La violencia deja hasta ahora 200 muertos en la Franja de Gaza, incluidos 59 niños y 35 mujeres, con 1.305 heridos, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás. Israel dice que hay más de 130 militantes entre los muertos, pero Hamás no lo ha reconocido.
Diez personas, incluidos dos niños, murieron en ataques con cohetes contra Israel la semana pasada.
Este domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la operación militar contra los militantes de Hamás en Gaza continuará «con toda su fuerza».
«Estamos actuando ahora, durante el tiempo que sea necesario, para restablecer la calma … Tomará tiempo», advirtió.
«Me estaba preparando para morir»
El ejército israelí dijo que más de 50 aviones de combate llevaron a cabo un ataque de 20 minutos en la Franja de Gaza poco antes del amanecer del lunes, después de que militantes palestinos dispararan cohetes contra ciudades del sur de Israel.
Las fuerzas israelíes atacaron 35 «objetivos terroristas» y destruyeron más de 15 kilómetros de una red de túneles subterráneos perteneciente a Hamás.
El ejército también dijo que había atacado las casas de nueve comandantes de «alto rango» de Hamás.
Los soldados israelíes también dispararon artillería desde posiciones cercanas a la frontera de Gaza.
Mientras tanto, funcionarios palestinos en Gaza dijeron que los ataques nocturnos habían causado cortes de energía generalizados y dañaron cientos de casas y otros edificios.
«Dormimos 3 horas; estamos físicamente seguros, pero pasamos una de las noches (más) difíciles», escribió un residente en Twitter.
La gente de Gaza habló de su miedo.
«Me estaba preparando para morir. Tenía que estar en paz con eso», le dijo a la BBC Najla Shawa, una trabajadora humanitaria palestina y madre de dos hijos.
«Gente que conocemos (murió), gente con la que trabajamos… gente normal, gente profesional, jóvenes y ancianos», agregó, al describir ataques aéreos del fin de semana.
Funcionarios en Gaza dijeron que el domingo había sido el día más mortífero del estallido hasta ahora, y los trabajadores de emergencia pasaron el día tratando de rescatar a las personas de debajo de los escombros.
Los ataques israelíes siguieron a los ataques con cohetes palestinos contra las ciudades de Beersheba y Ashkelon, en el sur de Israel, poco después de la medianoche del lunes.
Uno de ellos alcanzó un edificio de apartamentos en la ciudad de Ashdod y, según reportes, varias personas resultaron heridas.
Israel dice que más de 3.000 cohetes fueron disparados desde Gaza durante la semana pasada.
Se reportó que el Domo de Hierro, el sistema de defensa antimisiles israelí, interceptó el 90% de los cohetes.
Pero algunos han causado daños a automóviles y edificios, incluida la sinagoga Yad Michael en Ashkelon, donde se abrió un agujero en la pared justo antes del servicio del domingo por la noche para la festividad judía de Shavuot.
Esfuerzos internacionales
Mientras tanto, aumentan los llamamientos internacionales para un cese de las hostilidades.
Francia y Egipto son las últimas naciones en pedir el fin de la violencia entre Israel y los militantes palestinos en Gaza.
El presidente francés Emmanuel Macron y su homólogo egipcio, Abdul Fattah al-Sisi -quien se encuentra de visita en París- dijeron que «comparten una profunda preocupación por la escalada de violencia en curso y deploran las numerosas víctimas civiles», según informó el Palacio del Elíseo en un comunicado.
Al-Sisi, dijo este lunes que su país estaba «haciendo todo lo posible para alcanzar un alto el fuego… y la esperanza todavía existe».
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión de emergencia el domingo, y el secretario general del organismo internacional, António Guterres, advirtió que nuevos combates tienen «el potencial de desencadenar una incontenible crisis humanitaria y de seguridad».
Abogó por el fin inmediato de la «absolutamente espantosa» violencia.
La ONU también advirtió sobre la escasez de combustible en Gaza, lo que podría provocar que los hospitales y otras instalaciones pierdan energía.
Este lunes EE.UU. bloqueó por tercera vez un comunicado conjunto del Consejo de Seguridad de la ONU, que pedía «el cese de la violencia y el respeto a la ley humanitaria internacional, incluyendo la protección de civiles, especialmente los niños».
¿Qué tan probable es un alto al fuego?
Análisis de Paul Adams, corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC
¿Está llegando a su fin la operación militar de Israel en Gaza, denominada «Guardián de los Muros»?No, obviamente. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que los ataques continúan con «toda su fuerza» y «llevarán tiempo».
En una conferencia de prensa el domingo, admitió que había «presiones», pero agradeció al presidente estadounidense Joe Biden, en particular, su apoyo.El enviado de Biden, Hady Amr, está en Israel desde el viernes, discutiendo la crisis con funcionarios israelíes.Inusualmente, al final de una semana que también ha sido testigo de una alarmante ola de violencia entre comunidades en ciudades mixtas judío-árabes, también se reunió con líderes árabes israelíes.
Dado que Estados Unidos, como Israel y muchos otros países, considera a Hamás una organización terrorista, Amr no se reunirá con una de las dos partes en conflicto.Cualquier mensaje para Hamás tendrá que pasar por interlocutores tradicionales, como Egipto o Qatar.Los informes locales sugieren que Hamás ha estado ofreciendo algún tipo de alto el fuego durante varios días, pero ha sido rechazado por Israel, que claramente quiere infligir el mayor daño posible a los militantes antes de que la lucha finalmente llegue a su fin.
Estos episodios siguen un patrón familiar: Israel hace hincapié en su indudable ventaja militar hasta que el clamor internacional por las bajas civiles y el deterioro de la situación humanitaria en Gaza exigen el fin de la operación.En la estimación de Israel, todavía no hemos llegado a ese punto.
La «diplomacia silenciosa» de Estados Unidos
El Consejo de Seguridad de la ONU no ha podido llegar a un acuerdo sobre una declaración pública en los últimos días.
Estados Unidos, un fuerte aliado de Israel, se resiste, creyendo que sería inútil en el proceso diplomático.
Hablando en la sesión informativa diaria de la Casa Blanca, la portavoz del presidente Biden, Jen Psaki, defendió este lunes el enfoque del gobierno de estadounidense sobre el conflicto.
Algunos miembros del Partido Demócrata presionan a la Casa Blanca para que pida un alto el fuego para «evitar más pérdidas de vidas y una mayor escalada de violencia».
Cuando se le preguntó por qué EE.UU. aún no lo había pedido, Psaki dijo que había mucha actividad diplomática entre bastidores.
«El papel que estamos desempeñando, el prisma por el que estamos tomando todas nuestras decisiones, es cómo podemos ayudar a poner fin a la violencia y poner fin a la situación en el terreno, reducir la escalada», dijo.
«Nuestro enfoque es a través de una diplomacia silenciosa e intensiva, y ahí es donde sentimos que podemos ser más efectivos».
El presidente Biden respaldó públicamente el derecho de Israel a defenderse, pero dijo que su gobierno está trabajando con todas las partes para lograr la desescalada.
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