte con Ucrania una frontera de más de 500 kilómetros. Más de millón y medio de ucranios viven en Polonia, país con un idioma similar y más oportunidades laborales. A principios de febrero el Gobierno polaco afirmó que, de ser necesario, podría acoger hasta a un millón de refugiados. Varsovia ya tiene preparados ocho centros de recepción cercanos a la linde, en las provincias de Lubelskie y Podkarpackie, y prevé abrir un noveno en la estación de Przemysl “en las próximas horas”, anunció el jueves por la mañana un portavoz del Ministerio del Interior polaco. Allí los desplazados podrán recibir alojamiento, asistencia médica y toda la información que necesiten, añadió.
El Ejército ruso ha lanzado ataques en toda Ucrania, incluso en las inmediaciones de la ciudad de Lviv, la capital del oeste del país, a solo 85 kilómetros de la frontera polaca. “Tenemos que estar listos, las próximas 24 horas serán clave”, aseguró el viceministro de Asuntos Internos polaco, Paweł Szefernaker. El ministro de Salud, Adam Niedzielski, añadió que va a poner en marcha un tren medicalizado capaz de transportar heridos a 120 hospitales polacos. “Creemos que en este momento podríamos aceptar varios miles de heridos en las acciones militares”, añadió. La prensa polaca ha informado de que esta mañana ha llegado un tren procedente de Kiev a la estación principal de Varsovia lleno de gente “aterrorizada”.
Alemania apoyará a Polonia en todo lo que necesite, aseguró la ministra del Interior, Nancy Faeser. “Seguimos con gran atención los movimientos de refugiados hacia nuestros países vecinos”, señaló en un comunicado. “Apoyaremos a los países afectados masivamente, especialmente a Polonia, si se producen oleadas de refugiados”, añadió la ministra alemana. En una comparecencia a primera hora de la tarde aseguró que es probable que el movimiento de personas llegue hasta Alemania. Berlín está en contacto directo con las autoridades polacas y la Comisión Europea para actuar “rápidamente” y responder a las necesidades de ayuda humanitaria de los vecinos de Ucrania, añadió.
El Gobierno húngaro también había anunciado estos días estar preparándose para acoger a cientos de miles o incluso millones de refugiados. Su primer ministro, Viktor Orbán, se ha sumado este jueves a la condena de los líderes europeos en un mensaje emitido por Facebook. “Seremos capaces de enfrentarnos a este reto de manera rápida y efectiva”, ha asegurado respecto a la ola de refugiados.
Las repúblicas bálticas anunciaron hace días, cuando las tensiones escalaban, pero aún no se sabía hasta dónde podía llegar el órdago de Vladímir Putin, su disposición a acoger refugiados en caso de necesidad. Estonia tiene frontera con Rusia y Letonia y Lituania, con Bielorrusia. Este último país además linda con el enclave ruso de Kaliningrado, en el mar Báltico.
La disposición a ofrecer ayuda humanitaria ha llegado también de países más alejados, como Croacia. “Lamentablemente, tenemos gran experiencia en esto, por las guerras de Croacia y Bosnia-Herzegovina”, anunció el primer ministro croata, Andrej Plenkovic. Ucrania, ha recordado Plenkovic, fue el primer país europeo que reconoció la independencia de Croacia. “Ahora que Ucrania es víctima de una agresión, le toca a Croacia estar de lado de la paz, la libertad, la democracia, la solidaridad y el derecho internacional”, subrayó, en declaraciones recogidas por Efe.
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