Todos los que conocen cómo funciona la minería de criptomonedas, coinciden en un aspecto: no se puede minar en un ordenador portátil.
Grandes empresas se están subiendo al carro de esta novedad y algunas como Intel, anunciaron recientemente, el primer chip acelerador de blockchain y que asegura es 1000 veces más rápido que las tarjetas gráficas gaming que se usan para esta tarea.
El acto de minar criptomoneda es mejor dejarlo a los ordenadores de sobremesa o a las plataformas de minería construidas a propósito. En el siguiente artículo conoceremos el porqué y qué repercusión puede tener si decides lanzarte a la aventura con tu portátil.
No es rentable
Una de las principales razones para no utilizar ordenadores portátiles para el minado es el simple hecho de que las GPU de los portátiles suelen ser más débiles y costosas que sus variantes de sobremesa.
Pese a que existen grandes tarjetas gráficas, tardarás varios meses en ver algo parecido a un retorno de la inversión en la mayoría de los casos.
Por ejemplo, un portátil equipado con una RTX 3080 Ti costará entre 3.000 y 3.500 dólares. Si funciona tan bien como su versión similar para sobremesa, puedes esperar que gane 2 dólares al día, 60 dólares al mes o 720 dólares al año según la dificultad de la red Ethereum del momento.
Hablamos de hasta 5 años para recuperar la inversión y teniendo en cuenta que estos dispositivos tienen una vida útil, a ese ritmo, menor, tu portátil probablemente no tiene suficiente capacidad (sin incluir los gastos de luz).
Los portátiles no están hechos para la minería
Esto viene relacionado con los anteriores párrafos. Esto no es sólo una recomendación del fabricante, sino que la forma en que los portátiles están diseñados hace que sea una idea nefasta.
Primero de todo, el espacio físico. Los ordenadores de sobremesa, especialmente los de torre media y torre completa, tienen mucho espacio en su interior para que los componentes respiren. Y ese espacio es esencial. La minería de criptomonedas es una actividad de alta intensidad computacional que puede poner en marcha toda la GPU.
Las GPU de sobremesa están equipadas con refrigeración activa por medio de ventiladores o refrigeración por agua, que pueden ayudar a disipar el calor que emiten.
Los portátiles también lo tienen, es cierto, pero no están equipados para manejar el tipo de calor que la minería podría generar. No sólo puedes dañar tu GPU a largo plazo, sino que también puedes desgastar los diminutos ventiladores (así que olvídate de recuperar la inversión en 5 años, no llega ni a 2 de vida útil).
Los residuos que genera
Si ya rizamos el rizo, nos encontramos con el problema de los residuos electrónicos. Y es que, la mayoría de los portátiles utilizados para la minería suelen tener un único destino: un vertedero, donde se convierten en residuos electrónicos.
Una vez que una GPU se estropea por culpa de la minería, en la mayoría de los casos, no hay forma de devolverla a la vida, lo que significa que hay que desecharla. También puedes dañar otros componentes, que pueden tener distintos niveles de gravedad, desde reparables hasta directamente muertos.
Teniendo todo esto en cuenta, parece más que lógico que si quieres llevar a cabo esta tarea, sustituyas tu portátil y lo dejes este para otros asuntos menos destructivos.
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