Fabricadas por Johnson & Johnson, contienen el antihistamínico ketotifeno y fueron aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. a principios de este mes.
Durante décadas, los científicos han intentado introducir fármacos en las lentes de contacto para tratar todo tipo de enfermedades, como las cataratas y el glaucoma, ambas principales causas de ceguera en el mundo.
Los colirios se utilizan con frecuencia como tratamiento, pero los médicos afirman que muchos pacientes se olvidan de utilizarlos. Y las gotas no son la mejor manera de hacer llegar el medicamento al ojo.
Aproximadamente el 95% de la sustancia activa se pierde por el drenaje de las lágrimas o gotea por la mejilla antes de tener la oportunidad de ser absorbida. Algunas enfermedades de la retina, como la retinopatía diabética y la degeneración macular húmeda asociada a la edad, se tratan con inyecciones.
Estas no son ideales para los pacientes que tienen miedo a las agujas, y pueden provocar hemorragias e infecciones. Las lentes de contacto liberadoras de fármacos podrían no solo ser más cómodas, sino también suministrar más medicación en el ojo que las gotas.
Sin embargo, ha sido un reto casar un fármaco con una lente de contacto específica. Las lentes de contacto blandas están hechas de un plástico flexible que absorbe el agua, llamado hidrogel, y que permite el paso del oxígeno.
Pero sus propiedades varían de una marca a otra. La arquitectura de la lente también debe ser ligeramente diferente según se fabrique para liberar antihistamínicos, antibióticos, antiinflamatorios u otros tipos de fármacos.
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Controlar la duración de la liberación ha supuesto un enigma. Los primeros intentos de lentes de contacto terapéuticas consistían simplemente en sumergir las lentes disponibles en el mercado en soluciones farmacológicas.
Pero este enfoque tendía a provocar la liberación de la medicación de una sola vez, en lugar de hacerlo lentamente a lo largo del tiempo. Esto no era muy práctico, ya que podía aliviar los síntomas solo durante unas horas.
Unas lentes de contacto que liberen un fármaco de forma gradual durante el tiempo que se lleven puestas proporcionarían un beneficio terapéutico más prolongado. Para conseguirlo, los investigadores están utilizando tecnologías como las nanopartículas y la impresión molecular, que crean cavidades en una estructura polimérica que se ajustan al tamaño y la forma de un fármaco específico.
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Las lentes de contacto de J&J son desechables, es decir, se usan durante un día y se tiran. En los estudios clínicos de fase 3, las lentes de contacto redujeron la picazón de las alergias tan rápido como tres minutos después de ponerse las lentes, y el efecto duró hasta 12 horas.
La empresa está trabajando para que la lente esté disponible lo antes posible para los usuarios de lentes de contacto en los Estados Unidos. Ya está disponible en Canadá y Japón.
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