En redes sociales se conoció la labor que hizo el influencer “Ayeyo Vargas”, con el niño que le ayuda a reciclar a su abuela.
Noticias Pasto.
En el sur de la ciudad, una mujer de 67 años de edad se dedica a reciclar para llevar el sustento a su hogar, pero también tiene un ayudante, su nieto, un menor de edad llamado Ostin David, quien le acompaña en su labor diaria.
Ayeyo Vargas, un influencer que se dedica a realizar contenido para redes sociales en la capital nariñense, fue hasta el lugar de trabajo donde se encontraba Ostin y su abuela.
En esta ocasión, Ayeyo decidió regalarle los útiles escolares y el uniforme para un menor de edad, y Ostin sería el afortunado de recibir la sorpresa.
Cuando el niño se encontraba con una bolsa recogiendo algo de reciclaje, mientras su abuela cargaba un costal y continuaba recolectando en un basurero, recibió la sorpresa.
- “¿Qué tal si le digo hoy, que los voy a llevar a comprar el uniforme y los útiles escolares de su nieto?”, les pregunto Vargas.
La mujer sin dudarlo respondió: “Bueno”.
“Venga le ayudamos para que luego pueda venderlo y lleve así un sustento a su familia”, dijo Ayeyo.
La mujer cuenta que se dedica al reciclaje desde que el oficio de los jabonados (lavar ropa a mano en casas) se terminó con la llegada de la lavadora.
Ostin quiere ser fuerte
En camino a la papelería donde comprarían los útiles escolares, Ostin cuenta que quiere ir al colegio para poder estudiar, no sabe las vocales ni escribir.
“¿Por qué quiere ir a estudiar?”, le preguntan al menor, el cual responde que así será fuerte y además contó que quiere dedicarse a ser policía.
- “Un policía fuerte y honesto”, dijo.
Al llegar al lugar, la emoción en el rostro de Ostin no pudo pasar por desapercibido, escogió cada cuaderno a su gusto, los útiles que le ayudarían en su estudio y un bolso de Superman.
También Ayeyo quiso regalarle el uniforme del colegio donde iría a estudiar Ostin.
“Le compramos el uniforme para que pueda ir bien bonitico, como decimos acá en la tierra, al igual que también los zapatos”, cuenta Ayeyo a sus seguidores.
Dejando huella
Finalmente, Ostin y su abuelita lo invitaron a su humilde hogar, una casa hecha de tablas de madera, plástico y cartón.
En la vivienda se encontraba el padre de Ostin que entre lagrimas le agradece a Ayeyo Vargas.
“Muchas gracias, de verdad no sabia de donde comprarle a mi hijo sus cositas, he estado muy mal, me dan ganas de llorar”, dijo.
Ostin lució su uniforme nuevo y con sus útiles escolares le agradeció al influencer, quien también contó que el menor iría a estudiar en la misma Institución Educativa en la que Ayeyo estudió.
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