Las autoridades rusas prometieron una “respuesta espejo” a la prohibición de la emisión del canal estatal Russia Today en Alemania (RT DE) por carecer de licencia. Apenas un día después, el Kremlin ha ordenado el cierre de las oficinas del canal alemán Deutsche Welle, que no podrá emitir más en Rusia y será declarado agente extranjero. “Esto es otra señal de que el Gobierno ruso no está interesado en la libertad de prensa ni en la libertad de opinión”, ha lamentado su director general, Peter Limbourg, en una entrevista publicada por el propio medio.
Moscú advierte de que esta decisión solo es su primer movimiento. “La información sobre los próximos pasos se publicará en el momento oportuno”, ha subrayado el Ministerio de Exteriores ruso, que además de estas medidas ha anunciado la cancelación de las acreditaciones de todos los empleados del grupo mediático alemán y la prohibición de entrar al país “de todas las personas involucradas en la restricción de la retransmisión de RT DE y de aquellas que han ejercido presiones sobre el operador ruso”.
La Comisión para la Supervisión de Medios de Comunicación alemana había anunciado el bloqueo de RT DE porque el canal comenzó a emitir por satélite el 16 de diciembre “sin tener un permiso legítimo bajo las leyes europeas”, licencia que tampoco solicitó, según el regulador. Por su parte, el canal estatal ruso afirmó contar con una autorización serbia válida para emitir en Europa, aunque también dispone de instalaciones en territorio germano.
A este enfrentamiento se sumó que YouTube también bloqueó en diciembre la emisión de RT DE a través de su plataforma por “incumplimiento de las normas de la comunidad”. La compañía, que actuó por cuenta propia como empresa privada atendiendo a sus reglas, explicó que el medio estatal ruso violó sus restricciones contra la desinformación con la covid-19 y posteriormente intentó eludir tramposamente su veto temporal. Moscú acusó entonces a Berlín de censura.
Deutsche Welle comenzó a emitir en ruso en 1962, cuando Nikita Jruschov lideraba la Unión Soviética. El anuncio a bombo y platillo del jueves de las autoridades rusas no ha ido acompañado por una notificación a los propios afectados, según ha denunciado Limbourg. El directivo prometió que su filial rusa continuará con su actividad “hasta que se anuncien oficialmente las medidas”, y aseguró que su retransmisión “no se verá afectada de ninguna manera, sino que será seriamente fortalecida”. En su opinión, estas acciones “son incomprensibles e inadecuadas”.
Hace ya dos años y medio, en agosto de 2019, el propio Ministerio de Exteriores ruso insinuó que podía adoptar medidas con Deutsche Welle por su “inaceptable” cobertura de las protestas que vivió Moscú a raíz de unas elecciones locales.
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Veto a televisiones y periódicos
El medio alemán no es el primero en ser prohibido en Rusia. Por ejemplo, el regulador de internet bloquea el acceso a todos los periódicos y televisiones ucranianos, igual que hace Kiev con los rusos y algunos emporios como el del empresario prokremlin Víktor Medvedchuk. Además, en el último año han sido expulsados varios periodistas europeos de Rusia. Una es la reconocida reportera de la BBC Sarah Rainsford, que tras haber informado desde Moscú durante más de dos décadas vio no le renovaron su visado en agosto de 2021 después de cubrir las protestas de Bielorrusia. El corresponsal del diario holandés De Volkskrant, Tom Vennik, también fue expulsado por “varias violaciones de las normas administrativas”.
Por su parte, la emisión de Russia Today está prohibida en Letonia y Lituana desde 2020 por supuestamente tener lazos con el editor jefe del grupo Rossiya Segodnia, Dmitri Kisiliov, sancionado por la Unión Europea por su papel en la anexión de Crimea en 2014. RT negó esta vinculación y el portavoz del presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a aquellos países de intimidar a los periodistas.
El máximo responsable de Deutsche Welle destacó además que no es una “respuesta simétrica”, ya que los periodistas rusos seguirán acreditados y podrán trabajar en Alemania, a diferencia de sus empleados en Rusia. Asimismo, destacó que Deutsche Welle es un servicio público independiente del Gobierno, mientras que Russia Today es un canal estatal.
“¡Gracias, cariño!”, publicó la directora de RT, Margarita Simonián, en su perfil de Telegram junto al comunicado del Ministerio de Exteriores. La jefa del canal estatal ruso, que ha llegado a referirse a Putin con el sobrenombre de Vozhd, el mismo título que recibía Iosif Stalin, advirtió sobre la posibilidad de vetar a más medios alemanes si Berlín responde y lanzó un aviso a Francia y España. “(Emmanuel) Macron ha dicho varias veces que el canal ruso interfiere en su campaña electoral e intentará hacer todo lo posible para suspender RT. Además, ahora cuenta con el apoyo de Berlín. No se puede descartar que le siga Madrid”, agregó sin matizar que ambas filiales emiten sin problema con sus licencias en regla.
El cierre del medio se produce en vísperas de la primera visita oficial a Rusia del canciller alemán, Olaf Scholz, según revela el medio Süddeutsche Zeitung. El veto a Deutsche Welle se produce además pese a la política de apaciguamiento de Berlín en torno a la tensión que se vive en el Este de Europa entre Rusia y los países de la OTAN, papel en el que ha llegado a impedir el envío de armas a Ucrania a través de su territorio.
Además, Berlín es el gran promotor y lobbista en la Unión Europa del gasoducto Nord Stream 2, que conecta el bombeo de gas ruso directamente con su territorio sin pasar por otros socios del bloque. El veto a Deutsche Welle se produce precisamente dos días después de que Bruselas suspendiera indefinidamente la autorización del proyecto, del que aún analiza su posible uso como arma de presión por el Kremlin.
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