La búsqueda de que nuestros móviles sean más libres, está trayendo grandes problemas a las grandes compañías.
Tras un acuerdo entre el Parlamento europeo y los Estados de la UE, La Ley de Mercados Digitales (DMA) podría llegar a principios de 2023. Poder descargar Google Play en tu iPhone o mandar desde Signal un mensaje a WhatsApp parece una locura, pero con esta nueva ley se busca este objetivo.
Ahora bien, ¿qué es la Ley de Mercados Digitales? Se trata de una ley histórica que modificará la forma en que los gigantes tecnológicos compiten con sus rivales. La ley se aplica a lo que se denomina como gatekeepers, definidos como cualquier plataforma que tenga una capitalización de mercado de 75.000 millones de euros, o más de 7.500 millones de euros de ingresos en Europa.
Esto incluye toda compañía que tenga que ver con servicios de plataforma, marketplaces online, servicios cloud o motores de búsqueda.
Esta ley parte de dos objetivos muy claros: mejorar la competencia e innovación en el sector tecnológico y que las compañías pequeñas puedan competir con las grandes.
Entre otras muchas disposiciones, la DMA probablemente prohibiría a Amazon utilizar los datos de sus vendedores de terceros para informar sobre el desarrollo de sus propios productos, y exigiría a Android que ofrezca a los usuarios alternativas a la búsqueda y el correo electrónico de Google.
Se han establecido varios puntos en esta ley. Destacamos los siguientes:
- Poder desinstalar aplicaciones preinstaladas.
- Al comprar un dispositivo nuevo se podrá elegir que servicios deseamos usar, para por ejemplo, realizar búsquedas (si queremos Google Play Store en nuestro iPhone, debemos poder hacerlo).
- No se podrán cruzar los datos de usuarios de distintos productos sin el consentimiento del usuario.
- Interoperabilidad de las apps de mensajería.
Teniendo en cuenta que algunas compañías como WhatsApp, sobre todo en EEUU, están usando el miedo para mostrar sus ventajas frente a otros sistemas de mensajería para ganar público, esta nueva normativa le perjudica bastante. Y es que, cualquiera que desee usar iMessage en un teléfono Android, podrá hacerlo.
El gran problema radica en que las plataformas podrían no ser capaces de garantizar un alto nivel de seguridad y protección de los datos personales, de manera que los mensajes queden encriptados. Seguridad e interoperabilidad de los servicios de mensajería cifrados no parece una tarea tan sencilla.
La forma en que servicios como iMessage y WhatsApp interoperen y preserven el cifrado aún no se ha inventado.
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